Capítulo 27

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Miré el nombre, era completamente desconocido para mí, no tenía ni la más mínima idea de quién era. Mis amigas estaban juntas, aunque Yui, que me sorprendió que se encontrara aquí, estaba con una tal Ruri Lee… no la conocía y tampoco conocía a mi compañera de cuarto, era una chica de nombre Rosalya Minsore, yo solo esperaba que fuera una chica buena y amigable, no quería tener que compartir la habitación con alguien a quien no soportaba. Al parecer íbamos a hacer muy pocas chicas, mis amigas y estas dos chicas se agregaban. Pensé que si alguna nos caía mal no iba a haber problema, porque ya tenía a mis amigos aquí, además de que con las demás nos llevaríamos realmente bien.

Ingresé a mi habitación y luego me puse a desempacar mientras tarareaba una canción que me gustaba bastante. Terminé de noche y fui a cenar, estaba en hora. Vi a mis amigos todos en una mesa, pero no me senté con ellos porque cuando me estaba acercando Alexy me clavó una mirada fulminante para alejarme y terminé por hacerlo. La verdad me dolía bastante que él me mirara así, por lo que me vi obligada a ir a ver a la cocinera. Ella me ayudó bastante, me contenía.

-No sé que puedo hacer señora Juana…-

-Pues no sé qué decirte linda… tal vez si intentas hablar con él…-

-No es que no quiera, pero él no quiere que me acerque…-

-¿Cómo lo sabes?-

-Pues me mira de mala manera y me aleja con su mirada… realmente le lastimó que le haya mentido, pero no entiendo por qué no quiere escuchar razones ni nada por el estilo… solamente está cegado y la verdad no sé qué es lo que cree de mí… estoy agobiada con eso, quiero volver a los tiempos en lo que todo estaba bien… eso es todo lo que quiero… ¿Cree que se solucionará todo algún día?-

-Hay mi niña, estoy segura que todo se solucionará mucho más rápido de lo que tú piensas…-

-Eso espero…- le di un abrazo y luego me fui. Me dirigí a mi habitación, tomé mi guitarra, tenía ganas de estar sola en el parque tocando algo, pero recibí un mensaje de Castiel diciendo que la mañana siguiente teníamos entrenamiento de baloncesto, lo que me sorprendió porque no creí que iba a seguir en el equipo después de todo lo que había ocurrido, pero de todas maneras iba a ir, a pesar de que la mayoría de los jugadores iban a mirarme mal, yo sabía que era mucho mejor que ellos jugando. Me divertía saber eso. Tenía que descansar esa noche, pero de todas maneras tenía deseos de salir a tocar un poco, eso fue lo que hice. Tomé mi guitarra, me puse en un lugar en dónde no se escuchaba absolutamente nada, sabía que tampoco nadie escucharía. Estaba apoyada en un árbol, no veía nada más que plantas, no escuchaba nada, si alguien se acercaba a mí no iba a escucharlo, pero esa paz que me traía ese lugar era la única que necesitaba. Necesitaba tocar y tocar incansablemente, terminé tocando una canción que expresaba prácticamente todos mis sentimientos. Tuve la sensación que alguien me estaba mirando y me estaba escuchando, tal vez poco pero mi voz se escuchaba claramente, al menos en las cercanías de ese lugar y no dentro del edificio. Salí de mi escondite entre las plantas para ver si había alguien.

-¿Hay alguien allí?- pregunté un par de veces, pero estaba segura que alguien se encontraba detrás del edificio de las mujeres. Nadie me respondía, por algún motivo nadie decía palabra alguna. –Sé que hay alguien, salga…- no, nadie me respondía, y no lograba entender el por qué. Corrí para llegar a ver la cara de ese sujeto, pero fue más veloz que yo y se fue antes. Iba a volver a mi escondite cuando vi a mi mejor amigo allí parado, mirándome, él había escuchado mi canción, estaba segura. Nos sentamos bajo el árbol para hablar.

-¿Esa canción era para Alexy?-

-Sí… tiene muchos de mis sentimientos, realmente me gusta mucho, pero jamás la había tocado con la emoción que la toqué hoy, jamás había puesto mis sentimientos en ella… me hubiera gustado que la escuchara, tal vez así se diera cuenta de lo arrepentida que estoy…- revolvió mi cabello.

-Tranquila, estoy segura que recapacitará tarde o temprano… por propia voluntad o a la fuerza…- me asusté con lo último que dijo, pero como era Armin lo tomé como un chiste, aunque tenía cierto grado de verdad en su tono de voz, preferí no darle tanta importancia para no preocuparme.

-Eso espero…- suspiré.

-Oye, Castiel me dijo que tienen entrenamiento mañana… y por lo que entendí tú vas, así que es un punto a favor, no te echaron del equipo-

-Si me echaba le pegaba y le pedía ayuda a Sarita…- me reí –además soy la mejor jugadora que tiene, sería un desperdicio que me eliminaran del equipo- él me acompañó con la risa.

-Eso es muy cierto…-

-Igual tengo algo de miedo…-

-¿Miedo?-

-Por ver la reacción de todos… no sé me da algo de temor pensar que todo el equipo tal vez me deteste o algo así…-

-Vamos, no creo que así sea… además Castiel te defenderá de seguro… sino se las verá con nosotros- reí. Armin estaba en sus momentos en lo cual quería algo de violencia, golpear un par de personas.

-Armin… eres violento…-

-Como sea… dime una cosa… ¿Quién será tu compañera de cuarto? Dijiste que estaría pegado un cartel con sus nombres en la puerta de tu habitación… ¿Me equivoco?... anda dime, quiero saber…-

-La verdad no sé quien es… sé que se llama Rosalya… no recuerdo su apellido…-

-¿Minsore?-

-¡Sí!... ¿Le conoces?-

-Algo así, es la novia del hermano de Lysandro… tal vez la viste alguna vez cuando fuimos obligados por mi hermano a la tienda de ropa… o cuando fui obligado por ti a esa tienda…-

-¿Es la chica simpática con un hermoso pelo blanco?-

-Esa misma- me alegraba saber que era esa chica, las pocas veces que había entablado una mínima conversación me había agradado bastante, así que sabía que no tendría problemas. Me quedé charlando un rato con mi amigo, hasta que se hizo bastante tarde y me di cuenta que tenía que descansar porque a la mañana siguiente tenía que ir al entrenamiento. Como era de esperarse de mí, me quedé dormida, por suerte tuve a mi fiel amigo que me vino a despertar. Corrí, desayuné algo y luego me dirigí al gimnasio, pero tenía que ir al colegio y el autobús ya había pasado, así que tuve que correr. Por suerte no era tanto, llegué bastante rápido, pero aún así estaba retrasada. Tomé el picaporte para abrir la puerta, pero mis manos temblaban, tenía miedo de ver la cara de todos mis compañeros. Finalmente la abrí.

¡¿Cómo terminé aquí?! (Fanfict Corazón de Melón)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora