Capitulo 2

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Me desperté y de inmediato vi la hora en mi reloj que está en la mesita al lado de mi cama, marcaba las 5:00 AM, la alarma me despertó justo a tiempo. Me desenvolví de las cobijas, me levanté, fui directo al baño, lavé mi cara con agua y jabón, cepillé mis dientes, me quité la ropa quedando así mi cuerpo desnudo, entré a la bañera, dejé que el agua fría se apoderada de todo mi ser, se sentía tan bien...

Después de darme el baño me sequé con mi toalla, salí del baño fui a mi armario para sacar un pantalón jean negro de cintura alta y ajustado a mis caderas, saqué una camisa unicolor vinotinto metida por dentro del pantalón que deja un poco de la camisa hacia afuera para que cuando estirara los brazos no me cueste tanto, me puse unos zapatos convers vinotintos, me gustan los colores oscuros y la vez los colores pasteles, todo depende de la ocasión.

Salí de la casa de mis tíos y al cerrar la puerta de la entrada escuché que habían cerrado una puerta muy fuerte que se escuchó muy cerca, miro por donde viene el ruido y veo que es la casa de los nuevos vecinos. ¿Qué habrá pasado?, vi a chico de color piel como la nieve, de cabellera negra color azabache con peinado hacia atrás, sí era Fred Reveel, llevaba unos jean ajustados una camisa manga larga azul oscuro y unas convers, tenía cargado su bolso de un hombro. Dejé de mirarlo y comencé a caminar, Fred iba detrás mío pero no decía nada, iba más serio de lo normal, no le di importancia, seguí caminando hasta la parada de bus y me monté en él, luego bajarme e ir hasta mi escuela siento que algo me detiene y miro a un lado de mi brazo derecho, veo que es una mano de hombre, enseguida caí en cuenta que era él.

— Buenos días, pequeña —lo dijo con su voz ronca y con una sonrisa de medio lado, que coqueto, pero no es que me interese.

— Buenos días —miré donde él tenía su mano en mi brazo, de inmediato la quité.

— ¿Vas a tu escuela?

— Sí, me tengo que ir, llegaré tarde y no me gusta retrasarme en clase.

— Entonces te acompañaré hasta la entrada de tu escuela, luego iré a la mía ¿sí?

— Haz lo que quieras.

— Seré tu acompañante para todos lados.

— Bueno...

Lo ignoraba mientras seguía caminando, pero ya no estaba detrás de mí, ahora estaba al lado mío, muy pegado de mí, pero no le di importancia, no sé qué es lo que pretende hacer pero no bajaré la guardia. Es extraño que de la nada me hable ahora teniendo yo mucho tiempo yendo al café y en ese entonces no me hablaba de esta forma, solo pedía la orden y no me decía "pequeña" hasta que el día de anterior que me lo dijo.

— ¿Kylie, no? —preguntó sin despegar la mirada del camino, claro si lo hacía podía caerse o tropezar con algo.

— Sí, Kylie —lo miré entre reojos y vi que se le dibujó una sonrisa al yo decir esas palabras. Se escuchó muy sexy su voz al pronunciar mi nombre. ¿Qué rayos estoy pensado?, ¿él no puede llegar a gustar de mí?, ¿o sí? Dejé que mis pensamientos hablaran solos.

— Lindo nombre.

— Gracias.

Llegamos a la entrada de mi escuela y noté que a muchas chicas se les caía la baba por el tal Fred, murmuraban cosas mirándolo, no disimulaban sus miradas hacia él y se ponían en poses coquetas. Demasiado galanteo para mi gusto, es empalagoso... Fred las ignoraba, ni las veía hacía caso omiso de su existencia, al parecer a él tampoco le gusta que las chicas hicieran eso no, tienen nada de atractivo esas galanterías.

— Ya hasta aquí, ésta es mi escuela —dije señalando con la mano en dirección a la puerta principal— Hasta luego Fred.

— Espera, yo también estudiaré aquí —sonríe—. Ahora estaré para acompañarte en todo, mi pequeña —dijo acercándose a mí para darme un beso en la frente, siento que mis mejillas me arden, debe ser que ya me sonrojé.

¿Quién es Annie? #BlueStarAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora