-¡Kiky!- entró alegre Error, con una bolsita en sus manos.
Se quedo en silencio al ver que el menor dormia tranquilamente.
Sonrió leve y pasó.
Tomo asiento en lo que revisaba la bolsa.
Adentro había una pequeña caja, tan fragil , era de cristal.
-¿Rurú?...- el menor abrio los ojos levemente para encontrarse con el mayor.
-Buenas tardes, Kiky~-
-Buenas tardes..-dijo sonriendo el menor.
-Te traje algo.-
-¿Que trajiste?-pregunto el albino sentandose en la camilla.
-Bueno, kiky... Se que el tiempo es poco y... la emocion es demasiada asi que...-Este saco de la bolsa la cajita.
-Rurú...¿Acaso eso es...-
-Ink, tu siempre me has cuidado y solo por mi te has preocupado... Me das el honor de ahora ser yo tambien el que vele por tí toda la vida?-dijo abriendo la cajita, mostrando el anillo. -¿Quieres casarte conmigo, Kiky?-
El menor se quedaba callado? Sorprendido, emocionado, no sabía que responder en sí.
Solo comenzó a lagrimas derramar.
-Rurú... Pero....Pero yo...-
-No me importa, "Hasta que la muerte nos separe", ¿No?- dijo sonriendo el mayor. -anda, Responde, Se me cansa la mano.-
-¡Claro que sí!Yo... Yo jamas pensé que... que me corresponderías, yo...-
El mayor abrazo al albino.
-Me acabas de dar la alegría más grande, ¿Te has dado cuenta?-
-Y tu a mi...-
Ambos se abrazaron.
-Hey, Ya secate esto...-Error tomo de las mejillas al menor limpiandole las lagrimas.
-Eres un idiota...-
-Quizás... ¿Me permites?- pregunto agarrando el anillo y tomando la mano del menor.
Este asintio con la cabeza.
El mayor sonrió y le coloco el anillo donde iba y ahora siempre perteneceria.
-Es muy lindo...-
-Sabía que te gustaría, pero tambien tiene un gran significado.-
-¿Ah, Sí? ¿Señor romantico?-
-Sí.-
-¿Que significado?-
-Bueno, Lo mande a hacer del material mas puro, El oro, se que te gustan simples y eso pedí... solo un simple adorno de estrellas...¿Reconoces la forma en la que estan colocadas?-
El menor se quedo desconcertado un momento, luego cambio su cara a una de impresion.
-¿Acaso fue cuando...?-
El mayor asintió con la cabeza.
-El día que nos conocimos, De casualidad observabamos las estrellas en el mismo lugar, cuando te conocí por primera vez, así estaban las estrellas, ese era nuestro paisaje.-
-Rurú...-El menor se apego a un abrazo con el contrario.
Ambos sonreían.
Muy felices estaban.