La niebla como niñera

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Tsuna le había pedido a su guardián de la niebla más retorcido y psicópata de todos que cuidara de una pequeña e inocente castaña que era más frágil que el mismo cristal, además de que enamora a cualquiera con su mirada y acciones, no sabía cómo, pero la piña acepto cuidar de la pequeña tal vez fue la adorable mirada de esta que hablando su corazón que solo quería hacer daño pero como lo vemos ahora se dirigía a la salida de la escuela con la niña aferrada a su cuello.

-Kufufu -se reía en el camino esa piña tan amable o eso creerían hasta que se topó con un pelinegro que lo buscaba desde hace horas para morderlo hasta la muerte- Ave-kun -fingía estar sorprendido bajo a la pequeña y la puso a lado suyo.

-Hum -lo miraba serio con aquellos ojos metílicos llenos de ira y sed de sangre.

-Como vez no puedo pelear ahora contigo -dijo sonriente ya que pensaba deleitarse por ver al Prefecto enojado.

-Está prohibido traer niños a la escuela -hablo serio mostrando sus tofas sin mirar a la pequeña que tenía sus ojos castañitos puestos sobre el azabache.

-Kufufu quiere decir que tampoco dejaras que la hija de Tsunayoshi este con su mami -hablo sonriendo al ver el rostro de enojo de la nube- Kufufufu que no te han dicho que tenemos una hija -y ahí se fue la paciencia del azabache ahora si lo mataría y no sabrían nada de la piña más que un licuado.

-Por alterar el orden te ....

No termino de amenazarlo porque de la nada un carro freno bruscamente en la entrada de la escuela dejando salir una cuerda larga que se enredó alrededor del cuerpo de la niebla atándolo y atrayéndolo hacia dentro del auto para luego darse a la fuga secuestrando a la pobre Niebla que solo quería jugar con el prefecto, pero ahora estaba pagando por ello y era karma dejando atrás a la pequeña y a un azabache mirando a donde antes se habían llevado a la piña.

-hum -miro con algo de enojo ya que se llevaron a su presa estaba a punto de irse cuando sintió un agarre en su mano. - ¿Qué quieres pequeña herbívora?

-mami me dejo a cargo de mi tío piña, pero ahora no está y mi mami se preocupará si no me cuidan -hablo tiernamente agarrando sin temor la mano del demonio.

-hum con mama te refieres a Sawada Tsunayoshi -hablo haciendo una mueca en su rostro.

-si -sonrió tiernamente- pero ahora quiero ver el Kamihuosuro de papa ya que mama no me deja verlo.

El azabache la miro por unos minutos para luego irse de aquel lugar llevándose a la castaña a su recinto donde la dejaría cómodamente sobre el sillón haciéndole un par de preguntas las cuales ella respondió sin problema mientras llenaba la sala con su ternura y haciendo que los del comité se quedaran estáticos para recibir el cariño de aquella pequeña, pero eran echados de ahí por el prefecto.

-Kyo-san hay unos alumnos de otra escuela que lo buscan están armados con bates y tubos de hierro ya han destruido dos botes de basura y han lastimado a algunos de los del comité.

-hum -miro a la pequeña después de mirar a Kusakabe con el semblante serio- ¿qué te parece pequeña?

-quiero ir a ver como los muerdes hasta la muerte a esos herbívoros. -sonreía algo batida de pastel ya que se lo habían ido a comprar.

-bien iremos. -se paró de su escritorio seguido por la pequeña que lo tomo de la mano campantemente.

-pero Kyo-san que pasara con Nami-chan -hablo el subpresidente siguiendo los paso de su jefe y la pequeña.

Seguía sin recibir una respuesta del contrario llegando a la salida de la escuela encontrándose con varios estudiantes con atuendos peligrosos y barras de metal en la mano, así como bate de beisbol frunciendo el ceño con la idea de golpear al demonio de Namimori se vio algo nervioso por la presencia de la niña, pero esta actuaba normal.

La pequeña VongolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora