"Para desligarme he cortado todos los lazos, salvo el que me liga a la conciencia."
~El ahorcado. La Vía del Tarot de Alejandro Jodorowsky.
------------Echa las cartas de su destino sobre la mesa y contempla el número dos del tarot, esta vez la representa: La Sacerdotisa, o La Papisa, la carta que es un llamado a seguir su intuición, significa sabiduría y buen discernimiento.
Asiente en silencio y frota su pulgar con el dedo del medio, produciendo un sonido metálico por el rozamiento de los alfileres que tiene clavados, las cabecitas plateadas y redondas brillan; también tiene varias cubriéndole la espalda, con un rastro que se pierde al llegar a su tercera vértebra, esa es la insignia de quien ha estado en el limbo por mucho tiempo.
Lleva puesta una especie de túnica gris con escote en la espalda. Sus pies descalzos hacen contacto con el suelo amarillo de madera, aquellas losetas son el único elemento de color, entre el blanco inmaterial predominante de la habitación.
Respira profundamente, el mazo le confiere otra figura principal: El Ahorcado, la mira colgado cabeza abajo, le habla de un tiempo de meditación y espera. Al sacar el nueve de espadas invertido el viento sopla alborotando las cortinas, apaga las velas, transporta el olor de lavanda a su nariz.
Se levanta de la mesa, entrelaza sus manos en la espalda y de pie frente a la ventana cierra los ojos. Está convencida de que las fuerzas naturales le otorgaron la oportunidad de estar allí, oliendo la humedad de la tierra, a cerros de distancia, lejos de la civilización.
La luna observa cómo va despojándose de aquella toga con facilidad, dejando que caiga al suelo.
El tantō, la daga que la atraviesa, tiene nuevas grietas, incluso el mango luce diferente, su color negro se ha tornado rojizo, jala, pero no logra quitársela, está trabada. Ya ni siquiera sangra, ni duele. La cantidad de objetos incrustándose en su cuerpo la forjan como un bicho exótico cazado y clavado en un insectario.
El paisaje de eucaliptos trae el rumor de lo que fue en su anterior vida, una chica que practicaba Aikido, obsesionada con las tradiciones asiáticas. Se abraza a sí misma, reconfortándose, obsequiándose piedad sin lástima.
El Aikido manejaba el pensamiento de la perfección espiritual: "Cabeza, cuerpo y espíritu en equilibrio"; en la vulnerabilidad e inmadurez que precedieron a su muerte, creyó poder resumir aquella corriente acortando su existencia con una daga de 30 centímetros, todo el sufrimiento por evitar el deshonor, por expiar las culpas, y porque sí. Después de su poema de despedida, deseó pensarse como una guerrera, entonces fue cuando procedió a dividirse, confiriéndose la muerte.Sus huesos ya están recubiertos de carne y su piel ha recuperado color, parece humana otra vez, parece. Toca la tercera costilla de su lado izquierdo, el bulto de la fractura sigue en el mismo lugar, en una región cercana al corazón, es otro recordatorio del daño, pero a diferencia de lo anterior, es el rastro del maltrato infligido por un tercero.
Un individuo de traje oscuro abre la puerta y entra sin pedir permiso, ninguno de los dos se inmuta, sin embargo no es la atmósfera de intimidad que figura entre dos amantes, es impersonal.
— Anónimo, tendrás que aguardar — dice ella, despegando los labios con dificultad.
— Bien — toma asiento en un baúl cercano a la cama — ¿Ese perfume es nuevo? — No recibe respuesta — ¿Te leíste las cartas otra vez?
Después de ponerse ropa interior abajo, toma el único colgador del closet que tiene un bustier azul oscuro con un brocado finísimo de matices claros. El escote corazón podría no ser una burla a su escasez de atributos. Baja la mirada, después de tantas ocasiones siente vergüenza de que "Anónimo" (como se ha hecho apodar) la vea, no es un sentimiento que nace a raíz de una afinidad, sino de un complejo.
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Los Cuatro Astutos
Short StoryCuatro individuos son los representantes artísticos de una ciudad pequeña, una Rosca pretenciosa y decadente, proveniente de la clase alta. ¿Su denominación? "Los Cuatro Astutos". Los dos personajes importantes de esta trama: Por un lado "El perro"...