- Tenemos que hablar.
Lo escuchaste hablar una vez que estuvo frente a ti. No querías escucharlo, al menos no ahora.
- ¿Disculpa? No tengo nada que hablar contigo... -dijiste, sin dejar de mirar las hojas de tu diario. Observabas una de las hojas en blanco sólo para evitar mirarlo.
Él arrebató el diario de tus manos y lo cerró de golpe haciéndolo sonar. Lo agitó en su mano frente a tu cara mientras fruncia el seño
- ¿Acaso eso te sonó como una pregunta? -dijo está vez más molesto. Levantaste la vista encontrandote con sus ojos mirándote serio.
Comenzaste a sentirte intimidada.
No te ibas a dejar intimidar por él, te levantaste del columpio y lo miraste retante. Él aún era más alto que tu pero aún así no le tenías miedo, quería hablar ¡bien! íban a hablar.
-¿De demonios quieres?- escupiste con odio, comenzabas a cansarte
-Habla rápido y vuelve con tu estúpida novia lo antes posible.
YoonGi te miró serio y rodó los ojos.
- ¿Que mierda pasa contigo? - preguntó con tono demandante.
-¿Conmigo?-preguntaste irónica- ¿Que mierda pasa contigo?-repetíste- ¿Por qué la trajiste aquí? Se suponía que eran vacaciones familiares...
- ¿Estas molesta con ella por eso?-se burló con media sonrisa lo cuál solo te hizo enfurezer más- Eres realmente infantil...
- Tal vez sí, pero no tanto como tú... sales con ella sólo para molestarme ¿no es así?
- ¿Que dices? -Yoongi rió- El mundo no gira alrededor de ti,___. Mi mundo si lo hizo, pero fui cruelmente rechazado... sabía que estaba mal pero no me importaba, quería estar contigo...
- Y-Yoongi yo...
- Pero tu no pensabas lo mismo, te entiendo... - continuó - me llamaste enfermo. Creo que si lo estoy, estoy enfermamente enamorado de mi hermana menor...
No podías seguir escuchandolo, recordar aquello te dolía aunque no lo demostraras. Recordar que lo habías apartado cruelmente después de escucharlo confesarle a uno de sus amigos que le gustabas.
Pero tampoco podía juzgarte, debía entenderte. Te enteraste que tu hermanastro sentía algo más hacía ti de la noche a la mañana.
Pensar que la persona que te daba abrazos desde atrás, la persona con la que dormías en varias ocasiones, la persona que te hacía cosquillas hasta que tu blusa quedaba levemente levantada... esa persona lo hacía con diferentes intenciones y no con las que tu pensabas te revolvió el estómago en ese momento.
La vez que lo atrapaste masturbandose mientras gemia tu nombre, las miles de fotos tuyas en su computador y las miradas cuando se encontraban en los pasillos de la casa, todo te había parecido aterrador en ese momento.
Bajaste la mirada hasta tus pies, querías llorar, estabas segura que lo harías en cualquier momento.
Un suspiro de parte de Yoongi y las lágrimas salieron haciendo a YoonGi suavizar su expresión.
- Lamentó haberte lastimado, lamentó todo esto... ¡Pero estaba muy asustada! -lloriqueaste, él te miraba sorprendido.
Tú seguiste desahogandote mientras él te miraba atonico, comenzaste a maldecirlo mientras golpeabas incontables veces su pecho y le hechabas en cara todo lo sucedido.
Necesitabas sacar todo, necesitabas sacarlo para que ,tal vez, el dolor en tu pecho dejará de atormentarte.
- ¡Yo jamás quize que esto pasará! No quería lastimarte, sólo quería pasar tiempo con mi hermano... sentí por un momento que al fin tenía alguien con quien hablar y que me escuchara...¡Pero tu tenías que arruinarlo todo, tenías que enamorarte de mí! ¡Mierda, YoonGi, te enamoraste de tu maldita hermana! ¿¡Lo entiendes!?
- ¿¡Qué si lo entiendo!?-te interrumpió. Su pregunta sonó irónica y sus ojos te miraban decepcionado, una vez más estabas rompiendo su corazón- ¡Claro que lo entiendo, ___! ¿Crees que fue fácil para mí darme cuenta que sentía deceo hacía mi hermanita? ¡Me sentía una mierda! Tenía miedo... miedo de lo que pensarían tus padres, mi padre... de lo que pensarías tú...
Estaba pasando, frente a tus ojos. Min Yoongi estaba llorando, su pequeño rostro estaba bajo mientras lágrimas resbalaban por sus pálidas mejillas. Su llanto, a diferencia de tuyo, era silencioso. Era apenas audible, pero podías notar que lloraba con un desgarrador sentimiento.
- Yoongi, lo siento mucho... -sollozaste, no tenías nada más que decir. No había palabras para que Yoongi se sintiera mejor, no podías decir nada para que dejará de llorar. Salvo abrazarlo fuertemente contra tu cuerpo y consolarlo.
El chico al principio se tenso, pero el calor de tu cuerpo junto al suyo se sentía tan bien que no pudo evitar rodearte con sus brazos también.
Ambos abrazandose ahí, bajo la nieve que caía y dejaba rastros en sus prendas y cabelleras.
Entonces fue ahí donde YoonGi recordó por qué se había enamorado de ti. Toda su vida la había pasado con una mujer que jamás se había preocupado por él, su madre jamás lo había querido. Siempre estaba tan ocupada bebiendo o drogandose que no tenía tiempo para cuidar a su hijo y hacerle saber que no estaba sólo.
YoonGi había crecido en una familia rota, con una madre alcohólica y un padre ausente. Pero no le tenía rencor a su padre, él sabía que cada cierto tiempo mandaba dinero para mantenerlo y que no podía estar con él ya que tenía otra familia.
Con el tiempo se acostumbró a estar sólo, los desprecios de su madre no lo dañaron más. No era su culpa, era culpa de su madre. Todo lo que le pasaba era culpa de ella, ella era su único problema. Por eso cuando ella murió de sobredosis YoonGi no se sintió ni un poco triste, al contrario, al recibir la noticia su primer pensamiento fue que al fin había llegado su liberación.
Era algo cruel, pero así era el chico.
Por eso al conocer a ___, cuando la chica lo comenzó a tratar con cariño y al hacerse cercanos era inevitable enamorarse de ella.
Ella había sido la primera persona en tratarlo con cariño, la primera persona con la que podía hablar de cualquier cosa, esa era ___.
Tan amable y divertida. Tan hermosa a su manera. Ella era su lluvia en los días tristes, su arcoíris después de la tormenta.
La persona con la que había soñado toda su vida, al fin estaba frente a sus ojos. Pero como era costumbre, el universo lo odiaba y decidió que esa persona por la cual YoonGi tanto había esperado fuera su hermanastra menor.
Su ángel liberador era su hermana, era su sangre.
Al principio intentó bloquear ese pensamiento. Las cosas iban muy bien con ella y no quería arruinarlas, pero con el pasar de los días fue imposible no enamorarse de esa linda sonrisa, fue imposible no amar esos hermosos y expresivos ojos, fue imposible no derretirse por esos adorables hoyuelos y sobre todo fue imposible no desear esa escultural figura.
Pensó que tal vez tu sentías lo mismo, pero aún así la duda seguía presente. Decidió no decir nada y dejar que las cosas pasarán como debía ser pero todo se fue a la mierda cuando lo descubriste. Él le contaba todo a su amigo cuando tu pasabas por ahí y lo escuchaste.
Ver tu rostro de horror y miedo fue lo que hirió su corazón. Tu no lo veías igual, no pensabas así de él y no querías hablarle. Con el tiempo tus acciones fueron rompiendo de a poco su corazón hasta finalmente hacerlo trizas.
Ahora estaba igual, o incluso peor, que al principio. Intentó convencerse de qué no era su culpa, o tal vez sí por fijarse en su hermana, pero ahora ya no importaba.
Había comenzado a superarte y había aceptado salir con Mina, todo estaba bien. Mina era aveces odiosa pero ayudaba en algo.
Las cosas mejoraban poco a poco hasta que tu decidiste comenzar a mostrar interés en él, logrando confundirlo de nuevo. Lograste hacer que las cenizas de su corazón roto volvieran a palpitar por ti. Eras realmente egoísta, pero tu egoísmo lo había hecho feliz por al menos algunas milésimas de segundos.
C O N T I N U A R Á...
