Capítulo 13

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Luego de que Lena lograra su propósito de convencer al azabache de declarar sus sentimientos. Los 3 salieron de la habitación del brasileño. Mientras caminaban por los pasillos de la base de Overwatch al patio principal, Lucio se detuvo unos segundos bastante pensativo, alarmando un poco a Lena.

—Hey, Lucio. Me estas poniendo de nervios ¿en que piensas?

—Se que tenia que decirle algo a Edén y a Shiro pero lo olvide y me esta comiendo la cabeza—dijo el moreno rascando su nuca pensativo.

—Calma lucio, o te van a explotar los cascos—dijo Edén riendo y dándole una palmada, haciendo reír al moreno.

—Lo siento, pero se que era algo importante asi que necesito recordar.

—¡Lucio!—gritaron a lo lejos. Al voltear ,se encontraron con D. Va, Ángela y McCree.

—Oh ya recordé… D. Va salió con Caeli en la mañana—dijo apenado mientras Edén suspiraba y sonreía mas calmado.

—Tarde pero, gracias.

—Traje a McCree todo el camino enfrente, le hice un cambio a Caeli.—dijo Hana con una sonrisa mientras lo demás sonreían.  McCree intentaba voltear pero enfrente de Caeli, estaba Ziegler, evitando que esta se viera. Odiaba el tamaño que tenia la sanadora de Blackwatch. Pero le agradaba que fuera asi de pequeña.

Se dirigieron a la base de Blackwatch. Una vez ahí Ziegler se hizo a un lado. Caeli tenia la cara en un bello tono escarlata, su cabello estaba suelto y caía a los lados con los mechones ligeramente rizados. Todos quedaron en silencio admirando el cambio. Se veía menos infantil.

—Digan algo, me ponen nerviosa—dijo la menor mientras Shiro se acercaba revolviendo su cabello con su pesada mano.

—Sigues siendo igual de tierna desde que te conocí—dijo el exo tratando de emitir una sonrisa. La menor sonrió y lo abrazo.

—Gracias Shiro. —dijo la menor mientras su equipo se acercaba empezando a bromear. Edén inmediatamente le reclamo el porque no aviso. Pero no podía molestarse con ella, no después de la platica que tuvo con Lena y Lucio. Le preocupaba el resultado de su declaración.

—Muy bien, dejen de hablar y a cenar—dijo Sombra desde el comedor, a ella y a Reyes les tocaba hacer la cena, cuando se disponía a entrar, Marc se puso en medio del paso con los brazos cruzados.

—Yo cocino—dijo el albino con una sonrisa socarrona y burlona. Confundiendo a la hacker.

—No, no te cambiare mi día—dijo Sombra molesta.

—¡Reyes, le cambias el día a Shiro!—Grito dante en la sala mientras hablaba con Ángela.

—Si, por mi mejor—contesto. De inmediato Sombra y Shiro se miraron, si el exo pudiera mostrar sonrojo, seria obvio que estaría como un tomate. Pero con su revestimiento bastaba.

—Suerte—dijo Marc en un susurro y corriendo a la sala. Sombra iba a matarlo cuando pudiera, aun le apenaba estar con el exo, a pesar de ya haber estado a solas un rato, bastante abrazados.

Entraron  a la cocina y empezaron a hacer la cena. Caeli ladeaba la cabeza bastante confundida, miro a Orfeo quien le dedico una sonrisa tierna. Este la jalo y la sentó en el comedor entre su equipo.

—Se que nos vas a preguntar y te contaremos, a ti y a Edén.

—¡Sombra y Shiro salen!—grito Dante de forma descarada, empezando a repetirlo una y otra vez. De inmediato los dos salieron de la cocina y se lanzaron contra el buscando la forma de callarlo.

Caeli se tapo la boca mientras los demás reían al ver como Dante peleaba por que no le soldaran la boca. Una vez se relajo la situación y la cena estuvo lista. McCree se sentó al lado de Sombra, mirando a Caeli directo a los ojos. La mejillas de la castaña se tornaron rojas de nuevo. Sirvieron la cena mientras esos dos se miraban a los ojos. Orfeo empujo un poco el hombro de Edén para que hablara con Caeli, pero este se negó a hacer algo.

En el lado de Sombra, Shiro y McCree se sentía un aire incomodo y pesado. El exo se noto bastante tranquilo, pero por dentro sus circuitos le decían que algo no andaba bien y eso lo ponía nervioso. Cuando terminaron, Sombra tenia la cabeza baja bastante incomoda.

—Sombra ¿Pasa algo?—dijo Shiro con una voz dulce, que sorprendió a la morena y a Caeli. Ese tono lo había olvidado desde que los separaron de Caeli.

—No nada, pensaba, lavare los paltos—dijo levantándose y caminando a la cocina, de inmediato Caeli se levanto, y detuvo a Shiro quien iba a entrar.

—Hey, yo hablo con ella.—dijo la menor sonriéndole. Haciendo que el exo se calmara y asintiera.

—Gracias pequeña—susurro acariciando su cabeza y caminando a su habitación algo preocupado por su “novia”. McCree lo miraba de lejos con una mirada de soslayo y bastante odio.

—¿Sombra estas bien?

—Si todo bien, solo pensaba un poco—dijo nerviosa la hacker mientras empezaba a lavar, de inmediato Caeli la detuvo y la hizo sobresaltarse.

—Escucha, me preocupa que te pase a ti y a Shiro, los dos son importantes para mi. Puedes confiar en mi

—Gracias pequeña, pero, no es nada.—dijo con calma mientras la abrazaba, eso calmo un poco a la menor mientras empezaban a lavar los platos sucios y platicaban un poco.

Cuando acabaron, la castaña se dirigió a su habitación para dormir, cerro la puerta y se recostó con la cara en la almohada. Pensaba lo que acababa de ocurrir. Cuando mas metida en sus pensamientos estaba escucho un golpe sordo afuera, no le tomo mucha importancia hasta que un par de voces empezaron a oírse mas y mas fuerte, cuando reconoció la voz de Shiro, se levanto y al salir, no había nadie. Volteo a todos lados pero nada.

Dentro de una habitación un exo se volvía loco, sus manos y piernas temblaban de la ira que contenía. Sus ojos estaban teñidos de rojo al igual que su boca, sentido rabia, ganas de matar a ese maldito hombre. ¿a quien? A Jesse.

Cuando escucho a Sombra entrar a su habitación, se levanto y salió para hablar con ella. Cuando iba a tocar, McCree lo acorralo contra la pared. Escuchándose un estruendo sordo, el exo lo miro confundido y se encontró con el vaquero, con una enorme sonrisa bastante burlona.

—¿Vas con ella? Lo siento, pero no creo que puedas hacer algo con tu… posición.

—¿De que hablas?

—No lo se, ¿Sabes porque no me alegro que estuvieran de novios? —el vaquero lo jalo del cuello metiendo los dedos en sus circuitos, haciéndole bastante daño.—Porque ella ya fue mía.

Susurro el vaquero. El exo se quedo congelado mientras McCree sonreía con victoria. En realidad al exo no le importaba mucho, pero, ¿Cómo ese cerdo podía decirle esas cosas?

—te aseguro que si entro esta noche, vendrá a rogarme por mas—murmuro una ultima vez, el exo se soltó y entro a su habitación. McCree regreso a su habitación a tiempo antes de que Sombra saliera.

Shiro se sentó en la cama, y con sus manos cubrió su cara, e inmediatamente cerro los ojos dejando descansar su cuerpo.

A la mañana siguiente, el exo abrió sus ópticos al oír la puerta abrirse, ahí estaba Caeli, quien no dejaba de verlo con preocupación.

—¿Todo bien? Llevo al menos una hora llamándote y no contestas—dijo la menor arrodillándose frente a el.

—Todo bien, solo pensaba—dijo calmado mientras se levantaba, la menor lo miro algo dolida.

—Shiro, si es por Sombra es mejor que me digan que pasa, me duele verlos asi de idos.

—Caeli, pequeña, esto no tiene nada que ver—el exo se volvió y la abrazo pegándola a su pecho, necesitaba de su calidez ahora.

La menor se aferro a su espalda suspirando. Se quedaron asi un rato mientras la menor le sonreía, logrando levantarle el animo al exo. Salieron al comedor donde Orfeo y Edén miraron al exo cuando se sentó a su lado, algo andaba mal en el, era serio siempre pero, era muy enérgico.

—Bien chicos, váyanse preparando, tenemos una misión importante para ustedes mañana—dijo Reyes pasándoles los documentos de la misión, Shiro los tomo sin mucho animo empezando a leer.

—Es una misión fácil, pero tardaran.—dijo Ana quien venia entrando a la base de Blackwatch con una gran sonrisa.

—¿Exactamente que haremos, capitana?—dijo Edén mirando los papeles con seriedad.

—Este caso es especial, irán ustedes 6. En ese laboratorio están creando venenos peligrosos y deben evitar que salgan de ahí, en todo caso van a traerlos. La medica Ziegler se encargará del análisis. Si no logran sacarlos destrúyanlos, pero de preferencia tráiganlos.

—Bien—dijo Shiro levantándose y entrando a su habitación. La mas joven del equipo bajo la mirada dolida.

—¿le pasa algo?—dijo Ana mientras Caeli negaba.

—Ni yo lo se… creo esta molesto.

—No te sientas mal querida. Todos tenemos días malos.—dijo Ana sonriéndole mientras la menor se alegraba un poco.

Luego de que Shiro se fuera a su habitación, Sombra entro al comedor, el ambiente estaba algo incomodo lo que la hizo desviar la mirada. Entro a la cocina lo mas rápido que pudo. Suspiro y empezó a hacer su desayuno. Quería hablar con Shiro, no estaba acostumbrada a que las cosas se le fueran de las manos, y ver a Shiro tan apagado desde ayer era una de esas cosas que se le iba.

Termino su desayuno y se dirigió a la habitación de Shiro. Algo dudosa miro el panel donde se colocaba el código., Acerco su mano con cuidado y empezó a teclear hasta que la puerta se abrió. Entro en silencio asomando un poco la cabeza, las luces estaban apagadas y no veía rastros de luz del rostro del exo.

—¿Shiro?

—¿Pasa algo?—dijo el exo quien estaba sentado en su cama, alejo sus manos de su rostro dejando a la vista sus brillantes ópticos blancos.

—¿Todo bien?

—Todo bien, necesito estar solo.

—No creo que sea la mejor decisión que tomes.

—Siempre lo he estado, por favor, vete

—Shiro, ¿Qué paso?

—Deja de insistir.

—No me hagas entrar en tu sistema de memoria—dijo Sombra encendiendo las luces, el exo se levanto de golpe y la acorralo contra la puerta de metal que se acababa de cerrar.

—Anda, hazlo y dime si lo que ves es cierto—dijo con rabia el exo, de inmediato sombra lo tumbo en el suelo y con sistema de hackeo empezó la búsqueda.

Al menos una hora basto para que encontrara lo que estaba lastimando a su amado exo. La platica que tuvo ayer con McCree. Sombra suspiro bajando la mirada. El exo se sentó en el suelo mirando a la morena.

—¿es cierto?

—Eso fue hace mucho Shiro. No dejes que todo lo que te diga te afecte. Busca la forma de seguir teniendo el control de todas las chicas aquí.

—Me afecta la forma en que lo dice.—el exo acaricio con su mano la mejilla de la morena.— Si lo hizo contigo, lo hará con Caeli. Si vuelve a decir, o hacer algo de este tipo, no me importaría meter uno mas a mi lista.

—Shiro.

—Solo digo lo que pienso.—la hacker río y se abrazo al exo, se sentía tranquila ahora.

El exo la abrazo y suspiro, lo decía enserió, si McCree se pasaba de listo. No le importaba que Caeli y media base lo odiara, lo mataría.  Una vez aclarado el problema que tenia tan nerviosa a Sombra y a Shiro, pudieron verse sin volver a sentir incomodidad, o que el exo se pusiera algo agresivo.

Mas en la tarde, el equipo de Blackwatch estaba entrenando. Mccree miraba de lejos a la menor del grupo. Lo estaba volviendo loco en poco tiempo, estaba a punto de acercarse pero Shiro se puso en medio de su objetivo. Se puso nervioso pero fue bastante bueno en ocultarlo. Ambos se miraban con odio, como si su vida dependiera de ello.

—McCree, te recomiendo que pares.— al lado del vaquero se posiciono Genji, quien lo miraba con seriedad.

—No, ese exo se cree mejor que yo.

—Por desgracia lo es.—Sombra apareció frente al vaquero dándole una buena bofetada, el golpe se escucho por todo el patio de la base.

Los reclutas trataban de no reír. Shiro por su parte se cruzo de brazos, satisfecho del golpe que recibió el vaquero.

—¿¡Que demonios te pasa!?

—Eso es por lo que le dijiste a Shiro, y quedamos que quedaría entre nosotros. Y ahora te vas a joder, Shiro te va a alejar de Caeli.—dijo la morena cruzándose de brazos con una sonrisa.

—¿Qué? ¿¡Porque!?—grito mientras los demás reían.

—Por cerdo.—dijo Shiro acercándose por detrás de Sombra, sus ópticos se tornaron naranjos. El vaquero se limitó a pasar saliva.

—Caeli.—la castaña volteo, Edén la miraba con la cara ligeramente roja y algo escondido en su espalda.

—¿Pasa algo?

—Quiero hablar contigo








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