Giró sobre su cama nuevamente, soltando un suspiro de cansancio. No había podido pegar ni un ojo en toda la noche, y ahora que era de mañana todo el sueño se le vino encima; y eso era culpa del idiota de Jared. ¿Quién se creía que era? ¿Darle lecciones? ¡Pero qué ridículo! ¿En qué momento se había convertido en un maestro de la vida? Por favor, a ella nadie le sacaba de la cabeza que lo había hecho a posta solo para fastidiarla. Era típico de él sacarla de sus casillas, siempre con su sonrisa relajada y pose descuidada, ¡era un adolescente, por Dios! En algún momento tenía que estar molesto o estresado, ¿qué sacaba ocultándolo? ¿Por qué pretendía ser perfecto con su actitud? ¡Arg!
Para su suerte ya era sábado, lo que quiere decir que no vería el rostro de Ronni hasta dos días más, y para entonces sus energías estarían completamente recargadas. Resultaba ser bastante agobiante querer ser la primera en todo, pero no sería en vano. Con sus esfuerzos llegaría lejos, de eso estaba segura. Acudiría a una buena universidad, sacaría una carrera y tal vez se decidiera por tener hijos. Levantó su mano hacia el techo y la empuñó, como si tomara algo. Por ahora se veía como un futuro lejano, señalándole que el proceso sería más que agotador.
Se levantó de la cama de un salto y caminó hasta el baño soltando bostezos cada dos pasos. Sentía como su cabeza pesaba más de lo normal, al verse en el espejo no le sorprendió ver unas manchas moradas bajo sus ojos. Juntó sus manos bajo el agua que caía del lavamanos y se las llevó a su rostro, refrescando sus parpados, mejillas y orejas. Eso ayudaría a mantenerla despierta por ahora. Una vez más miró su reflejo, viendo como de su cola de caballo alta salían desordenados mechones de cabello, algunas ondulaciones se hacían presentes ya en sus puntas. Hoy tendría que lavarlo, pero no estaba de ánimos para tomar una ducha. Ayer en la noche no había llegado con apetito a casa, así que se fue a recostar sin siquiera beber algo, ahora los gruñidos y calambres de sus tripas le mostraban las consecuencias de no seguir la regla de las cuatro comidas al día.
Con una mano apoyada en su estómago calzó sus pantuflas de peluche guardadas en uno de los estantes del baño y se dispuso a bajar para comer algo. A causa del ruido supuso que la mayoría de quienes vivían en esa casa ya deberían estar despiertos, a excepción de Peter. Ese monstruo solo sabía dormir hasta tarde y engullir todo lo que encontrada disponible y comestible. Bajó los escalones con pereza, acariciando uno de sus ojos y bostezando. Desde ya sintió el delicioso olor de pan tostado que provenía desde la cocina, en donde al parecer era sostenida una activa conversación que incluía risas entre medio del diálogo. Empujó la puerta del cuarto y se adentró sin prestar atención a quien estaba dentro, por la voz supuso que sería Zara junto con su padre, y tal vez Grace. Esa pequeña no solía hablar mucho, y para cuando abría la boca solo parloteaba sobre dimensiones paralelas y guardianes, absurdo.
Con los ojos aún sin poder abrirlos completamente abrió el congelador y sacó un jugo de naranja. No se molestó en coger un vaso, simplemente bebió del cartón. Luego de que el delicioso zumo se fuera por su garganta sonrió. Hoy no había planes familiares ni reportes pendientes para la escuela, así que sería su día libre de hermanos molestosos, de rubias con blogs llenos de patrañas pero especialmente libre de castaños que se creen que podían darle lecciones de vida. No podía haber nada mejor.
—Cariño, ¿estás bien? —preguntó Zara con un deje de preocupación en su voz.
Se giró a verla para darle una respuesta positiva, gran fue su desconcierto al ver el rostro ladeado de Jared muy cercano al suyo. Le tomó tiempo procesarlo, y cuando lo hizo solo atinó a cerrar de un portazo el congelador y apegar su espalda a este.
—Pe… pero qué —murmuró no entendiendo nada.
—Oh, no sabía que tenías un pijama de panda —contestó el castaño mirando fijamente su torso. Se cubrió con ambos brazos formando una equis sobre su pecho.
ESTÁS LEYENDO
Enemigos ©
MizahMelanie Debison es una chica que siempre ha tenido una gran meta en su cabeza: ser la mejor en absolutamente todo. Ha sido criada con una mentalidad más que competitiva, lo que le ha traído más de algún triunfo… bueno, eso solo hasta que cumplió los...