Mentiría si dijera que sus palabras no me lastimaban, cada mirada seria o palabras con desprecio me hacia recordar dónde estábamos ahora mismo. Que, lo que sea que hayamos tenido, se había acabado y él ya no tenía la obligación de portarse cariñoso conmigo.
Eso no me molestaba, tampoco me hacía sentir triste. En este momento de mi vida juraría que ya no siento nada hacia Min Yoon Gi, apostaría mi vida a eso. Pero aún así podría al menos intentar ser amable por compromiso.
— ¿La estás pasando bien?
— ¿Debería? — respondió sin ánimos.
— Mmm, ¿Sí?. Yoongi, es tu aniversario con Jennie — dije al mismo tiempo que me sentaba a su lado, y para mí sorpresa, él no me corrió.
Lo escuché soltar un suspiro de cansancio.
— ¿Pasa algo?
El rubio se quedó callado un segundo, bebió de su bebida y se giró a verme. Nuestras miradas se conectaron, sus ojos estaban apagados y no mostraban ningún rastro de sentimientos. Abrió la boca intentando decir algo pero la cerró de inmediato y volvió a ver hacia enfrente.
— olvídalo.
— No, Yoongi... dime.
— No es nada.
— Puedes confiar en mí, por favor...
Su mirada volvió a estar sobre la mía y, por alguna extraña razón, comencé a sentirme nerviosa.
— Siento que... estoy atrapado en una repetitiva rutina sin sentido — suspiró pesadamente mientras rascaba su cuello. Su mirada iba de allá para acá, como si estuviera buscando las palabras adecuadas — un estúpido juego de sube y baja.
— Yoongi...
— Y, realmente, no sé cómo ponerle fin.
— ¿Es... p-por — tragué saliva — Jennie?
Yoongi soltó una fugaz risa.
— No lo sé, ella ha sido tan buena. Ella realmente lo intenta, ¿sabes?
¿Qué es esto que siento en el pecho?
— Cuando las cosas se ponen difíciles, cuando me odio a mi mismo y solo quiero desaparecer, ella siempre ha estado conmigo... y sí, aveces suele ser algo difícil pero creo que nos complementamos muy bien. No sé si que nosotros dos nos encontraramos fue alguna mierda como el destino o una de esas estupideces, pero desde que nosotros dos-
— Yoongi — lo interrumpí.
— Sé que somos jóvenes, aún estamos estudiando y nos queda un largo camino por delante.
Basta.
— Quiero hacer una vida con ella.
— ¡Está engañandote!
Ni siquiera pensé bien las palabras. Ellas simplemente salieron de mi boca y sin el menor cuidado posible. Sentía mi corazón latir a mil por hora y repentinamente me sentía enojada.
¿La razón?, ni puta idea. Tal vez que él se expresara así de ella me había molestado, pero porque él no merecía que le mintieran así. Tal vez debí ser más cuidadosa, pero ya estaba echo.
— ¿Qué?
— Yoongi... yo...
— ¿Qué mierda dices?
Me quedé congelada. Sus ojos ahora se veían más apagados que antes. Me miraba atento esperando una respuesta, sus manos fueron a mis hombros y me sacudieron un poco.