La Lista

Diez Cosas Que Odio De Ti

Me despierto más temprano de lo normal, estoy ansiosa por ir a la preparatoria y poder arreglar las cosas con mi prometido. Me alisto rápidamente y bajo a tomar el desayuno, para mi sorpresa Ranma ya está sentado y come en silencio, lo miro disimuladamente mientras me siento junto a él.

-Buenos días – saludo.

-Akane bueno días, te ves mucho mejor hoy, toma, aquí está tu comida –Kasumi me sonríe y regresa a la cocina.

-Me voy –Ranma se levanta repentinamente y se dirige a la salida. Como lo más que puedo de un solo bocado, bebo un sorbo de té y me levanto enseguida detrás de él, tal vez podamos hablar de camino a la escuela.

-¡Espérame Ranma! – gritó. Ranma voltea a verme con ambas manos detrás de su cabeza y me mira detenidamente. No puedo evitar ponerme nerviosa. Lo alcanzo y me detengo junto a él.

-Ranma... este... yo... - tartamudeo.

-Lo sé Akane –contesta mientras continua su paso, yo lo imito caminando tan solo unos pasos detrás de él –si quieres hablar, ahora es un buen momento aún es muy temprano – asiento y sonrío levemente.

Caminamos un rato en silencio mientras ordeno mis pensamientos, trato de encontrar las palabras correctas que describan cómo me siento.

-Ranma... lo siento... yo... –es lo primero que sale de mi boca. Él se detiene y me mira animándome a continuar –yo... perdóname por no creer que no habías salido con Kodachi y por portarme así contigo, realmente lo siento – agacho mi cabeza y miro al suelo avergonzada.

-No sé por qué siempre tienes que ser tan terca –contesta –ni siquiera me diste la oportunidad de explicarte –.

-¡No es mi culpa! –me defiendo -¡Tú... tú debes de entender que no soporto verte con...! –me callo de inmediato sintiéndome aún más apenada, estaba a punto de confesarle libremente que me pongo celosa de él.

-¿Qué no puedes soportar Akane? Vamos dímelo –me sujeta por los hombros y me veo obligada a mirarlo.

-Nada, no es nada olvídalo –soy una cobarde ¿así es como intento arreglar las cosas con Ranma? Me regaño a mí misma.

-Ya veo... será mejor que nos apresuremos a llegar a la escuela –contesta y comienza a caminar rumbo a la preparatoria. Creo que he perdido mi oportunidad de arreglar las cosas ¿por qué tiene que ser tan difícil? Aprieto los puños tratando de darme valor mientras respiro profundamente, no puedo dejar que la situación siga así.

-Ran... - me veo interrumpida por tres chicas que pasan corriendo junto a mí haciendo que pierda el equilibrio y caiga al piso de un sentón.

-Ranma tener que salir conmigo –.

-¡Estás loca Shampoo!, Ran-chan ven conmigo te he preparado unos deliciosos okonomiyakis sólo para tí, vayamos juntos a la escuela –.

-Ranma mi amor ahora sí podremos tener nuestra cita –.

Las tres se abalanzan sobre mi prometido, pero antes de que puedan agarrarlo logra librarse con un ágil movimiento.

-Lo siento Akane debo irme –sale corriendo con ese trío de locas detrás de él, yo miro la escena completamente sorprendida, aún me encuentro en el piso y no puedo creerlo, ahí se va mi oportunidad.

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Llego a la preparatoria Furinkan y después de deshacerme sin dificultades del loco de Kuno busco a Ranma pero no lo encuentro por ningún lado; resignada entró a mi salón para tomar mi primera clase del día. Unos minutos después llega el chico de la trenza completamente agitado, pobre, seguramente le costó mucho trabajo poder perder de vista a Shampoo, Ukyo y Kodachi. El profesor lo regaña por llegar tarde y lo manda al pasillo para cargar un par de cubetas de agua como castigo, yo sólo le dedico una fugaz mirada.