Se había despertado en un cuarto que no era de él y al salir se encontró con que la lluvia de Vongola estaba siendo abrazado por una platinada casi idéntica a él, pero eso le Valia suerte ahora solo se sentía raro y enojado no le gustaba para nada la idea de que esa tipa lo estuviera abrazando tal vez tal vez ese era la razón por la que lo beso.
-¡¿a qué mierda crees que estas jugando maldito beisbolista?!
-¿Go-Gokudera? -el azabache no sabía cómo reaccionar le había gritado y no sabía a qué se debía.
-Nosotras creemos que ya nos vamos -hablo una azabache tomando a sus dos amigas del brazo para retirarse.
-si -sonrió la castaña para comenzar a caminar- nos vemos Yamamoto y Kaito.
-adiós Chrome, Haru y Kyoko -sonrió la que abrazaba a la lluvia para apartarse y subirse al mostrador y seguir despidiendo a las chicas.
-Kaito bájate del mostrador -hablo riendo el azabache mirando a la niña.
-Eh, pero si soy más alta que tú, que bien soy más alta que papa -rio.
-jajaja si es cierto me rebasas por mucho -rio mirando a la platinada y no notaban al platinado con la cara en blanco.
-mama atrápame -se lanzó contra el platinado, pero se le olvido en que mundo estaba y cayó al suelo con la mirada de un platinado muy confundido.- auch (ya me Jodí le dije mama)
-Kaito ¿estás bien? -se apartó de la cocina y fue a ver a la chica que estaba tirada en el suelo cerca de los pies de Hayato.
-¡¿Cómo que mama maldita mocosa?! -le grito explosivamente reaccionando muy tarde y con un sonrojo demasiado fuerte por pensar mal sobre esa mocosa de unos pocos años.
- ¡eh como que mocosa, tomate bomba!
-ma ma tranquilos chicos no sean tan ex...-trato de calmarlos, pero no resulto.
-¡tu cállate! -le volvieron a gritar mientras seguían discutiendo ella se sentía demasiado bien al poder discutir de nuevo con su progenitor, aunque él no supiera que era su hija.
Eran demasiados explosivos y lo bueno es que el papa de Yamamoto no estaba había salido a comprar algunas cosas, pero lo peor venia cuando al restaurante entro una mujer de cabellos rosados muy preocupada.
-¡Hayato! -grito llamando la atención de ambos platinados.
-A-aniki -fue lo último que dijo la tormenta para luego caer desmayado con su cara morada y tocándose el estómago.
-T-tía -le paso lo mismo que a la tormenta, pero ella a un seguía consiente murmurando cosas y dando vueltas en el suelo.
-jajaja creo que tu llegada Bianchi los hizo parar en su discusión -rio la lluvia mirando a ambos.
-hum esto es extraño -hablo poniéndose un antifaz y pateando a ambos en el trasero haciéndolos volar hacia un lado- sigues siendo un niño Hayato
- no los trates así -sonreía el azabache para luego mirarla serio- no ah Kaito -eso hizo que la platinada se alegrara pero que otro se pusiera celoso
Terminaron de discutir ya que había vuelto el padre de Yamamoto con una sonrisa y ahora los cuatro estaban sentados en una misma mesa unos platinados no se veían el uno amistosamente y un azabache solo sonreía estando sentado al lado de la tormenta y frente a la hermana de este.
-hum pensé que estaban ayudando a Tsuna con la búsqueda de la niña.
-tcks como si te importara -hablo el platinado mirando a la peli rosa.
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La pequeña Vongola
FanfictionTsuna había comenzado un día terrible y había chocado contra Haru haciendo que el conociera a una hermosa niña que lo sigue a todos lados y le llama Okasa al décimo quien sera esta adorable niña que pondrá el mundo del décimo vongola de cabeza