Capítulo 27

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Los nervios y el pánico estaba llenando a todos los presentes en la nave. No faltaba mucho para llegar, pero la menor estaba pálida, y su temperatura disminuía cada vez mas y mas rápido. McCree se aferro a su cuerpo, tratando de darle calor en lo que llegaban. Mercy y Moira los esperaban, la rubia se veía nerviosa, dando vueltas con los brazos en la espalda, apretando su muñeca suavemente. Moira noto su preocupación, y una sonrisa algo malvada salio de ella.

—¿A que le temes Angela?

—Deberíamos decirle a Morrison.

—¿Le dirás?

—Es lo mejor.

—No te preocupes, le pedí a Lena que le avisara apenas llegara la nave.

—Gracias, supongo.

La pelirroja sonrió y miro en direcciona a donde se oían los motores de la nave, cuando aterrizo finalmente, las puertas no tardaron en abrirse. McCree bajo corriendo con Caeli en brazos. El panorama de lo ocurrido con la menor cambio, apenas la bajaron, su piel parecía ser nieve; fría y blanca.

—Rápido, a mi consultorio McCree.— Las dos, medica y genetista, corrieron por detrás de McCree. La base de Overwatch  se sorprendió al ver la situación, a McCree corriendo con la menor en brazos, totalmente blanca.

McCree la dejo en una camilla, agitado mirándola desde lejos. Apenas, Moira y Angela entraron, lo forzaron a salir. El moreno se negaba, quería ver que le harían, estar ahí con ella. Pero no se lo permitieron. Se quedo afuera, recargado en una pared jugando con sus pulgares mientras se culpaba mentalmente por no haberla cuidado, por no poder defenderla como se debía. Empezó a caminar, aun aturdido y molesto golpeo una pared, gruñendo ligeramente.

—Golpear paredes, no hará que Caeli mejore más rápido—detrás de McCree venia llegando Reyes, quien solo lo observaba con algo de molestia y algo de incomodidad.

—Estoy preocupado.

—¿Que paso, Jesse?

—No daré detalles hasta que despierte.

—McCree…

—¡No!—dijo volteándose con pequeñas lagrimas apunto de salir.

Reyes quedo sorprendido por la reacción de su aprendiz, nunca lo habia visto asi de preocupado por alguien. Suspiro y se acerco tocando su hombro, apretándolo con algo de fuerza.

—Va a despertar, Morrison vendrá en un momento. Cuando despierte, avísame.— finalizo el moreno, dirigiéndose a otra parte de la base.

McCree se quedo ahí de pie, mirando la puerta del consultorio con algo de miedo. Se acerco un poco y cuando iba a tocar, Moira abrió la puerta mirándolo fijamente.

—Tenemos que hablar, McCree.

—No tengo nada que hablar, déjame verla.

—Lo siento, pero Angela me pidió que la dejara un momento con ella a solas en lo que realiza un chequeo especial. Asi que quiero detalles. Ahora.—la mirada fría y amenazante de Moira lo hizo pensar un poco las cosas antes de decirle que no. Suspiro y dio un paso atrás para que Moira saliera.

—Bien. Pero en privado.

Los dos se dirigieron al laboratorio de la Genetista, en silencio. Al entrar, McCree se sentó jugando con sus pulgares, buscando las palabras correctas para decirle a Moira lo ocurrido con todo detalle. Entonces, recordó.

—Todo, empezó en la madrugada, cuando llegamos. Los dos salimos un momento a despejarnos, estaba bastante nerviosa, y no quería que se agobiara de mas. La atacaron y le inyectaron algo, una sustancia azul brillante. Apenas logre separarla del atacante, la muestra del liquido la tiene Hana. Después, en los consultorios de Italia, tuvo una reacción muy extraña con el arco, todo se lleno de arco, como cuando activa su habilidad definitiva.—Hizo una pausa, Moira lo escuchaba en silencio, analizando cada palabra que decía, tenia que informarle a Morrison sin duda. — Despertó y sus ojos parecían estar inyectados de arco, el rosa apenas brillaba por culpa del color azul del arco, era muy brillante. Durante la misión, todo iba en orden, hasta que íbamos por el blanco principal. La cosa o persona que con anterioridad la había atacado estaba ahí, y se le fue encima a Genji. Iba a matar al blanco, pero una chica que, parecía estar consumida por el fuego detuvo la bala, y luego salio otro chico, consumido por el arco.

—¿Ellos tenían de misión matarla?

—No, atraparla y entregársela a ese tipo. Le ordene a Caeli que se alejara, todo estaba muy agresivo ahí. Salió de la fundidora y durante este tiempo escuche el MEKA de Hana explotar, supongo que trato de hacerles frente. Genji logro sacar a la cosa con armadura de antes, pero logro escapar junto con el tipo. Nos enfocamos en Caeli, seguimos a Hana y Caeli estaba rodeada por esos 2 tipos, su única opción era saltar a una especie de barranca. Lo hizo y sin dudarlo los otros dos saltaron para ir por ella. Nos asomamos y subió con nosotros. La chica se aferro a ella y clavo una daga de solar en su pierna. De ahí Caeli no reacciono bien, no se si haya sido culpa del fuego al mezclarse con su arco o un simple ataque de pánico.

—Me parecen lógicas las 2 cosas, pero, el arco y los demás elementos son desconocidos aun para nosotros. Podríamos considerarlas anomalías en sus organismos, incluso podrían ser enfermedades con las que se nace o alguna alteración en su genética. —La pelirroja miro al moreno, que solo bajaba la cabeza y suspiraba. Le sorprendía un poco la preocupación del chico, sabia que era relajado y eran contadas las veces que en verdad se tomaba todo enserio, como la misión en Venecia hace ya un tiempo.

Se acerco a una vitrina, y tomo una pequeña esfera de color naranjo brillante, como si estuviera hecha a base de fuego. Con mucho cuidado se la extendió al moreno como si fuera un obsequio, llamando su atención de inmediato.

—¿Qué es eso?

—Dante me pidió que te diera esto, como un obsequio, que confiaba en que harías buen uso de esto. A Caeli le dio uno igual. Se supone que es una copia de un solo uso de su habilidad definitiva.

—No la necesito.

—¿Estas seguro? Dante dijo que tu deberías protegerla a toda costa, una ayuda extra no vendría mal.—dijo molesta viendo la necedad de su compañero de equipo. Sus celos y su orgullo no lo dejaban ver que necesitaba un apoyo, aunque fuera pequeño.

—¿Cómo se usa?

—Me aseguro que tu lo averiguarías. —la dejo en sus manos y de forma extraña, la esfera brillo con mas fuerza.

La genetista se alejo de golpe, mientras McCree se levantaba y su brazo se llenaba de energía del elemento solar, el cual empezaba a subir hasta su cuello y del cuello se propagaba al resto de todo su cuerpo. El calor del elemento lo sofoco unos segundos, dejándolo agitado.

—¿Qué carajos fue eso?

—Lo ignoro, pero parece ser que estas hecho para usarlo. No habia pasado con nadie.—murmuro Moira algo sorprendida.

—Eso creo.—algo nervioso miro su brazo, sentía algo de calor recorrerle todo el brazo hasta la zona del hombro, donde sentía un poco de frio.

—¿Señorita Moira?— era Lena tocando la puerta de metal del laboratorio sacando de sus pensamientos al moreno.

—¿Sucede algo Lena?

—La Doctora Ziegler dice que la necesita con Caeli, que ya despertó.—McCree se levanto bastante emocionado, pero Moira inmediatamente volvió a sentarlo y salio del laboratorio.

—Quédate aquí McCree, no tardo.

Cuando Moira se fue, la puerta se cerro dejando al vaquero solo. Suspiro y se cubrió la cara con ambas manos. Pensaba en lo que acababa de ocurrir y en como estaría Caeli. Mientras pensaba, una voz resonó por todo el laboratorio, haciéndolo levantarse de forma defensiva, pero no había nadie mas. Paso saliva y la voz volvió a escucharse, pero esta vez en su cabeza, era extraña, no se parecía ni a la de un omnico o a la de un humano. No sabia cuanto había pasado, pero cuando estaba en silencio, escuchando esos susurros en su cabeza, Moira entro al laboratorio llamándolo y sacándolo de sus pensamientos.

—¿Todo bien?

—Si, todo bien. ¿Puedo verla?

—Si, no le digas nada de lo que te acabo de dar, no quiero preocuparla.

—Esta bien.

En silencio, salio del laboratorio con dirección al consultorio de Angela. Los susurros quedaron en silencio, esperaba que solo fuera su subconsciente. Apenas llego al consultorio y vio a los 3 lideres de la organización, bastante molestos, mirándolo fijamente.

—Espero tengas explicaciones—Dijo Morrison cruzado de brazos. El moreno desvió la mirada mientras Ana suspiraba y Reyes solo negaba suavemente. —¿Esperabas callar todo esto?

—Primero quería que Caeli estuviera estable, para luego poder “pelear” a gusto con ustedes.—dijo mordiendo su labio ,mientras, Morrison solo fruncía el ceño.

—Eso es irresponsable, McCree. Debes informar de todo lo que pasa, en su momento.

—Yo se que hago y para que. Si les informaba apenas bajara de la nave, me detendrían y en vez de dejarme saber que le pasaba a mi alumna, me bombardearían con sus preguntas estúpidas.

—No me hables asi, agente.

—Entonces, no me cuestione. Yo creo que usted estaría tranquilo, pero yo no. Me importa un carajo romper el protocolo, solo para que ella este bien, si quieren detalles, pídaselos a Moira. Es la única que me pidió hablar de forma civilizada sin comentarios estúpidos. —el moreno abrió la puerta del consultorio y entro.

Morrison solo gruño con rabia viendo y tolerando la actitud de McCree, estaba dispuesto a entrar y sacarlo a patadas para ponerle una sanción, pero Caeli estaba ahí y no quería que la menor se alterara al ver su “escena” con McCree.

—Déjalo Morrison, en parte tiene razón.

—¿Vas a defenderlo, Ana?

—Sinceramente, mi reacción seria la misma si tuviera que darle explicaciones a alguien. Caeli le importa, y tiene una responsabilidad importante con ella, pensó primero en ayudarla antes de que nosotros fuéramos a cuestionarlo de lo ocurrido. Solo lo agobiaríamos mas con preguntas y estaría más a la defensiva.—dijo la Capitana mirando a puerta con un semblante suave y tranquilo.

—Me encargare luego de esto, por el momento déjalo pasar. Si vuelve a levantarte la voz no dudes en golpearlo.

—Reyes…

—Solo digo lo que pienso.—dijo el líder de Blackwatch antes de salir de la base donde estaba el consultorio de la medica.

Morrison y Ana se dirigieron respectivamente a sus despachos. Morrison pensaba en lo ocurrido, las actitudes que todos tenían respecto a esos dos, lo hacían pensar en varias cosas. Un lazo estrecho se formo entre ellos, pequeño pero fuerte. ¿acaso salían? Si era asi, McCree se metería en problemas, y encima si ella llegaba a ser su hija legal, la alejaría de él. No le agradaba para nada McCree, ni como compañero, ni como pareja de esa menor. Negó un poco, no creía en eso. O eso esperaba.

Mientras, McCree miraba la puerta, aun pensando un poco todo lo que le dijo al comandante. Recargo un momento su frente en la puerta hasta que escucho un poco de movimiento. Se volvió y miro a Caeli, aun estaba pálida, pero sus ojos brillaban de forma hermosa y radiante. El rosa y el azul del arco lo hipnotizaban. Se acerco y se sentó en la orilla de la cama.

—Me diste un susto niña, ¿te sientes bien?—acaricio con cuidado su rostro, estaba tibia y eso logro tranquilizarlo, verla al borde la muerte de nuevo. No sabia si lo soportaría una tercera vez, una que fuera definitiva.

—Si, gracias. ¿Paso algo afuera?

—Morrison, empezó a regañarme por como tome mi decisión de no avisar que estabas mal. Pero no quería agobiarme con dar un informe detallado en lo que te debatías entre la vida y la muerte. Primero quería saber que estarías bien.

—En parte entiendo a Morrison, si moría antes de llegar, las explicaciones no hubieran servido.

—Lo se, pero solo pensaba en que estarías bien, que cuando llegáramos estarías a salvo, Angela diría que eran cosas menores y podría dar explicaciones detalladas.

—Ya paso, no te comas la cabeza.—dijo la menor con una sonrisa débil, le dolía verla asi.

—Me diste un susto cuando empezabas a palidecer.—el moreno cerro los ojos y la abrazo suavemente, el ambiente se hizo mas  intimo. Acariciaba con su pulgar la espalda de la joven que solo se recargo en su hombro, abrazándolo muy suavemente por la espalda baja.

—Lo siento.

—No importa, después de todo fue mi culpa, si hubiera salido contigo…

—Y, no te preocupes. Lo pasado paso.—murmuro y se acerco a sus labios, rozándolos suavemente.

El moreno rio un poco. La menor se acomodo y siguió con un suave roce, él corto el contacto de sus labios, juntándolos con suavidad y amor. Eran besos cortos y suaves, no tenían la intención de ser fogosos y largos. Solo querían sentirse para estar un poco mas tranquilos.

—Me empalagas, pero asi me gustas.—acerco sus manos a su cadera, haciéndola reír. Mientras juntaban sus frentes.

—¿Hana y Genji saben que ya desperté?

—No lo se, pero apenas los vea les diré.—te dejare, iré a darle un informe a Reyes, no quiero mas problemas.

El mayor se levanto, pero antes de irse, beso con mucho cuidado la frente de la menor. Que se limito a cerrar los ojos disfrutando del delicado contacto que hacia el mayor. Salio y la dejo sola.

Durante su camino a la base de Blackwatch, pensaba un poco en como hablaría con Reyes, probablemente Moira le ayudara a explicar las cosas, no quería estar solo hablando de eso, de porque no quiso avisarle a Morrison sobre lo ocurrido la primera vez.

—¿Cómo esta Caeli?—le pregunto el nipón al vaquero apenas lo escucho entrar a la base de Blackwatch.

—Ya despertó ¿Dónde esta Reyes?

—Hablando con Moira, parece que ella decidió darle frente.

—En parte se lo agradezco, pero aun asi, no me causa confianza.

—¿Crees que la suspendan de las misiones relacionadas con Daito?

—Seria lo mejor, pero conociendo a Ana, talvez se lo permita.—murmuro mientras Genji suspiraba y miraba a otro lado.

Con calma, el vaquero se dirigió a su habitación, tenia muy poco animo para seguir con las explicaciones a toda la base. Se dejo caer en su cama y lanzo el sombrero lejos de el, cubriéndose con ambos brazos la cara. Por un momento recordó al elemento que ahora estaba dentro de el.

Miro su brazo, bastante pensativo acerca de que esa cosa podría estar dentro de el, y como dijo Moira, no entendían aun que era, y si causaba problemas, seria su culpa. Inclusive, seria la culpa del equipo 33 en darle ese poder, un poder que no conocía, y sobre todo, no controlaba.

Con curiosidad, se levanto y se retiro su peto y la camisa. Miro su brazo con detenimiento, examinando cada milímetro de piel. Al elevarla un poco noto pequeñas líneas, como si fueran sus venas de un tono rojizo, apenas visible. Sorprendido apago las luces y volvió a hacer lo mismo, al levantar su brazo, noto como esas pequeñas líneas se movían dentro de la piel, brillando como si el fuego lo consumiera. Hubiera entrado en pánico, de no ser porque estaba un poco familiarizado con ese efecto en la piel de Caeli. Solo que el efecto en la menor, estaba de forma externa.

—¿McCree?—La voz de Reyes lo interrumpió, tomo su camisa y salio en silencio, sin decir nada respecto al regalo de Dante.

—¿Sucede algo?

—Moira ya me comento las cosas ¿algo que agregar?

—Necesito que piensen, si vale la pena que Caeli siga arriesgándose con estas misiones. Se que ella es su blanco, pero si la descuidamos dos segundos, esta perdida.—dijo cruzándose de brazos mientras Reyes suspiraba.

—No estoy a favor de que le quiten su derecho de pelear por algo que le corresponde y que esta vinculado directamente a ella, pero por su seguridad, es lo mejor— dijo Moira mirando a Reyes de reojo.

Jesse agradecía un poco el apoyo de Moira, pero Reyes parecía meditarlo mucho. Le preocupaba la decisión de su superior, que le permitieran ir a esas misiones de nuevo.

—Debo hablarlo con Ana y Morrison, no es una decisión solo mía, seré su superior. Pero si Morrison y Ana la necesitan en alguna misión ahí, yo no puedo negarlo.

—Reyes, te pido que logres convencerlos de que no la dejen. No quiero perderla.

La confesión de McCree le sorprendió un poco, pero entendia su relación, el cariño y afecto que habia tomado por la menor en los últimos meses. Suspiro con algo de pesadez y asintió. De no ser porque estaban con Moira, McCree lo hubiera abrazado a forma de agradecimiento. Un leve asentimiento de cabeza fue su agradecimiento, antes de regresar a su habitación.

Caeli estaba en el consultorio, mirando el techo. Pensando en como pedirle a sus superiores que no la suspendieran de las misiones relacionadas con Daito. Quería ayudar con algo en lo que estaba vinculada, no por curiosidad, si no por “responsabilidad”. si la buscaban era por algo, y sabia que era su culpa. Se hundió un poco en la camilla, sin dejar de recordar a esa mujer irradiando solar y al chico lleno de arco.

—Tamara, Evan. —murmuro mirando el techo aun, los recordaba a la perfección a todos, al menos ahora.

Antony, el líder del grupo, era la mano derecha de Shiro. El Invoca tormentas lo eligió a el, porque tenia al ferocidad de una tormenta, pero mantenía un centro tranquilo; Tamara, una “hija del sol” como la llamaban, al usar sus habilidades, un par de alas de fuego decoraban su espalda y lanzaba espadas o pequeñas esferas del elemento; Camil, usaba el vacío a forma de Flecha, cuando los omnicos los rodeaban, lanzaba la flecha a sus pies, aturdiendo a los enemigos y de alguna forma los enganchaba con el elemento; y Evan, hacia buena combinación con Camil, sus golpes agiles, rápidos y certeros a los enemigos los reducía a firmas de arco.

Se encogió en la camilla, mientras las imágenes de sus 3 compañeros, siendo obligados a matarla o llevarla medio consiente a ese hombre, le perturbaba. Tamara odiaba usar violencia contra sus compañeros, y Evan era demasiado bromista como para ser alguien agresivo. Era obvio que no eran ellos, al menos no en si. Asi como Camil, que habia sido consumido por su elemento.

El arco resonó en su interior dándole una fuerte sacudida, estaba claro. Se sentó en la camilla, miro la muda de ropa que Hana había traído para cuando se sintiera mejor. No querían que se quedara demasiado tiempo en el consultorio, pero estaría en constante chequeo. Se vistió y se dirigió a la base de Blackwatch.

—¡Moira! ¡Camil! —Sombra y Hanzo estaban en la sala, al ver a la menor tan alterada, se preocuparon, poniéndose de pie de inmediato.

—¿Qué sucede?

—¿Dónde esta Moira? Creo que descubrí algo.

Los dos agentes se miraron un tanto preocupados. Querían saber que era eso que habia descifrado, pero , no querían meterse en donde no debían. Hanzo miro a Sombra de reojo, la hacker parecía tratar de hacer memoria.

—Esta en su laboratorio, y creo que esta con Angela.

—Iré a verla, gracias. Prometo decirles en cuanto le avise a Moira.

La menor fue de regreso a la base de Overwatch para poder informarle de lo que creía, era la causa de que sus amigos fueran controlados. Mientras se dirigía al laboratorio de la genetista, pensaba un poco en la persona que la había atacado antes de que la misión se realizara ¿Podría estar siendo controlado por pruebas de solar en el o ella?

Al llegar al laboratorio, noto que Moira ya la esperaba. Entro y se sentó frente a ella buscando las palabras correctas para explicarle su teoría. Paso saliva algo nerviosa.

—Creo que el control mental que los mantiene “prisioneros” es por culpa de su elemento.

—¿Por qué lo dices?

—Me parece bastante extraño que sus habilidades definitivas sean técnicamente infinitas. Tengo el presentimiento de que los 3 estaban tratando de defenderse y se dejaron llevar por su elemento, y si sumamos algún proyecto de control mental.

—Tiene sentido. Por cierto, Ana y Morrison quieren hablar contigo acerca de tu posible suspensión en estas misiones.

—Me lo imaginaba. Iré de una vez  necesito que entiendan porque quiero seguir esto.

—Muy bien. Solo no hagas enojar a Morrison.—la menor rio asintiendo suavemente, saliendo del laboratorio de la genetista. —Caeli

—¿Si?—contesto, cerca del marco de la puerta, volviéndose ligeramente.

—Si tu teoría es correcta, ten cuidado con el arco

—Lo tendré, gracias por preocuparte.

Y se fue. Moira miraba la puerta algo alterada con la teoría de la mas joven, si era cierta, todos corrían peligro. Un enojo o sentimiento mal controlado haría que todo se fuera por un tubo y las probabilidades de derrotarlos eran pocas. Un nudo se formo en su garganta, pensando en la complicada situación en la que se meterían. Más si Caeli era la que entraba en esa situación. El arco era el elemento mas peligroso para su gusto, el mas agresivo y mas inquieto. Bastante menos predecible.







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