El sonido persistente del auto al desplazarnos por la perfecta y casi infinita carretera, me hacía sentir un poco más tranquila. Tenía muchos miedos consumiéndome durante días; y por fin, todo aquello parecía desvanecerse de a poco. Estaba insegura de lo que sucedería en el futuro, pero estaba convencida que al menos empezaba a aclararse el panorama. La fría brisa quería colarse por la ventana, frotando mis enternecidas mejillas. Escuchaba algo de melodía al fondo, pero de vez en cuando me perdía en las ideas y pensamientos que se colaban. En ocasiones nos sonreíamos, y en otras nos quedábamos pensativos ante el hermoso atardecer, que vislumbraba sobre la enorme colina. Dimos cientos de vueltas para ir avanzando tan solo un poco. Pero para ese punto, yo me exigía la paciencia que necesitaba. Estaba ansiosa y a la vez nerviosa por todo eso, pero sobretodo agradecida por las personas que me estaban ayudando.
Por fin llegamos al mencionado lugar; una pequeña cabina cerca de la playa. Algo desgastada y despintada, sin embargo era justo lo que buscábamos. Un veterano salió de la pequeña casilla; con un uniforme muy llamativo, lo que nos dio a entender que era alguien muy importante.
-Disculpe- Le interrumpió mi esposo, al hacerlo detener de su rumbo. El teniente lo miró de abajo hacia arriba y entrecerró sus pequeños ojos. -Tenemos una caso..- me metí sin introducción. -Es un caso de la fuga de algunos criminales- Le mencioné, al darle los archivos del mismo. Aquel abrió sus ojos y decidió tomarlos, para enterarse de aquello; sin embargo, pareció no confiar demasiado en nosotros, pero luego de un par de minutos asintió con su cabeza.
-Es algo muy común estos últimos años..Pero; ¿Porque creen que deben estar en el mar?, ¿Disponen de alguna prueba, u orden?- nos preguntó con su voz muy grave y algo intimidante. -Si- Le contestó Mathew, intentando demostrar su hombría cuando daba un paso hacia adelante.
-El mismo Michael Weber nos envió acá.. ¿Lo conoce cierto?-. Al empezar de esa manera, parece que lo inquietaba lo suficiente como para seguir prestando atención. -Él nos dio los documentos de aquellos lugares en donde ellos han estado o la Fuerza Policial los ha buscado; y en donde aun no lo han hecho. Este canal conduce a otras fronteras, así que muy posiblemente estén dentro de esta área- Le dijo él, sumamente confiado; y eso pareció paralizarlo, cambió su expresión y luego empezó a sonreír con algo de nerviosismo. -Claro, lo conozco; él me ha ayudado incontables veces... y estos documentos parecen muy interesantes- Confesó, cuando se mordía los labios con ansiedad. Parecía estar pensando cuidadosamente la situación, antes de hacer un paso en falso. De nuevo pretendía revisarlos con cuidado, antes de darnos una respuesta.
-Está bien- Dijo al fin, -Empezaremos la búsqueda esta noche... solo para que no seamos tan obvios al intentar encontrarles- Comentó con una leve sonrisa; como si fuese una persona completamente distinta.
A veces nuestras acciones solo las hacemos para tener algún tipo de beneficio; como si tuviésemos incontables máscaras para mostrar en las ocasiones indicadas. Todo se reduce a parecer amigables con ciertas personas, y ciertos momentos; solo para pretender ser un alguien en quienes nadie está familiarizado. "Alguien egoísta y con presunción; algo de eso se debe reflejar en el espejo cada mañana", pensaba yo cuando nos alejábamos a buscar el alojamiento para esa noche.
Les dimos algunas características de las personas; ellos hicieron algunos bocetos y se marcharon con tan solo esas pistas. Sin embargo, eso me hacía sentir un gran alivio. Al entrar al pequeño motel, notamos la falta de cuidado del mismo. El piso manchado, la taberna sucia y la gradas producían sonidos chirriantes y constantes cada que lo pisábamos. Claramente tenía largos años justo en ese mismo lugar, solo para personas que necesitaran algo con la guardia costera. Aunque estaba agotada, no podía tranquilizarme hasta ese punto; así que me acerqué a la ventana solo a mirar la lluvia caer. Que de a poco, se iba enfureciendo con el paso del tiempo, dando grandes destellos de la impetuosa tormenta, que se asomaba en aquella playa.
Sin darme cuenta, había pasado despierta toda aquella noche; mis ojos pesaban, pero tenía las energías suficientes para ir a buscarlos temprano por la mañana. Me levanté frenética, y corrí a despertar a mi esposo de su profundo sueño. Se levantó sin más y nos dirigimos a la costa, sin importarnos nuestros aspecto físico, o tan si quiera nuestro peinado. Esperamos algunas horas, hasta divisar la lancha de aquellos junto a un enorme barco. Me giré hacia Mathew, quien también empezaba a abrir sus ojos del asombro. Empecé a caminar de un lado a otro, hasta que él me insistió que me calmara.
Cuando ambos se encontraban lo suficientemente cerca; y ahí, fue cuando los vi, logré reconocer a aquellos productores de todas mis pesadillas. Cinco hombres saltaron del barco con esposas en sus manos. Ninguno quiso darme la cara, pero yo sabía que eran aquellos, los que se reían de mí y e hicieron de mi vida algo mucho más miserable.
Me contuve las ganas de gritarles o siquiera hacer una pregunta, solamente los observé en silencio; hasta que sus largos cuerpos desaparecieran delante de nosotros. Quería saber el motivo de su decisión, pero a la vez tenía miedo de encontrarla y que no me agradara del todo..
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Memorias De Papel
Misterio / SuspensoLos recuerdos son lo que nos lleva a quienes somos.. pero si ya no existen, ¿En quienes nos convertiríamos?. Adeline, es una joven que tras un accidente sufre de amnesia, sin embargo el accidente tiene un culpable. ¿Encontrara Adeline a esa person...