Cementerio

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Después de tantos días hoy llega el día de mi graduación, y como tienen entendido el día de mi cumpleaños. Y el día que mis padres cumplen otro año más de muertos.

Me desperté temprano, iré al cementerio a llevarles flores a mis padres. Lo hago cada año, hice una promesa de que cada año les llevaría flores y les contaría todo lo que me ha pasado

Les contaría como a estado mi vida estos últimos meses, Alexia, mis tíos, Manuel... Fred. Les contaría todo, como un desahogo.

¿Ellos se sentirán solos? ¿Se sentirán tristes cada vez que llega este día?

Supongo que sí, supongo que no...

Algunas personas dicen: "Odio el día de mi cumpleaños", "no me gusta celebrar el día de mi cumpleaños". No entiendo cómo pueden decir eso.

Lo que yo más deseo es que mis padres estén vivos, celebrar el cumpleaños con ellos, salir al cine, salir a comer e ir al parque. Lo sé, cosas de niñas pequeñas, pero eso es lo que quiero.

>>Tengo que irme<< Pensé.

Salí de casa sin despedirme de mis tíos ni de Alexia, ya que saben que cada año voy al cementerio.

Al salir de casa miré a la casa de al lado, la casa donde vivía mi hermano. No he tenido pistas de él, no sé si está muerto o vivo, me pidieron que no lo buscara, que eso era lo que él quería, que nadie lo buscara...

Dejé de mirar esa casa que sentía nostalgia y ese sentimiento de tristeza, empecé a caminar.

— ¿Manuel? —dije en voz alta, Manuel estaba unas casas junto a un Harley color negra. Miró en mi dirección y sonrió, sin decir nada sonreí también.

Caminé a esa dirección.

— Pequeña —pronuncia cuando me detuve en frente de él.

— Idiota —sonreí.

— ¿Hacia dónde vas?

— Iré al cementerio, el que está por una montaña.

— ¿El cementerio que está en las afueras de la ciudad? —vuelve a preguntar montándose en la Harley.

— Ese mismo —dije y sonreí. Enciende su motocicleta.

— Vayámonos —dice mirándome esperando un "Sí" por respuesta.

— Acepto tu ayuda en llevarme, no quiero caminar —dije montándome en la motocicleta.

— Ay pequeña, me haces reír —dijo mientras lo abrazaba, pasaba mis brazos por sus caderas. Debo admitir que nunca me he montado en una moto.

— Dime algo que no sepa —dije entre risas.

— Que eres mi persona favorita —dice empezando a manejar, fue una sorpresa, pero no respondí a eso.

Ya casi llegando al cementerio, tuvimos que detenernos abajo de la montaña en un lugar donde dejan para estacionar sus autos o motocicletas. Dejó la Harley estacionada en ese lugar y empezamos a subir unas escaleras.

Esas escaleras nos llevaban a la cima de la montaña donde queda el cementerio. Es un lindo lugar, al estar en la cima puedes ver a lo lejos el mar.

— Si te llegas a cansar te puedo cargar —dije entre risas, el silencio era incómodo.

— No eres capaz de aguantar mi peso —me sigue el juego.

— Tienes razón, una princesa como yo, no puede aguantar el peso de un ogro —me reí.

¿Quién es Annie? #BlueStarAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora