La pequeña Vongola

Una pequeña perdida

Todo comenzó como una mañana tranquila donde los pájaros cantaban alegremente, el sol se asomaba llenando las casas de su luz cálida y unos pequeños rayos de sol atravesaban la ventana de la residencia Sawada donde un castaño durmiente disfrutaba su despertar mañanero tranquilo hasta que un león mazo lo golpeo en el rostro y toda aquella tranquila mañana se volvió el infierno.

-levántate dame-Tsuna si no quieres llegar tarde. -hablo el azabache de patillas rizadas con un león normal en su sombrero.

- ¡hite! -menciono el castaño tirado en el suelo sobándose su cabeza- Reborn no hagas eso.

-Jo así le hablas a tu tutor -hablo mostrando un semblante serio y un león convirtiéndose en pistola- creo que debo de darte las tutorías más estrictas dame-Tsuna.

Y así empezó su mañana con una bala de su tutor espartano rosándole el rostro comenzando su infierno, luego de ese gentil despertar bajo a la cocina con unos cuantos raspones encontrándose en la cocina con su querida mujer de cabellos castaños y ojos miel.

-buenos días Tsu-kun -le dedico una sonrisa a aquel castaño.

-buenos días Okasa -respondió sentándose en la mesa.

-Tsu-kun ¿Qué paso? ¿volviste a caer por las escaleras? -sonreía con cariño al ver lo cuan torpe era su hijo, pero le preocupaba que se fuera a lastimar.

-dame-Tsuna se cayó de la cama mama -el azabache apareció de repente dando un salto de la nada y cayendo sobre la cabeza de Tsuna que paro besando a la mesa.

-oh ten más cuidado cariño -sonrió la castaña y les sirvió comida a todos.

-jajajaja ¡Tsuna es torpe! -reía fuertemente lambo mientras se paraba sobre la mesa.

-Lambo no digas esas cosas -hablo la única niña en ese momento regañando al de traje de vaca.

-lo torpe que es Sawada cada día sorprende -hablo una mujer adulta con cabellera rosa ayudando a Nana a cocinar.

Cuando Tsuna despertó después del beso tan romántico con la mesa apenas y a probar bocado cuando se dio cuenta que su desayuno fue robado para luego dar paso a un tutor espartano con león pistola disparándole a los pies para que así corriera a la escuela para impedir que llegara tarde.

- ¡Reborn deja de dispararme! -gritaba mientras corría por su vida y al doblar la esquina choco contra alguien. - hite dolió.

-hahi estas bien Tsuna-san -se escuchó una voz de mujer frente a él igual tirada en el suelo.

- ¡Haru! -grito sorprendido.

-Buenos días Tsuna. -hablo mientras se paraba y sacudió su uniforme al igual que lo hizo Tsuna con el suyo. - disculpa por haber chocado contigo.

-no te preocupes Haru estoy bien.

Luego de pararse y hablar mientras caminaban hacia sus respectiva escuela y casa entre risas y disculpas por haber chocado, cuando estaban a punto de separarse un pequeño llanto entre la gente llamo su atención.

-hahi suena como si un pequeño estuviera llorando.

- ¡hieeeee! -grito el castaño al sentir un agarre en su pierna derecha asustando a la pelinegra y su tutor lo callo con una patada en la cara haciéndolo caer al suelo.

-dame una vez dame para siempre -hablo su tutor parado en la acera mirando hacia su alumno tirado en el suelo.

-Tsuna-san -hablo preocupada la azabache agachándose para ver a el castaño, pero no pudo ya que unas pequeñas manitos y un cuerpo igual de pequeño estaban sobre el pecho de Tsuna.