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Jimin asiente. 

Tenían que hablar. 

Taehyung se acerca a la mesa, no sin antes darle un beso en los labios al menor, y toma asiento en su lugar. 

  — Esto está realmente delicioso... 

— Muchas gracias, hyung. 

El silencio no era pesado ni incómodo, sólo... Extraño. 

— ¿Piensas quedarte conmigo hasta cuando? 

— Para siempre. 

Jimin no titubeo ni demoró al responder la interrogante de Taehyung, y es que estaba completamente seguro de que eso era lo que quería. 

— Estoy hablando en serio, Jiminnie. 

— Y yo, hyung. No voy a irme de tu lado, no otra vez. 

Taehyung dejó de marear la comida en su plato para alzar el rostro y mirar a Jimin, deleitándose de aquella mirada tan decidida y segura de lo que decía. 

¿Podría confiar nuevamente en él?

 — ¿Y si las cosas se ponen feas? ¿Y si tengo una recaída de la cual no salgo invicto? 

  — Aquí voy a estar, Tae. No me voy a ir, lo digo en serio. Si te caes, voy a recostarme a tu lado hasta que estés listo para pararte otra vez. Si te cansas, seré capaz de darte un buen masaje que te reponga el ánimo... Si no quie— 

— No soportaré que te vayas de nuevo. No quiero perder mi estabilidad otra vez. 

Jimin no despega su mirada del rostro del mayor cuando pronuncia, lentamente, las palabras que nacen en su corazón. 

— Te amo, Kim Taehyung.   

Taehyung no le quita la mirada, simplemente separa sus labios para responder a aquella bella declaración, con un brillo realmente revelador y especial en sus ojos. 

  — Te amo, Park Jimin. 

— No voy a dejarte. 

— No te dejaré escapar otra vez. 

Ambos se sonríen. 

No necesitan ninguna promesa más, sólo con estas palabras Taehyung tiene la certeza de que Jimin habla en serio. 

— Te quedarás aquí desde ahora en adelante, conmigo. 

— Pero... ¿Y Yoongi y Hoseok hyung? ¿No van a molestarse? 

— Claro que no, este departamento nos pertenece a los tres. Tengo el mismo derecho que Hoseok de traer a mi novio a vivir conmigo. 

Jimin escupió el sorbo de agua que había bebido. 

Novio. 

¿Había escuchado bien? 

¿Taehyung en serio le había llamado así? 

 — ¿Q-qué dij-dijiste? 

Kim le entrega una servilleta, serenamente, mientras repite lo que había dicho anteriormente. Con la sonrisa aún en su rostro. 

  — Que traeré a mi novio a vivir a casa. 

— ¿S-soy tu novio? 

— Eres mi novio. 

 Park no aguanta más y se levanta estrepitosamente de la silla, acercándose al cuerpo de Taehyung y sentándose sobre su regazo, escondiendo su rostro en el cuello del mayor. 

  — Seré realmente pegote, eh... Te lo advierto. — susurró el menor luego que se hubo calmado gracias a las caricias en la espalda de parte de su mayor. 

— No importa, me encantas en todas tus facetas, niño. 

Jimin alzó el rostro y fijó su mirada en los ojos ajenos. Taehyung estaba haciendo lo mismo. 

Y entonces, en un abrir y cerrar de ojos, Jimin estaba probando los labios de Taehyung. 

Una vez más. 

Se fundieron en un beso que duró lo que tenía que durar, saboreándose y explorando la cavidad bucal del otro. 

Felices.  

101 días [vm]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora