¡¿Armin estaba enamorado de mí y se me había confesado?! No podía ser verdad, no quería creerlo. Era mi amigo y nada más. ¿Y si lo rechazaba, se enojaba conmigo y le decía a todos mi secreto? No, él no era así.
-¿Tú qué sientes por mí?- me preguntó, pero yo no sabía que responderle, por lo que me quedé en silencio –el que calla, otorga- me dijo de repente. Me apoyó contra la pared y comenzó a acercarse a mí. –Tengo deseos de besarte- me decía. Me tenía acorralada e inmóvil. Mi cara enrojecía cada vez más y más. Tenía que escapar de alguna manera y dije lo primero que se me ocurrió.
-Si alguien nos ve, creerán que…-
-No me importa, yo quiero besarte y voy a hacerlo- se acercó a mí, al punto de que podía sentir su respiración. Estaba a dos centímetros de mi boca, a punto de besarme, pero se alejó un poco, se acercó a mi oído y me susurró una palabra “caíste”. Luego se alejó completamente, se sentó en el piso y comenzó a reírse a carcajadas. Yo estaba más que sorprendida. Mi cara estaba completamente roja y no podía creer lo que había dicho, ¡Había sido una broma! Por una lado estaba contenta, pero realmente no podía creer como había caído de ese modo ¡Parecía tan serio! Me senté al lado de él, quien no paraba de reírse.
-¡Bueno basta, no fue para tanto!-
-¡Claro que sí! Deberías haber visto tu cara, fue genial. ¿Realmente creíste que estaba enamorado de ti?-
-Admito que me engañaste, lo hiciste parecer muy real-
-Es que soy un genio de la actuación… Además, a mi me gust…- comenzó a toser de manera falsa, obviamente.
-¿Quién te gusta?- le dije. Era obvio que eso iba a decir. Él enrojeció. No me respondía –que pena, tal vez podía ayudarte- me paré –pero como no quieres decirme- me iba a ir, pero me tomó la mano. Sabía que iba a reaccionar así, era demasiado predecible.
-Se llama Karuta… Suzune…-
-¡¿Karuta?! ¡La hija de Mei!-
-¿Es la hija de la enfermera?- asentí –No lo sabía…-
-Sí y ella es mi amiga, así que puedo ayudarte con ella. La conozco bastante-
-¡¿Enserio?!- me sonrío y me abrazó. Parecía su hermano. -¡Gracias!- repitió innumerables veces. Me pareció tan tierno y me hizo reír bastante.
-Te pareces a Alexy- le dije entre risas. Él me miró con una cara pícara. No le presté atención. Volvimos con los demás, charlamos un rato y luego cenamos. Al día siguiente, fuimos al instituto.
Estábamos tranquilamente en el curso hablando y riendo, como siempre, cuando escuché que alguien gritaba mi nombre. Iba a voltearme, pero fui tacleada antes. Cuando levanté la cabeza, vi que Mei estaba abrazada a mí llorando desconsoladamente. Muchos chicos del curso se quedaron mirando preocupados y extrañados. Algunos se fueron corriendo del salón y otros hicieron el intento.
-¿Qué pasa Mei-chan?- le dije mientras acariciaba su cabeza.
-Es… K..K…Ka….Karuta- me dijo entre llanto.
-¿Qué le pasa a Karuta?- instintivamente miré a Armin y sonreí.
-Es que… es que… trabajo… escuela… cantante… tu prima, Hikari-
-No te entiendo nada, respira hondo y dime tranquilamente-
-Tiene que hacer un trabaj, y… y tiene que grabar un video… y… y necesita una cantante… y…y si no tiene desaprueba… y… y me preguntaba si podías, preguntarle a tu prima Hikari… por Karuta… ¿Sí?- me miró con una cara de perrito mojado.
-No veo por qué no… pero yo no tengo una prim…- ya había entendido lo que quería decir Mei, no me había percatado antes –claro, le preguntaré a mi prima Hikari. Seguro puede, pero… ¿Dónde piensa filmar?-
-Aquí, en el gran árbol-
-Suena bien, le diré-
-¡¡¡GRACIAS!!!- me abrazó muy fuertemente. Esos cambios de actitud repentinos eran muy propios de Mei. Luego se fue corriendo del lugar. Había que admitirlo, era bastante extraña, pero así era ella y yo no la cambiaría por nada. Armin me preguntó al oído si esa prima era yo misma. Solamente asentí, pero creí que era algo muy obvio, digamos que casi niego la existencia de mi supuesta prima.
-Tu prima debe ser sumamente linda- dijo Alexy.
-¿Por qué dices eso? ¿Te quieres ligar a mi prima?-
-Para nada, yo intento ligar contigo- ¡Qué directo!, pensé –Digo eso, porque la belleza es de familia y como tú eres tan hermoso- me sonrojé salvajemente y Armin se reía cuando veía mi cara. Yo miraba al piso para disimular.
-No digas más idioteces Alexy… ¿Me vas a presentar a tu prima?-
-A ti no-
-¿Por qué?-
-Porque eres un pervertido Castiel. No dejaré que le pongas un dedo encima a ella- no quería tener a Castiel encima de mí. Me agradaba como amigo y como persona para molestar, pero no quería que se acercara a mí como mujer.
-Me presentaré solo entonces, no necesito de tu ayuda para atraer chicas, con mi increíble aspecto basta-
-Pero tu horrible personalidad no ayuda- dijo Kentin a lo bajo. Todos nos reímos, mientras el pelirrojo miraba con furia al castaño.
-Como sea, vas a ver qué voy a andar con ella-
-No lo creo, seguramente se niegue, no le agrada la gente como tú-
-Yo la enamoraré-
-Castiel, deja ya eso, no seas molesto- lo retó Lysandro, por lo que el pelirrojo bufó.
-Co… como sea…- comenzó a hablar Ren que estaba completamente rojo. Se veía demasiado adorable y realmente daban ganas de abrazarlo, pero me contuve –yo creo… que no hay nadie más bonito que Hikaru…- me sonrojé nuevamente. Todos se quedaron en silencio al escuchar lo que había dicho. Armin se reía, pero no fuertemente. Nadie sabía qué hacer o qué decir. Fue un momento bastante incómodo. Un silencio, el cual no podía ser roto porque nadie se animaba a hablar.
Para nuestra suerte, el señor Fárres ingresó al curso. Nos indicó a todos que nos sentáramos y guardásemos silencio, para escucharlo. No tenía ganas de escuchar sus clases, me parecían realmente aburridas, a pesar de que era un profesor simpático. Apoyé mi cabeza en el escritorio y cerré mis ojos. No iba a dormir, pero por algún motivo tenía ganas de cerrar mis ojos y no ver nada.
-Hikaru, despierta- me sobresalté.
-Señor Fárres, no estaba durmiendo-
-Como sea, todos presten atención, tengo importantes noticias para darles- lo dijo con una cara sonriente. Algo bueno iba a pasar.
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¡¿Cómo terminé aquí?! (Fanfict Corazón de Melón)
FanfictionAllí me encontraba. Mi largo cabello estaba corto. Mis delicadas y largas uñas, las cuales siempre llevaba pintadas de hermosos colores, cortas e incoloras. Mi pecho, vendado. Ya no podía mostrar mis piernas. Tenía un pantalón largo, el cual me resu...