varados y sin carne ¡corran!

1.3K 128 7
                                    

Era un buen día para tomar un vuelo y viajar a salvo,almenos que seas los varias que ahora en medio de un bosque se veía en el cielo un hermoso avión privado con la mejor tecnología del mundo, asientos especiales de la mejor tela, computadoras inteligentes, alcohol y carne ósea carne es muy necesaria en verdad sus vidas estaban en manos de la carne pero ahora solo caía en picada para estrellarse contra el suelo.

-¡ahhhh! -gritaba una albina aferrándose a la pierna de la lluvia que trataba de estabilizar el maldito avión sentado en la mesa del piloto.

-¡Voiii por eso odio volar con ustedes malditos! -gritaba intentando sobrevivir.

-oh puedo flotar -hablo con su voz típica el niño peliverde flotando dentro del avión.

-interesante caer en picada provoca volar -intento ser algo inteligente pero no le salió a la niebla.

-¡a un lado idiotas! -grito el rubio de la corona apartando a los dos peliverdes pegándolos contra unos asientos evitando el contacto con aquellos dos azabaches que se enfrentaban como bestias sin importar si flotaban o no.-shishishi eso estuvo cerca.

-¡maldita mocosa! -estaba furioso apuntando a su contrincante pegado a la pared del avión.

-¡estúpido bastardo te comiste mi carne! -se quejó la otra azabache mostrando de la misma forma sus armas.

-¡no toques a mi jefe mocosa! -se aventó el guardián del rayo hacia la azabache pero ambos azabaches le dispararon lanzándolo fuera del avión y dañando una de las alas

-esto no está bien -hablo el teñido mirando como el ala estaba en llamas y explotaba en pequeñas proporciones desde cerca de la cabina del capitán- señor capitán Squalo el ala del avión fue destruida.

-¡esos malditos! -grito cabreado ya que aunque intentara esos idiotas habían ya roto la mitad del avión.

-¿Qué vamos a hacer? -la alvina lo miro asustada y la lluvia se enterneció por un momento era obvio que le Valia si ellos morían o no pero ahora tenían mocosos a bordo.

-demonios -se quitó los audífonos y tomo a la niña en brazos abriendo la compuerta de salida para saltar al vacío con la pequeña.

-bien se suicidó -suspiro el sol sonriente mirando a los demás- el capitán dice salten si quieren vivir imbéciles- hablo el de cabellos teñidos pensándoselo dos veces para saltar ya que arruinaría sus ropas- ah vale solo para no morir cremado -y así se lanzó al vacío.

-está muy alto no saltaremos -comentaron ambos peliverdes mirando la gran altura mientras los azabaches se seguían peleando y destruyendo el avión.

-shishishi nadie se los pregunto -hablo el rubio mirándolos sacando a su caja arma en forma de un lémur.

-no me aras saltar con es..-y de pronto la caja arma salto a la cara del chico lanzándolo al vacío- ¡te odio! -gritaba mientras caía.

-Bel-sampai ni se le ocurra tocarme -hablo la rana parlante mirándolo pero termino lanzándosele para salir volando por el aire- ahora lo odio más que antes -decía en el aire encontrándose con el otro peliverde siendo aún atacado por la caja arma.

-¡suelta suelta! -se quejaba mientras caía.

-oh mi ropa se arruinará al caer -se quejaba el teñido a lado de ellos.

-shishishi aun así moriremos.

-prefiero haber muerto en el avión -se quejó el peliverde mayor.

-¡ahhh ¿Qué es eso de color azul ahí abajo! -grito el peliverde menor señalando un gran bulto azul en el suelo.

Ya era demasiado tarde cuando los demás se dieron cuenta ya que estaban cerca del suelo cayendo sobre aquella gran cosa azul dándose cuenta de que era como una gran cama de agua que había impedido su muerte rotunda en el suelo creada por la pequeña albina frente a ellos sonriente a lado de un mal humorado albino de la espada.

La pequeña VongolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora