️mom's new boyfriend; ωιgєттα

〖️ v e i n t i u n o 〗️

『️ – Tan repentino – 』️

Abriendo sus ojos lentamente Diaz se levanto de su cama tocando su cabeza, pues una oleada de recuerdos lo inundaron haciendo que doliera.

+¡Puedes hacerlo Guillermo!

Se alento saliendo de las sabanas para dirigirse hacia el baño y darse una ducha caliente, tratando a la misma vez de olvidar que De Luque existia en su vida.

+No puedo seguir interfiriendo en su vida. Despues de todo, el ama a mamá.

Se recordó adentrandose en el agua para borrar aquellos pensamientos de su mente. Y una vez termino su sección de baño se encamino hacia la habitación y se alisto para irse al instituto.

Por suerte hoy no estaba su madre, no queria encontrarse con ella por lo que habia pasado ayer, y que esta comenzara a interrogarlo como la última vez, prefiria estar solo por el día de hoy, así que soltando un suspiro salio de su casa para ponerse en marcha hacia su destino.

Unos minutos más tarde el menor llego y se adentro en el dichoso lugar, encontradose con algunos compañeros que ignoro por completo para ir hacia su salón, y una vez allí se ubicó en su lugar esperando la presencia del profesor, la cual no tardo en llegar.

— Buenos días muchachos, por favor vuelvan a sus lugares — pidió educadamente dejando su maletín encima de su escritorio para luego mirar a cada uno de sus alumnos, hasta que se topo con el rostro de Guillermo.

El menor solo miraba por afuera de la ventana sin prestar mucha atencion, como si estuviera ignorandolo, pero De Luque no le dio tanta importancia y siguió con la clase.

Hora despues las clases dieron a su fin y todos los alumnos salieron del salón con muchas ansías dejando al profesor solo, o eso pensaba cuando vio la presencia de Díaz aun en su lugar.

— ¿Guillermo? — lo llamo viendo como este volteaba lentamente — ¿No saldras a receso? — preguntó señalando la puerta con su pulgar.

El mencionado despues de eso dejó escapar un suspiro pesando para luego levantarse y caminar en dirección a Samuel, el cual trago saliva pesadamente y retrocedió un poco, pero le sorprendio ver como el contrario desviaba sus pasos hacia fuera del salón.

— Adiós profesor — se despidió haciendo un movimiento de mano y perdiéndose entre las personas que pasaban por allí, mientras dejaba a un confundido De Luque tocando su pecho inconsistentemente.

— ¿Qué fue eso? — se preguntó en murmullo, a la misma vez que sentia como un vacio se formaba dentro de él y un amargo sabor invadía su boca — Eso fue... tan repentino.