Waiting For You

El Regreso de Jimin

El aire en Seúl siempre tiene una vibra diferente, un zumbido constante que parece alimentar mi alma y agotar mi mente al mismo tiempo. Hoy, más que nunca, siento esa tensión en el pecho mientras me preparo para mi regreso. No es solo el regreso a la vida pública, sino a esa vorágine que siempre acompaña mi nombre. Es el día del showcase de mi segundo álbum en solitario, "Muse", y debería sentirme emocionado, ¿verdad? Pero la realidad es más complicada que eso.

Mi reflejo en el espejo me muestra un rostro familiar y, a la vez, diferente. Los dos años de servicio militar me cambiaron, me dieron tiempo para pensar, para reflexionar sobre mi vida, mis decisiones... y sobre ella. Miro mis manos, firmes ahora, pero que tiemblan levemente cuando cierro los ojos y pienso en Soo-Yun. ¿Qué estará haciendo ahora? ¿Me estará viendo? No, mejor no pienso en eso.

—¡Hyung, es hora! —me dice Jungkook, entrando al camerino con su típica energía vibrante.

Asiento, sonriendo un poco para disimular. No quiero que los chicos vean lo que realmente siento. Todos han sido un gran apoyo, y no quiero arruinar este momento con mis dudas. El showcase es mi oportunidad para mostrarme a mí mismo que puedo seguir adelante, que soy más fuerte ahora.

El trayecto desde el camerino al escenario es un mar de pensamientos. Respiro hondo, recordando los consejos de Namjoon: "Concéntrate en la música, en lo que amas". La música siempre ha sido mi refugio, y esta vez no es diferente. "Muse" es un reflejo de todo lo que viví, de lo que soñé y de lo que dejé atrás.

Cuando subo al escenario, el brillo de las luces me ciega momentáneamente, pero el rugido de las fans me devuelve a la realidad. ARMY está aquí, como siempre. Me inunda un sentimiento de gratitud que casi me hace olvidar mis dudas. Siento la energía, ese amor incondicional que siempre me ha mantenido de pie. Veo pancartas con mi nombre, caras emocionadas, y eso debería ser suficiente. Por un momento, lo es.

—¡Gracias por venir hoy! —digo al micrófono, mi voz fuerte pero con un temblor que espero nadie note—. Este álbum significa mucho para mí. Cada canción es una parte de mi viaje, y estoy feliz de compartirlo con ustedes.

Mientras la música empieza a sonar, mis movimientos fluyen de manera natural. "Muse" está compuesto de ritmos que hablan de nostalgia, de pérdida y esperanza. En cada nota, siento el peso de los últimos años, y en cada paso de baile, me libero un poco más. Pero, incluso mientras canto, hay un vacío que no puedo ignorar. Es como si cada palabra que sale de mi boca llevara su nombre, como si cada melodía estuviera impregnada de recuerdos de ella.

Cuando termina la primera canción, el público estalla en aplausos, y puedo ver las lágrimas en los ojos de algunas fans. Respiro profundamente, forzando una sonrisa. No puedo dejar que vean cuán afectado estoy.

Entonces llega la ronda de preguntas de la prensa. Algunas son directas, sobre el álbum y el concepto detrás de "Muse", pero inevitablemente llega la pregunta que sabía que vendría:

—Jimin, ¿qué opinas sobre los rumores de tu relación pasada con una productora de la industria? ¿Hay algo que quieras aclarar ahora que estás de vuelta?

El silencio se vuelve ensordecedor. Mis labios se curvan en una sonrisa diplomática, pero mi mente grita. Soo-Yun. De todas las preguntas, tenían que ir allí. Miro al periodista con calma, aunque mi corazón está acelerado.

—Estoy aquí para hablar sobre mi música, sobre el trabajo duro que he puesto en "Muse". Lo que pasó en el pasado, prefiero dejarlo allí, en el pasado. —Mi respuesta es cuidadosa, pero mi mente sigue regresando a ella. No puedo evitar preguntarme qué estará pensando ahora, dónde estará.

Cuando la sesión termina, me dirijo al camerino, sintiendo el peso del día. Me dejo caer en el sofá, y dejo que mi respiración se tranquilice. Mi corazón sigue latiendo con fuerza, y una imagen clara aparece en mi mente: Soo-Yun, sonriendo tímidamente en esa cafetería que solíamos frecuentar. La nostalgia me invade.