MONSTRUOS En La Ciudad

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Kai tomó con fuerza los reposabrazos de su asiento y gruñó haciendo un tremendo esfuerzo por mantener a la bestia bajo su piel.

Suho despertó y una ruidosa alarma se disparó en su cabeza al notar que su compañero de viaje convulsionaba. El hombre invisible estaba desnudo de nuevo, la temperatura en el avión era agradable y darle un descanso a la ropa lo hacía sentirse un poco más seguro. 

—Chen... —Suho movió al licántropo que iba sentado a su otro costado, junto al pasillo y este despertó pareciendo muy desorientado... Hasta que divisó a Kai a punto de convertirse en una bestia.

Chen intentó levantarse, pero chocó con el hombre invisible que estaba frente a él y volvió a caer sentado sobre su asiento. 

—Dame espacio, Suho —el lobo pidió en un susurro y el otro se apartó inmediatamente.

Del otro lado del pasillo, en el último asiento junto a la ventana, Baekhyun los observaba atento.

Con su cuerpo entero temblando por el temor, Chen se acercó a Kai. 

—Hey, Kai. ¿Qué era exactamente lo que hacía Kyungsoo para mantenerte como un humano toda la noche?

Kai lloriqueó como un animal herido y negó al escuchar el nombre de aquel estudiante que había convertido sus besos en un efectivo antídoto.

El licántropo se inclinó un poco más sobre la bestia y lo miró a los ojos.

—¿Puedo ayudarte? —preguntó y un jadeo escapó de sus labios cuando Kai puso una mano pesadamente sobre su nuca y lo miró fijamente a los ojos, eran los ojos de la bestia.

—Él no tenía miedo — Kai gruñó en voz baja. Soltó al joven lobo y lo empujó lejos de su cuerpo.

Lo siguiente no lo vio venir.

Unos labios suaves y delgados estaban presionándose delicadamente sobre los suyos, invitándolo a corresponder. La sorpresa detuvo el dolor solamente por dos segundos. Su cabeza intentó descifrar qué estaba pasando, pero afortunadamente Baekhyun lanzó su hechizo antes de que la bestia se descubriera engañada.

Suho continuó besándolo con primor, acariciando su rostro con suavidad para mantenerlo tranquilo, aunque lo único que Kai podía ver era a sí mismo dentro de su habitación en el castillo, con Kyungsoo sobre su regazo obsequiándole un poco de su delicioso antídoto.

La confundida bestia de agazapó bajo la piel humana de Kai y cayó en el profundo sueño al que un vampiro le incitaba.

Suho pasó su mano sobre sus labios hormigueantes y observó a Kai con asombro. De pronto lo encontraba tan atractivo, tan bello, ¿cómo es que nunca antes lo había notado?

—No caigas en su hechizo —Baekhyun susurró al oído del ser invisible, —eso solo te traerá dolor. Su corazón ya ha sido reclamado por otro. 

Suho frunció su ceño y antes de poder comprender el significado de las palabras del vampiro, también cayó en un sueño profundo.

—¿Me puedes explicar qué es lo que acaba de suceder? —Chen preguntó al vampiro, sentía que se había perdido de algo importante.

—Vuelve a dormir, cachorro —Baekhyun dijo dulcemente, dándole una caricia en la mejilla y empujándolo al sueño también.

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Chen se impulsó un poco y saltó el muro con agilidad. Extendió una mano a Kai y lo ayudó a pasar al otro lado mientras los demás pasaban con mayor esfuerzo, excepto por Baekhyun, él simplemente anduvo por el muro como hacía frecuentemente en el castillo; caminando sobre el techo y las paredes tranquilamente como si fuera algo normal.