Z E U S

275 25 2
                                    

Un bache en el camino hizo que me despertara, parpadeé varias veces y me estiré un poco. Miré a mi alrededor un poco desorientada, Bruno seguía conduciendo, Rami estaba plácidamente dormido y a juzgar por la profunda respiración que yacía sobre mi cabeza, Alex también.

Miré por la ventana, estaba empezando a amanecer, el cielo estaba teñido de un bonito color rosa y fuego. Moví mi cabeza, dejando caer la de Alex sobre mi hombro.

-¿Cómo vas Bruno?-Pregunté, su cabeza se giró en mi dirección.

-Ya estamos llegando-Susurró-¿Puedes pasarte al asiento de delante y echarme una mano?

-Claro-Dije, sujeté con cuidado la cabeza de Alex y la incliné hacia la ventana, ni se inmutó.

De un salto pasé al asiento delantero y me puse el cinturón.

-Ahí tienes tu transmisor, llama a Tommy a ver cómo van y trata de ponerte en contacto con la gente de Birmingham.

-Hecho-Dije y me coloqué el pequeño aparato en la oreja, lo encendí y, tras un breve pitido tomé aire.

-Ares ¿Cómo vais?-Dije y la grave voz de Tommy me respondió.

-Nosotros ya estamos aquí-Dijo-Saben que llegáis en breves.

-¿Cómo veis la cosa?-Preguntó Bruno.

-No os voy a engañar, esto parece la Franja de Gaza-Dijo y mi corazón se detuvo.

-Hay muchos heridos-Dijo la voz de Marco desanimada, necesitan ayuda.

-Pues los ayudaremos-Dije mirando a Bruno, este asintió.

-Estamos llegando-Dijo Bruno, miré al frente, estábamos por un camino de tierra sinuoso.

-¿Si?-Dije confundida.

-Hemos entrado por detrás, delante está el ejército-Dijo Bruno.

-Voy a despertarles-Dije y me giré, zarandeé la pierna de Alex y este abrió los ojos, su mirada se dirigió a dónde yo me encontraba minutos antes, confundido miró por todo el furgón hasta localizarme, su expresión se relajó, le dediqué una sonrisa de medio lado.

-Estamos llegando-Dije y asintió, echándose hacia atrás otra vez; repetí la operación con Rami, sus enormes ojos me miraron-Estamos llegando-Repetí, parpadeó varias veces y asintió.

Me giré y pude ver los edificios, algunos devastados, otros conservaban su forma, había un enorme campamento levantado junto a ellos, la gente iba y venía. Las figuras de Marco y Tommy se hicieron notables en la entrada. Bruno fue aminorando la marcha hasta que frenó; abrí la puerta del copiloto y salí. El frío golpeó mi cara con fuerza, hacía viento y la humedad se notaba en el ambiente, caminé hasta ellos.

Tommy me envolvió en un abrazo paternal, sus fuertes brazos me apretaban y daban calor, una de sus manos frotaba mi espalda con suavidad.
-Qué cojones tienes niña-Dijo besando mi pelo, sonreí y nos separamos, su mirada era cálida, como la de un hermano mayor, dirigí mi mirada a Marco y ambos sonreímos.
Ese pelo rubio con patas me había salvado el pellejo, lo abracé con fuerza y él correspondió el abrazo.
-Gracias-Alcancé a decir antes de ser casi asfixiada por él.
-Qué susto más grande-Dijo mientras sostenía mi cabeza entre sus enormes manos y me daba un cabezazo, reí sonoramente.
-Alguien tenía que hacerlo-Dije simple y miré a mi alrededor.
-¿Indra?-Dijo una voz muy familiar.
Una voz que no escuchaba desde hacía dos años, una voz que removió todo mi interior, una voz profunda y de acento marcado que había acompañado a mi vida desde que nací, las primeras palabras que oí fueron de esa voz.
Me giré lentamente, sin saber lo que esperar, mi pulso se disparó y mis manos comenzaron a temblar. Era él.
Un poco más delgado y cansado pero era él.
-¿Papá?-Susurré y sin pensarlo corrí hacia él.
Lo abracé con fuerza, y quizá por los nervios acumulados o por la impresión empecé a llorar, sus manos acariciaban mi espalda y mi pelo.
-Mi Indra-Dijo, su voz temblaba, yo no podía parar de llorar, me dolía el pecho y la respiración me faltaba, pero no pensaba soltarle nunca.
-Pensaba que estabas muerto-Susurré muy bajito y lo miré.
Sus ojos verdes me miraron con ternura, como siempre me habían mirado.
-Estás preciosa mi niña-Dijo acariciando mi pelo y sonriendo-Estás hecha una mujer.
-Estoy igual-Dije riendo, negó con la cabeza.
-Eres igual que tu madre-Dijo y acarició mi cara, se paró en el labio y lo miró detenidamente-¿Qué te ha pasado?-Dijo y mi mirada buscó la de los chicos, conecté con Tommy el cual asintió, dándome a entender que podía hablar.
-Anoche robamos las armas del ministerio de defensa y forcegeé con un guardia-Dije rápidamente.
-¿Estás en RRH?-Gritó y asentí.
-Llevo más de un año-Susurré.
Una sonrisa se dibujó en su rostro.
-Lo sabía-Dijo riendo- Sabía que mi Indra no había desaparecido y punto.
-Me fui de la casa-Dije simple.
-¿Por qué?-Dijo curioso y tomé aire.
-Bueno, redacto los boletines del grupo y le daba la información en mano a él-Dije señalándo a Alex, el cual me estaba mirando-Y una noche nos pillaron y a partir de ahí dejé la casa y me fui con él y los demás.
-Se habrán secado las macetas-Dijo y reí con fuerza.
-Posiblemente-Ambos reímos-Llevo dos meses fuera.
-Y ya estás robando al gobierno-Dijo riendo. Noté cómo Marco vino corriendo hacia mí, su cara estaba desencajada.
-Indra siento molestar pero hay varios heridos de bala y necesito tu ayuda-Dijo, asentí segura-Oh hola, soy Marco, compañero de su hija-Dijo el rubio tendiéndole la mano a mi padre.
-Encantado-Dijo este dándole la mano.
-Vamos-Dijo, miré a mi padre y este asintió, le sonreí.
-Ahora nos vemos-Dije y me sonrió.
-Claro cielo-comencé a andar detrás de Marco y cuando llegué a la altura de Alex agarré su brazo y me lo llevé conmigo.
Su mano cogió la mía con fuerza.
¿Que por qué me llevé a Alex? Porque estaba en territorio desconocido, y él era la única persona que me hacía sentir segura.
Seguí a Marco hasta una pequeña carpa, la mano de Alex no me soltaba y de vez en cuando acariciaba mis nudillos.
Miré a mi alrededor, había unas veinte personas heridas en camillas, tomé aire, era demasiado para mí. Volví a mirar al frente chocándome con Marco de frente, ambos reímos.
-Ahi-Dijo Marco señalando una chica que yacía en una camilla-Tienes a la chica, tiene una bala en el pecho-Me eché las manos a la boca.
-Marco no estoy capa..-Me cortó en seco.
-Lo estás-Dijo-Se la sacaste a este, puedes sacársela a ella-Dijo señalando a Alex, tragué saliva-Esa chica te necesita-Dijo y comenzó a andar en la otra dirección.
Miré a Alex buscando algo de tranquilidad, él me miraba tranquilo, su mano acarició mi mejilla y apartó los mechones de pelo que caían sobre mi cara.
-Lo vas a hacer bien Indra-Dijo tranquilo-Yo voy a ayudar a Tommy Bruno y Rami ¿Vale?-Asentí insegura, besó mi mejilla y ahí perdí toda mi mierda.
-¿Y si no lo consigo?-Dije y noté cómo la voz me temblaba.
-Estoy vivo porque me sacaste una bala de la pleura Indra-Dijo.
-Si-Dije riendo sin ganas- Qué momento me diste-Dije y rió negando con la cabeza.
-Para momento cuando me desinfectaste con absenta-Dijo y reí.
El alcohol que me llevó Bruno era absenta, por su alta gradación, la herida quedó desinfectada y él oliendo a pub tres días.
-Es lo que había-Dije simple.
-La próxima vez con vodka-Dijo riendo, negué con la cabeza.
-Te hago un cóctel y te lo echo en la herida, con la sombrilla y todo.
Su risa aumentó, y me la contagió.
-Sería un detalle-Dijo riendo.
-Eres tonto-Se encogió de hombros y comenzó a irse con una sonrisa en la cara.
-Luego nos vemos-Dijo y salió de la carpa.
Caminé hacia la chica.

The Right Red HandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora