L A D R O N E S & M A Z M O R R A S

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El furgón negro recorría las desiertas calles tras el toque de queda. Tommy conducía despacio y sin prisa, los nervios se notaban en el ambiente y el miedo también.
-Dos minutos-Dijo Tommy, comenzamos a tomar posiciones. Rami comenzó a descodificar la alarma de seguridad; noté cómo Bruno, Marco y Alex se colocaban los chalecos antibalas y tragaban saliva. Yo misma cogí el ordenador y preparé el vídeo que había hecho para sustituir el de las cámaras. Nos miramos todos nerviosos.
Marco cogió el soplete, con el cual abriría la cerradura de la puerta de carga, Bruno cogió una ametralladora y se la pasó a Alex, ahí mi corazón se aceleró, no estábamos siendo conscientes de la que se podía liar si algo salía mal, suspiré tratando de tranquilizarme.
-Un minutos señoritas-Dijo Tommy animado.
-Indra, estoy dentro-Susurró Rami, lo miré y comencé a enviar con sumo cuidado los vídeos a sus cámaras correspondientes.
Habíamos hackeado las cámaras de la empresa de seguridad, habíamos sacado los vídeos de días anteriores y, mediante un programa de logaritmos los habíamos combinado y creado unos nuevos, que pondríamos en las cámaras para que los vigilantes creyeran que era la calle lo que estaban viendo y no un vídeo en diferido.
Envié el último vídeo, accedí a las cámaras y comprobé que todo estaba en orden, miré una a una y así fue, pues estábamos en la parte de atrás y no se veía en la cámara.
-Todo correcto-Dije.
-Vamos allá-Dijo Tommy parando el motor del furgón.
Me levanté y cogí los botes de anestésico que necesitábamos, le tendí uno a Bruno y este me abrazó, todos éramos conscientes de que estábamos bailando con la muerte. Hice lo mismo con Marco, el cual tuvo el mismo gesto que Bruno, sus enormes brazos me rodearon con fuerza.
-Indra que nos vamos a quedar con un tanque-Dijo riendo, lo que me hizo sonreír. Por último le di el bote a Alex, sus ojos azules como el mar me miraban fijamente, su mandíbula estaba apretada y su expresión era ilegible. Su mano cogió la mía y tiró de mi hacia él, me estampé contra su pecho y me abrazó con fuerza, lo abracé, lo abracé como se abraza a aquello que uno quiere, como a alguien que no quieres que se vaya, con todas mis fuerzas. Sus manos ahuecaron mi rostro y me miró directa a los ojos.
-Si algo se tuerce ahí dentro-Musitó, mi corazón comenzó a bombear con fuerza-No entréis, cerráis y os vais.
-Y una mierda-Respondí, puso los ojos en blanco-No pienso prometer eso.
Miró hacia otro lado y volvió a mirarme.
-Ten mucho cuidado-Susurró.
-No soy yo la que tiene aún puntos en el pecho-Indiqué, una sonrisa de soslayo se escapó de sus labios.
-Buena esa-Susurró y besó con fuerza mi mejilla, para que luego, sus manos abandonaran mi rostro y yo me sintiera vacía.
-Salimos-Dijo Tommy-Me encargo de los de fuera, vosotros a por la munición y armas menores, tenemos media hora para cargar todo lo que podamos.
-Vamos niños, a hacer la compra-Dijo Rami, sonreí.
-Mucho cuidado Tommy-Dije y escuché su risa.
-Pequeña Indra en peores me he visto.
-No recordaba cuando luchaste contra Thanos para salvar el mundo-Dije y todos rieron.
-A mí referentes pop no que me confundo-Reí sonoramente y lo miré.
-Suerte-Dije y todos sonrieron.
-A ver si puedo llevarme un par de bombillas-Dijo Bruno y acto seguido, Tommy desactivó los cerrojos.
Tommy salió y comenzó a andar, tomé aire y accedí a la imagen de las cámaras reales; activé mi transmisor.
-Bueno Tommy ¿Me oyes?-Susurré.
-Alto y claro señorita-Sonreí y miré a la pantalla, justo en la esquina había un soldado.
-A cien metros tienes el primer soldado, duérmelo, y sube por las escaleras de incendios.
-Perfecto.
Miré hacia la cámara y vi cómo Tommy se acercaba al soldado por la espalda y, sin miramientos clavaba un anestesiante en el cuello de este. Uno, dos, tres, vamos, cae, hijo de puta.
El soldado cayó al suelo.
-Vale-Dije tranquila-Las escaleras están libres.
-¿Cuántos hay arriba?-Dijo comenzando a subir.
-Cuatro-Tommy rió-Uno en cada esquina.
-Cuatro esquinitas tiene mi cama-Reí.
-¿Vamos a rezar Ares?-Dije llamándolo por su pseudónimo.
-Nunca está de más.
-Y cuatro angelitos que me acompañan.
Se hizo el silencio, más silencio.
-Ya son tres-Susurró y respiré tranquila-Ya estamos en el punto ciego, pueden entrar-Miré a todos.
-Podéis entrar.
Bruno abrió la puerta de atrás y todos salieron, esta se cerró y activé el transmisor de todos.
-Bueno chicos-Susurré-Bienvenidos a ladrones y mazmorras-Escuché a Rami reír-En el juego de rol de esta noche contamos con un invitado especial, Rómulo.
-Hola chicos-Saludó Rami.
-Voy vamos a tratar de robar todo el oro del dragón sin despertarlo, tenemos a Ares, con un poquito de ventaja, ya que ha cegado al Sauron.
-Entonces nos ha regalado ventaja.
-Efectivamente Rómulo-Dije.
-¿Estáis ya dentro del castillo?
-Y campando-Susurró Alex.
-Pues que comience el juego.
Activé las cámaras del interior y coloqué los vídeos falsos, bajé esa pantalla y observé las imágenes reales. Alex, Bruno y Marco estaban empezando a cargar en un torillo (máquina de carga pequeña) cajas de balas, todo despejado.
-Ares a Palestina-Dijo Tommy.
-Dime.
-Ojo del Sauron completamente ciego, voy a reforzar.
-Perfecto-Dije y seguí atenta a las cámaras.
Ya salía el primero torillo lleno hacia el furgón.
-Vamos chicos, el siguiente camello tiene esmeraldas-Dije refiriéndome a las armas.
El furgón se abrió y entre Bruno y Marco dejaron dentro las balas, me miraron fijamente y sonrieron. Cerraron de nuevo y volvieron al almacén.
Poco más tardaron en traer armas como para abastecer a un regimiento, la parte de las armas ya estaba cubierta.
-Bueno señores-Susurré-Nos enfrentamos al Boss final-Dije riendo-Estén atentos y sigan mis órdenes.
Miré a Rami.
-¿Estamos seguros ahí dentro?
-Segurísimos-Dijo-He desactivado todas las alarmas, teléfonos o maneras de comunicación con el exterior-Le guiñé un ojo.
-Al lío-Dije y vi cómo los cuatro de adentraban-Guy y Ares a por el Boss
-Recibido-Dijo Alex.
-Remo y Thor a dormir a los orcos.
-Recibido-Dijo Bruno.
Los chicos se separaron y comenzaron con el golpe final.
-Palestina estamos al lado del boss, solicitamos permiso-Dijo Tommy.
-Thor, Remo ¿Cómo va esa pócima?
-En marcha-Dijo Marco, por las imágenes vi cómo dejaban los botes de anestésico en los conductos de ventilación.
-Cinco minutos señores, pónganse la armadura-Dije y todos se colocaron las mascarillas.
Suspiré tranquila, ya quedaba poco. Rami me miró y sonrió.
-Lo estás haciendo muy bien-Dijo, tapé el micrófono con la mano.
-Solo quiero que salgan ya de ahí.
-Ya queda poco-Dijo, volví mi vista a la pantalla y observé cómo todos los soldados habían caído al suelo.
-Todos embrujados-Dije.
-Solicito permiso Palestina-Repitió Tommy.
-Permiso concedido.
Y así fue cómo entre Alex y Tommy empezaron a sacar un tanque blindado del ministerio de defensa sin que nadie se enterase.
Un ruido fuera me alarmó, miré por la cámara, la puerta de la zona de carga se estaba cerrando.
-Se está cerrando la compuerta-Dije alarmada, Rami me miró.
-A partir de cierto tiempo se cierra de manera automática y solo se puede desactivar manualmente.
Tomé aire.
-Dame la contraseña-Dije.
-No vas a salir ahí
-Dame la contraseña-Volví a decir.
-45820-Dije y salí del furgón sin pensarlo.
¿Qué estaba haciendo? El frío de la noche golpeó mi cara, comencé a correr en dirección a la zona de carga y observé cómo la puerta se iba cerrando, aceleré todo lo que pude y me colé dentro.
-Estoy dentro-Dije muy bajito, mirando a mí alrededor.
-¿Qué?-Escuché la voz de Alex-Palestina sal de ahí ya.
-¿Dónde está el panel manual Rómulo?-Dije bastante perdida.
-En la sala de mando, a tu derecha.
Miré y miré hasta que mis ojos se adaptaron a la oscuridad y pude ver, no muy lejos de mí una puerta de cristal.

The Right Red HandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora