t h i r t e e n 🥀

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Aún era lunes, por la tarde, Félix estaba en un mercado, intentando comprar alimento para su hogar.

Intentando, sí, porque se fijaba en cuántas calorías poseía cada uno.

No era un obsesivo con respecto a su peso, simplemente cuidaba su silueta, o al menos eso pensaba.

Luego de varios minutos allí dentro, formó la fila, pagó todo y se retiró del lugar, al salir se colocó un barbijo negro e hizo un esfuerzo por cubrirse más con su abrigo.

En cuestión de minutos se encontraba en la puerta de su casa, entró, cerró y dejó sus calzados al costado de esta, posteriormente colocándose sus pantuflas azules.

Dejó las bolsas sobre la mesa de su sala, se quitó el abrigo, lo dejó sobre el perchero y luego se dispuso a guardar todo.

Estaba buscando en internet alguna receta para hacer con todo lo que había comprado, pero al escuchar el rugido de su estómago, dejó el celular en la mesa y se dirigió al baño, directamente en busca de la balanza.

Se levantó con dificultad la remera que traía puesta para ver si su estómago seguía plano, más quiso llorar cuando vió que estaba más gordo.

Inconscientemente se rasguñó la zona, queriendo que se vaya, queriendo volver al estado de antes, donde se podían ver sus costillas.

Ya con lágrimas diminutas en los ojos y con temor, se posó en la balanza, sin querer abrir sus pequeños ojos para ver el resultado.

Los abrió lentamente, tomó una bocanada de aire y miró.

44.3 Kg

—¿Cómo podría esperar que alguien me quiera cuando peso eso? —murmuró en un tono muy bajo, sintiéndose decepcionado de si mismo.

Ese día no comió.

Y el siguiente, tampoco.



🥀🥀🥀

Gracias por leer. ❤️

light and darkness. changlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora