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Chen exhaló lentamente frente a la reja. No sabía lo que había allá afuera y estaba tan aterrado como aquella vez hacía tantos años que había logrado escapar de una masacre.

Tao se quitó el gorro que llevaba puesto y se acercó al chico lobo para ponérselo en la cabeza y poder cubrirle las orejas que delataban su fantástica naturaleza.

—Mejor lleva esto para que la gente no te vea de más —sugirió suavemente. 

Chen se acomodó el gorro en la cabeza y asintió.

—¿Siguen pensando que esto es una buena idea? —Suho preguntó, todos habían estado de acuerdo en que, por su propio bien, él debía ir vestido, pero el científico no estaba tan seguro, especialmente ahora que llevaba cubierto hasta su rostro y no podía más que sentir un sofocante calor a pesar de la fría brisa del bosque.

—Suho, estarás bien —Baekhyun lo animó poniéndole una mano en el hombro—. No puedes salir al mundo estando desnudo y descalzo.

El primero en salir fue Kris, luego Tao. Chen los siguió y luego Kai, después Suho. Baekhyun se rezagó un poco observando la enorme, vieja y mágica fortaleza que le había ofrecido un refugio en tiempos difíciles.

—Todos estaremos bien —Suho traspasó la reja de regreso, se acercó a Baekhyun y le tomó una mano mientras le daba un último vistazo a su hogar.

—¿Qué será de este lugar sin nosotros? —Baekhyun murmuró, ellos cinco habían aprendido a coexistir, se habían organizado asumiendo responsabilidades y se habían convertido poco a poco en una especie de familia. El vampiro no estaba seguro que marcharse fuera la mejor idea, pero simplemente no podía dejarlos ir solos.

Cuando Baekhyun se dio cuenta de lo que sucedía, Chen ya se había unido a ellos por un costado y Kai por el otro. Todos observaban el castillo con pesar.

—Este lugar siempre será un refugio para nosotros, pero también necesitamos un hogar —Chen le dijo a Baekhyun—. Y en el fondo los dos sabemos que eres quien más desea ir por ellos; si tu corazón no hubiese latido de una forma especial por ese chico de cabello extraño, te habrías bebido hasta la última gota de su sangre sin remordimientos.

El vampiro asintió suspirando temblorosamente. Él siempre había sido una especie de mentor y hermano mayor para el cachorro de hombre lobo, habían forjado una relación tan estrecha que aún sin los intercambios de sangre ellos siempre hubieran podido adivinar lo que el otro sentía.

—No puede ser —Kai gruñó alejándose de ellos—. Vámonos antes de que a estos dos les de por querer besarse.

Los monstruos se separaron, pero Chen saltó sobre la espalda de Kai.

—¿Me llevas? —el hombre lobo le pidió a la bestia dándole un beso en la mejilla.

—Claro —Kai gruñó usando la voz ronca de la bestia, una sonrisa se dibujó en su hermoso rostro cuando Chen saltó lejos de él con temor.

Cuando Baekhyun finalmente puso un pie fuera del castillo, las rejas se cerraron solas y todos dieron un respingo.

Ahora estaban solos y sin más protección que la que ellos mismos pudieran darse hasta encontrar a los humanos que al marcharse se habían llevado mucho más que su mochila con sus pocas pertenencias.



MONSTRUOS En La CiudadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora