Narra Luna
— ¿Estás bien?
— ¿Tengo pinta de estar bien, Is?— Interrogué en un abatido suspiro.
Al fin había llegado a mi casa, a la ciudad de mi madre me crió. Ahora, Isaac me estaba ayudando a subir las maletas que me llevé.
Me tiré a la cama una vez llegué a mi habitación, abrazando con fuerza Mitty en cuanto éste saltó para venir a saludarme. Mi amigo aquí suspiró, y sabía a la perfección que era un acto reflejo de su inquietud y preocupación haciendo acto de presencia.
— ¿Quién puede estar haciéndote esto...?— Su susurro llegó a mí en cuanto se sentó a mi lado. Negué con la cabeza— Los voy a matar.
— ¿Puedo contarte algo? Si no lo hago creo que voy a estallar.
— Eres imbécil, no sé qué pregunta es esa— Sonreí ante su queja. Me observó igual de molesto.
— Puede que si te lo diga pienses que esté loca, pero lo haré de todas maneras— Concentrado y sin interrumpirme, cosa que agradecí, asintió con cuidado—. La otra noche logré ver a alguien vigilándome por la ventana. Debajo de mi habitación...
No tenía idea de cuánto tiempo había estado mirando ni si era la misma persona que me hizo eso en el baño, pero ahí estaba.
El rubio se levantó abruptamente.
— ¿¡Qué!?— Gritó. Chasqueé la lengua para que bajara la voz, pero estaba ya eufórico— ¿Y los malditos guardias qué hacían, eh? ¡No me lo puedo creer...!
Como era costumbre empezó su ansia por saber respuestas e intentar hallar alguna solución, pese a que estaba más que claro que no era tan fácil.
Balbuceaba y balbuceaba, entre sigilosos murmuros. Aunque yo desconecté después del primer insulto que pegó al aire, preferí tranquilizarle por el bien de los dos.
— Escúchame, esto que está pasando es muy raro.
— No hace falta que lo jures— Dijo casi con sarcasmo. Incordiada para que me dejara hablar, lo agarré de la mano parando su caminata por mi cuarto—. Perdón...Estoy nervioso.
— ¿Te acuerdas de cuando picaron a la puerta y no había nadie?— Sin saber a dónde quería ir, volvió a decirme que sí. Me levanté, como si así me explicase mejor— Pues han ido pasando cosas así, una tras una. En casa de mi padre oí un susurro detrás de mí, luego casi me intentan ahogar... Y por último esa persona bajo tras la ventana.
Y mucho antes, fui sintiendo cosas extrañas.
Mi portátil encendido de vez en cuando, sin yo acordarme de que lo había hecho. Las tantas veces que me dormía y juraba que alguien estaba en algún rincón de mi casa, al acecho...
Además, cómo no, de todos los asesinatos y desapariciones que han habido durante todo estos últimos dos meses. ¡Es imposible que fuera sólo una mera coincidencia!
Alguien me la tenía jurada. Aunque... ¿Sería sólo una persona?
— Sigo sin entender cómo pudieron entrar en la casa.
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Agnoticism |Creepypastas|
FanfictionTodos hemos sentido esa horrible sensación de que alguien o algo nos ha vigilado en algún momento de nuestra vida. Que alguien está tras de ti, y que tienes que protegerte de las pesadillas y los monstruos que éstas albergan. Ella, con una vida cot...