Es viernes por la noche, y finalmente ha llegado el fin de semana. Después de una semana tan intensa de ensayos, reuniones, y lluvias inesperadas, estoy más que lista para un poco de tranquilidad. No puedo evitar sentirme aliviada al entrar en mi pequeño apartamento, cerrando la puerta detrás de mí y dejando el mundo exterior fuera por un rato.
Me quito los zapatos y suspiro con alivio, dejando caer mi bolso en el sofá. La sensación de estar en casa, lejos de todo el bullicio de la agencia, es refrescante. No tengo planes para esta noche, y eso es exactamente lo que necesito. Solo quiero relajarme, preparar algo simple para cenar y dejar que mis pensamientos se calmen.
Voy a la cocina y decido preparar un poco de ramen. Algo reconfortante para una noche tranquila. Mientras el agua hierve, busco mi guitarra, apoyada contra la pared del pequeño estudio que tengo en mi apartamento. Hay algunas ideas de canciones que han estado rondando en mi mente, y siento que esta noche es el momento perfecto para darles forma.
El agua comienza a burbujear en la olla, y con movimientos automáticos, agrego los fideos y el sobre de condimentos. Me quedo mirando la olla, perdiéndome en el remolino de pensamientos sobre las melodías que quiero trabajar, sobre lo que podría salir de esta noche.
Cuando el ramen está listo, lo sirvo en un tazón y me acomodo en el pequeño rincón de mi sala de estar, donde la guitarra espera. Me siento en el suelo, con las piernas cruzadas, el tazón de ramen a un lado y la guitarra en mi regazo. Tomo un sorbo del caldo caliente, sintiendo cómo el calor reconfortante baja por mi garganta. Es simple, pero justo lo que necesito.
Dejo el tazón a un lado y empiezo a rasguear suavemente las cuerdas, dejando que mis dedos encuentren los acordes que han estado flotando en mi mente. Empiezo con algo suave, una melodía que se siente familiar pero nueva, algo que he estado intentando capturar durante días.
Mientras toco, me concentro en los sonidos, en cómo los acordes se unen y en cómo las notas pueden expresar lo que las palabras a veces no pueden. La música siempre ha sido mi manera de liberar mis emociones, y esta noche no es diferente. Cierro los ojos y dejo que mis dedos fluyan, explorando diferentes combinaciones de acordes.
Mis pensamientos vuelven a mi semana: la colaboración con BTS, el encuentro inesperado con Jimin en la cafetería, la tormenta, la forma en que él me protegió de la lluvia con su chaqueta. Todo parece un torbellino de emociones, pero tal vez, solo tal vez, puedo usar esos sentimientos para crear algo significativo.
Vuelvo a tocar, esta vez más decidida. La melodía se hace más clara, y comienzo a canturrear algunas frases, dejando que las palabras fluyan con la música. Me detengo de vez en cuando, haciendo ajustes, cambiando un acorde aquí, una línea allá.
La sensación de la guitarra bajo mis dedos es reconfortante. Siempre he encontrado paz en la música. Es como un lenguaje secreto que me permite expresar lo que no siempre puedo decir en voz alta. Me dejo llevar por la melodía, perdiéndome en los acordes y las palabras que comienzan a encajar de manera más natural.
Mientras trabajo, la sensación de estar atrapada en los recuerdos de esta semana comienza a disiparse. La música me lleva a un lugar diferente, un lugar donde puedo ser yo misma, sin el peso de las expectativas, sin los "qué pasaría si" o los "podría haber sido". Solo la música y yo.
Termino la primera versión de la canción y dejo la guitarra a un lado, tomando un respiro profundo. Miro el cuaderno con las letras medio escritas y los acordes garabateados a toda prisa. Siento una pequeña chispa de satisfacción. Todavía falta mucho por pulir, pero es un buen comienzo.
Tomo otro sorbo de mi ramen, ahora frío, pero no me importa. Sonrío, sintiéndome más en paz de lo que he estado en toda la semana. Tal vez esta noche no resuelva todos mis problemas, pero al menos he encontrado un poco de claridad, un poco de propósito en las notas y las palabras que he puesto sobre el papel.
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Waiting For You
Fiksi Penggemar"Cuando el amor se enfrenta a la fama y los rumores, solo los valientes se atreven a desafiar el olvido para encontrar un nuevo comienzo."