Taza de Café llena de Sangre

200 22 31
                                    


Estaba en mi puerta un chico extraño, nunca lo había visto, su vestimenta era completamente extraña. Una sudadera gris y unos jean rotos manchados de color rojo. ¿Quién será el?, no puedo ver su rostro porque tiene una máscara que tapa toda su cara, la máscara nada más deja visible sus ojos. La máscara era de color negro, la forma era de un demonio deshuesado de cara redonda, sus cuernos de huesos tenían algunas grietas que estaban en forma de media luna, la parte de la boca estaba mostrando sus dientes sin carne, solamente los dientes, en la parte de la nariz no tenia, estaba sin nada, en la parte de baja de la nariz dejaba mostrar unos colmillos de huesos. El color le daba el toque aterrador y más que toda la máscara era negra, me hacía sentir pánico.

— ¿Quién eres tú? ¿Por qué traes ese alicate contigo? —pregunté, tenía sangre en sus manos, no tenía idea de quién era este tipo.

— ¡Vas a morir! —anuncia mientras agarra más fuerte el alicate, su voz era masculina— ¡Tienes que morir! —enseguida arrastré mi cuerpo sobre el suelo alejándome de él, cerró la puerta muy fuerte y caminó en mi dirección— ¡Tienes que morir! ¡Tienes que morir! —gritaba excitado— ¡Vete al infierno! —agarró una de mis piernas y me jaló hacia él, se puso encima de mí y agarró el alicate, movió su mano en dirección a mi cara, enseguida mi cubrí con mis manos y me dio un golpe fuerte en mis muñecas.

— ¡¿Por qué a haces esto!? —pregunté.

— ¡No tengo más opción! —apartó mis manos que estaban cubriendo mi cara y recibí un golpe en mi mejilla, que fuerte dolor— ¡Tienes que morir! —grita.

— ¡¿Quién eres tú?! —grité— ¡No te conozco! —lo empujé a un lado y se quitó encima de mí, enseguida agarré el alicate y estaba húmedo. Sentí que alguien estaba detrás de mí y me susurran al oído "Matarlo", mi instinto me dice que lo mate, pero no lo haré, intentaré hablar con él— ¡¿Quién rayos te mandó?! —grité.

— ¡Ciempiés! —me extrañó escuchar eso. Al parecer estaba cayendo en la locura.

— ¡Déjame en paz! —dije alterada— ¡¿Quién es Ciempiés!? —pregunté a gritos.

— ¡Demonios, Kylie! —grita mientras pone sus manos encima de su cabeza—¡Eres una hija de puta! —grita, corre hacia mí y enseguida corrí hacia la cocina lo más rápido que pude, de lo rápido que corrí me lastimé las caderas con la mesa de cerámica que estaba en la cocina, debajo de eso había unos cajones y sin pensarlo agarré un cuchillo del cajón y lo levanté, ya ese tipo estaba en la cocina a unos pasos de mí.

— ¡No te acerques! —dije quitándome del lugar.

— Eres débil, no puedes —dice caminando rápidamente hacia mí.

— ¡No quiero lastimarte! —advertí y choqué con una silla, caí sentada en ella.

— ¡Tú eres quien va a salir lastimada! —grita, en un movimiento rápido moví mi mano sobre su brazo y le hice una herida, no se quejó del dolor, moví mi mano para hacerle una herida en su segundo brazo pero esquivó con un movimiento de su cuerpo y enseguida me quitó de las manos el cuchillo— Las niñas no deben jugar con cuchillos —dice lanzando a un lado el cuchillo sin desviar la mirada de mí. Yo estaba completamente inmóvil, no podía moverme, si intentaba levantarme seguro iba a golpearme.

— ¿Qué es lo que quieres de mí? —pregunté con miedo.

— Yo nada, pero ciempiés sí —dijo y posó su mano en mi camisa—. ¿Qué pasaría si levanto esta camisa y empiezo a hacerte heridas?—pregunta— No, mejor que ciempiés se encargue de eso —agarró mi cabello y jaló fuertemente hacia atrás—. Ciempiés viene por ti —advierte.

¿Quién es Annie? #BlueStarAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora