La pequeña Vongola

El infierno de Miura

-¡Miura!.

Se había escuchado el grito de los mocosos que estaban en aprietos ya que los tentáculos que los sostenían apretaban cada vez más su agarre para no soltarles sentía como estaban siendo drenados de su poder poco a poco y quizás por ellos los más pequeños perdieron el conocimiento y solo miraban a la albina parada haciendo pequeñas ilusiones para combatir a los atacantes la cual los miro al instante de escuchar su nombre y no podía creer lo que estaba a punto de hacer.

-y yo que me quería divertir mas -comento la albina mirándolos sonriente.

-¡Miura hazlo carajo! -grito la platinada siendo más apretada.

-ñe no quiero.

-hum -se quejó el azabache siendo apretado por los tentáculos- por favor Miu -pidió dejando a todos los mocosos en shock.

-que mas da -suspiro mirando seria a todos con su tridente con alas a fuera haciendo salir a la caja arma de Mukuro.

-esa mocosa idiota -sonrió la niebla caminando hacia donde estaba ella.

-¡Mukurowl cambio forma! -llamo sin importancia extendiendo su mano hacia la derecha donde el ave se poso y su forma física fue absorbida dando paso a un par de pendientes con cristales mientras era seguido de un dragón que disminuyo su tamaño y se enredó alrededor del tridente como una gran serpiente con alas.

- ¿esto es posible acaso? -se pregunto el rubio de los Cavallone sin poder pararse por la gran ola invisible de poder que emanaba del cuerpo de la albina y no solo eso comenzaba a ser rodeada por una espesa aura de color índigo con rastros de un color verdoso.

-oya oya oya es hora de que me conozcan -mostro una gran sonrisa en su boca que demostraba la peor de las mentes retorcidas en todo el mundo sustituyendo la de la piña loca cuando se enojaba ferozmente, tomo su tridente y comenzó a darle vuelta mientras que uno de sus ojos parecía quebrantarse como un cristal- conozcan mi infierno -sonrió para detener su tridente y tocar el suelo con este provocando que su ojo quebrantado mostrara que era de un color índigo con la marca del numero sesenta y seis así como también provoco que una gran hola oscura se alzara por todos lados cubriendo por completo el territorio donde estaban desmayando a casi todo el mundo por la poderosa ilusión, era como un cilindro lleno de ojos que todo lo ven y que lloraban sangre mientras que todo parecía moverse y ser absorbido por alguna oscuridad poniendo la mente más débil a merced de la locura completa.

-¡¿Qué diablos es esto?! –grito la lluvia de varia intentando no ser doblegado por la maldita ilusión.

-no puedo -se quejó Takeshi vomitando su almuerzo hincado en el suelo comenzando a ver todo oscuro- Tsuna es fuerte.

-Judaime no me siento bien -intento seguir en pie pero era tarde todo en el daba vueltas.

-¡esto es EXTEMO!-grito el sol también sintiéndose algo arrastrado por la fuerte ilusión que le comenzó a provocar diferentes escenarios.

-ahhh -gritaban algunos huyendo de quien sabe que mientras se arrastraban por el suelo que era como una laguna llena de sangre tan oscura como la noche.

-esto es -dijo la niebla de los arcobaleno en el suelo siendo sostenida por Fon- es demasiado real y mucho poder.

-a veces la mente es mas poderosa que lo físico -comento la tormenta de los arcobaleno manteniendo la calma para no caer.

-Kora muévanse tenemos que llevarnos a Uni de aquí -los jalo un bebe rubio con uniforme de militar alejándolos de la ilusión ya que el igual estaba siendo afectado y no podía permitirse ese lujo.