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Tensiones en la Agencia

La agencia está más ajetreada de lo habitual hoy. Hay ensayos programados, reuniones para la próxima colaboración entre BTS y TXT, y todo el mundo parece estar en constante movimiento. Intento mantenerme ocupada, enfocándome en revisar los detalles de la producción y asegurándome de que todo esté listo para la grabación. Mi fachada es neutral, profesional. Al menos, eso es lo que quiero que todos vean.

Desde que Jimin volvió, mi mundo en la agencia ha cambiado de manera sutil pero significativa. Su presencia trae consigo una mezcla de emociones que preferiría no sentir. Pero aquí estamos, y la realidad es que cada vez que estamos en la misma habitación, no puedo evitar sentir cómo mi cuerpo se tensa, cómo mis pensamientos se desordenan. Sé que él también lo siente. Es como si el aire se volviera más denso entre nosotros, cargado de palabras no dichas y de recuerdos que ninguno de los dos puede borrar.

Hoy no es diferente. Estoy en el estudio con Yeonjun,  Beomgyu, y Soobin repasando algunos de los detalles de la coreografía y los cambios en la pista para la colaboración. Hablamos sobre el impacto que queremos lograr con ciertas transiciones, y trato de concentrarme en lo que estoy haciendo. Pero incluso cuando me esfuerzo por mantener mi atención en ellos, mi mente sigue regresando a lo mismo: Jimin.

—Noona, ¿qué piensas? —pregunta Yeonjun, interrumpiendo mis pensamientos.

Miro a los chicos de TXT, quienes me observan con expectativa. Me doy cuenta de que me perdí en mi mente durante un momento, y rápidamente recupero la compostura.

—Ah, sí. Lo siento. Creo que deberíamos hacer el cambio de ritmo en el segundo verso más evidente. Será más efectivo con el impacto de la coreografía —digo, señalando algunas partes en la partitura.

Los chicos asienten, pero puedo ver que hay algo más en sus rostros. Una ligera preocupación. Durante la última semana, he notado sus miradas furtivas y la forma en que tratan de leer mi humor. Y no los culpo. Ellos han sentido la tensión cada vez que Jimin está cerca. A pesar de sus intentos de bromear y aligerar el ambiente, pueden sentir que algo no está bien.

—Noona —comienza Beomgyu, con una sonrisa traviesa—, deberías relajarte un poco. Estás muy seria últimamente. ¿Todo está bien?

Intento sonreír para disipar la preocupación en sus rostros.

—Estoy bien, Beomgyu. Solo quiero asegurarme de que todo salga perfecto para ustedes —respondo, tratando de sonar despreocupada.

Pero antes de que pueda continuar, la puerta del estudio se abre, y ahí está Jimin, acompañado de Namjoon y Jungkook. Puedo sentir cómo mi cuerpo se tensa automáticamente. Trato de controlar mi expresión, pero por la forma en que los chicos de TXT intercambian miradas, sé que lo notan. Mi sonrisa se vuelve rígida, mi tono más formal.

—Oh, Jimin-ssi, Namjoon-ssi, Jungkook-ssi —los saludo con una inclinación de cabeza—. Estábamos revisando algunas ideas de producción. ¿Hay algo en lo que pueda ayudarles?

Namjoon, siempre diplomático, sonríe y sacude la cabeza.

—No, solo pasábamos a saludar y ver cómo van las cosas aquí. Parece que hay mucho trabajo en marcha.

—Siempre lo hay —respondo, mi tono más cortante de lo que pretendía. Inmediatamente me doy cuenta y trato de suavizar mi expresión, pero el daño ya está hecho.

Jimin me mira, sus ojos buscando los míos como si intentara leer mis pensamientos. Pero yo me concentro en los chicos de TXT, ignorando la incomodidad que comienza a formarse en el aire.

—Entonces, ¿cómo va todo con los ensayos? —pregunta Jungkook, tratando de aliviar la tensión con su energía habitual.

—Va bien —responde Soobin—. Noona ha estado trabajando duro para asegurarse de que todo esté en su punto.