Extra Navidad

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La navidad se acercaba y la mansión vongola se encontraba realmente adornada con guirnaldas, esferas e incluso en medio del salón principal se encontraba un enorme pino de navidad realmente enorme cubierto de un blanco perteneciente a la nieve y aun los regalos faltaban pero eso no importaba para una pequeña ya su persona favorita aun no despertaba así que iría a despertarlo junto a un castaño adulto que la siguió tomándola de la mano. Entraron a una amplia habitación y se acercaron a la cama donde el cuerpo de un azabache descansaba.

-Ni-san despierta -sonrió la pequeña castaña subiéndose a la cama para despertarlo pero este solo abrió un poco sus ojos- vamos iremos de compras a la ciudad por navidad.

-hum Nanami ahora voy -contesto con una voz ronca así como débil.

- ¿Ni-san?

-hum Tsubaki no te vez nada bien hijo -hablo un castaño mirándolo como el azabache se intentaba parar de la cama.

-estoy bien cof cof -pero de la nada le ataco una tremenda tos.

-cariño déjame ver -se acercó el castaño tocándole la frente- dios mío estas hirviendo -el castaño recostó al chico sobre la cama- Tsubaki te quedaras en cama a descansar vendré a verte en unos minutos- miro a la castaña para luego bajarla de la cama- vamos Nami dejaremos descansar a tu hermano.

-Pero mami, Ni-san no ira con nosotros.

-no cariño, él está enfermo -sonrió cerrando la puerta de la habitación- no te preocupes pronto estará mejor.

La castaña quería creerle a su madre pero los días pasaban y pasaban haciendo que la navidad comenzara a acercarse más, dejando con poco tiempo de recuperación a su hermano el cual aún seguía sin dejar de estar enfermo. Pensó varias veces en hacerle compañía pero le habían prohibido entrar a aquella habitación para evitar que ella también se enfermara así que permanecía ahora sentada en el suelo justo frente a la puerta con las piernas flexionadas portando un hermoso vestido. Ella quería pasar la noche buena a lado de su hermano como todos los años y destapar sus regalos juntos y a lado de todos sus amigos pero ahora era imposible.

-Hum no por estar sentada ahí tu hermano sanara más rápido -se escuchó frente a ella la voz de su padre que la miraba con seriedad.

-Ota-san ¿porque mi hermano tenia que enfermarse tanto y ahora? -sus ojos parecían querer soltar lagrimas- yo quiero abrir mis regalos con él.

-No te parece algo egoísta tu petición -hablo el azabache mirándola- tu hermano está enfermo y débil, si cumple tu capricho terminara enfermándose mas -la miro con seriedad y ella abrió los ojos de par en par- ¿acaso eso es lo que quieres? que tu hermano se enferme más.

-no -contesto apenada y soltando algunas lágrimas- pero quiero que Ni-san sea feliz en navidad así que dejare que descanse.

-hum eres igual que tu madre -se agacho para cargarla y acariciarle las hebras de su cabello- cometes errores pero luego los resuelves y te apenas al notarlo.

La castaña al escuchar esas palabras se le vino una idea interesante a su pequeña cabeza de cuatro años así que espero que sus padres y todos en su familia se fueran a dormir obvio no despertaran hasta mañana ya que terminaban realmente mareados después de bebe un liquido de una botella verde con un tapón aunque los únicos obstáculos serian sus padres que ellos despertaban temprano al día siguiente.

-Ni-san navidad llego -sonrió bajando las escaleras y mirando el árbol repleto de regalos en el suelo.

La mañana de navidad comenzó y un castaño bajo a la cocina para pedir un café pero al bajar noto que los regalos, el árbol y las decoraciones habían desaparecido de aquel salón enorme dejando caer su taza de café mañanera. Pensó que tal vez seria una broma de sus familiares y los despertó a todos los cuales parecían de mal humor aunque no se atrevían a enfrentar a un castaño con la mirada oscurecida y si estaban a punto de convertirse todos en estatuas cuando una sirvienta se acercó.

-Decimo -interrumpió la chica impidiendo una masacre- no debimos de hacerlo si no eran sus ordenes pero la pequeña ama nos pidió a nosotros y a los niños llevar los adornos y los regalos al cuarto del amo Tsubaki para que se sintiera mejor, disculpe si cometimos un error.

- ¡los niños! -gritaron todos sorprendidos.

Al saberse eso todos los vongola corrieron hacia el cuarto directo a la habitación del onceavo vongola que estaba enfermo. Primero el objetivo era regañarlos a todos pero al entrar se encontraron con todos los niños en el cuarto. Las paredes tenían las guirnaldas colgadas de un clavo mientras el pino se encontraba en una esquina cerca de las ventanas los regalos permanecían debajo del arbol y los niños más pequeños estaban sobre la cama sentados a lado del azabache mientras los grandes permanecían parados mirándolo sentado sosteniendo un regalo en las manos con su mirada débil y su piel algo pálida.

-Ni-san ese es mío, santa me dio la idea pero yo lo hice -dijo feliz la castaña.

-hum cof cof bien -abrió la pequeña caja encontrándose con un pañuelo de bordados de su familia- cof cof un pañuelo gracias.

-es para que te sientas mejor -sonrió señalando el pañuelo- si toses en èl las bacterias que te enfermaron se quedaran ahí y ya no volverán a enfermarte así sanaras más rápido Ni-san.

-hum gracias Nanami es un regalo hermoso -formo una pequeña curva en su rostro para luego poner el pañuelo sobre su boca.

-Niños -llamo el castaño con los brazos cruzados.

-oh oh -dijeron al darse cuenta de que estaban en problemas- nosotros...

-tranquilos niños no estamos enfadados -sonrió el castaño para ir a abrazar y besar a sus hijos- feliz navidad a ambos ustedes son mi más preciado regalo.

- ¡Eso quiere decir que a abrir obsequios! -grito el albino jefe de los millefiore emocionado haciendo que los niños comenzaran a tomar sus regalos y el iba hacer lo mismo.

-Kufufu tu no idiota -lo tomo del cuello la niebla haciéndolo parar.

-Crueldad por que solo los niños pueden tener regalos.

-jajajajaja

Si esa era su familia una muy gritona, malhumorada, infantil y a veces se peleaban entre ellos pero siempre que alguien de la familia necesitaba ayuda ahí estaban junto a ellos haciendo de su familia la mas unida del mundo.

¡Feliz navidad les desea la pequeña vongola!

La pequeña VongolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora