️mom's new boyfriend; ωιgєттα

〖️ v e i n t e 〗️

『️ – ... no lo se – 』️

Luego de su confesión Díaz agarró sus cosas y salió de la casa del profesor con la cabeza agachada, ya que no quería que el mayor lo viera llorar por una tontería así, o eso es lo que él pensaba. Al llegar a la salida cerró la puerta delicadamente para luego caminar hacia el auto de su madre, la cual la esperaba con una sonrisa en el rostro, cosa que a Guillermo no le alegro demasiado, pero tampoco dijo nada sobre ello.

— ¿Hablaste de algo con Samuel? — preguntó la mayor agarrando el volante y mirando como su hijo entraba al vehículo desanimado.

— Cosas de hombres — respondió algo deprimido mientras se ponía el cinturón de seguridad y se acomodaba en el asiento para recargar su cabeza en el vidrio.

— Sólo espero que se lleven bien ambos — comentó arrancando el motor del auto para ponerse en marcha en destino a su casa, aunque algo tenía al menor inquietó, y si no se sacaba esa duda de la cabeza, se arrepentiria luego.

— Dime madre; — pronunció volteando un poco su cuerpo para observar mejor a la contraria — ¿En verdad lo amas, o sólo es una relación pasajera como las demás?

— ¿A que viene esa pregunta?

— Sólo responde — la miro seriamente y ella hizo una expresión confundida, pero luego de unos pocos segundos terminó por soltar un suspiro y mirar directamente a su hijo cuando el semáforo se puso en rojo.

— Yo... es muy confuso para mí, él es muy tierno y amable, que me hace feliz estar con él — mencionó siempre con una sonrisa en sus rojos labios.

— Eso no responde mi pregunta — comentó Díaz con la voz entrecortada, pues las mismas palabras le fueron dichas cada vez que alguien se acercaba a su madre.

— ¿Por qué te importa tanto, Guillermo? Nunca fue así, nunca me preguntaste si yo amaba a otros hombres cuando estaba con ellos ¿Por qué ahora sí?

+No lo se

— ¿Sucede algo malo con Samuel?

+No lo se

— ¿Hay algo que no te guste de él?

+No lo se

— ¡¿Qué es, Guillermo?! ¡¿Qué es?!

— ¡¡No lo se!! — gritó de pronto — ... no lo se — repitió rompiéndose en llanto cuando su cabeza se hizo un lío y no sabía cuál era la respuesta correcta.

Tal vez era él quien había estado obsesionado con De Luque, tal vez era él quien debía apartarse del castaño, tal vez era sólo uno de sus caprichos y no quería aceptarlo, pero sea lo que sea debía dejar al mayor elegir, y eso haría a partir de ahora.