Capítulo XII.

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...


Lo que había visto sólo unas horas era algo que no se esperaba. 

No sabía qué nombre poner al sentimiento que estaba abordando ahora su interior. Ni siquiera qué hacer o decir al respecto. Lo único, que ese mismo estupor con el que se fue del parque, seguía inmerso en ella. 

Y sí, ahora se encontraba en su casa. En su preciado refugio llamado habitación, supuestamente fuera de cualquier peligro si bien sabía que en absoluto era así. Aunque estaba más que claro que fuera, en la calle, estaba mucho menos segura que allí dentro. 

Eso creía, o deseaba creer. 

Por un momento, pensó que no le podría pasar nada estando con Isaac. ¿Quién intentaría algo estando con más gente alrededor? ¿Con ojos vigilando por sus vecinos? A fin de cuentas, era sólo salir a sacar al perro y nada más. No iba a moverse muy lejos de casa, pero... 

Esa persona. Ese chico joven se le hacía demasiado familiar, y le irritaba no poder saber de qué. Debía de recordar, de hurgar por su cabeza para ver de qué le sonaba, porque era más que obvio que esa sensación al verlo fue de completo impacto. 

Era como si se conocieran, ignorando el hecho de que él sabía muchísimo más de ella que por el contrario; Sabía su nombre, albergaba información sobre su vida que no le había entregado. Esa persona a pesar de lo anterior, de saber que lo reconocía, no la había visto nunca.

Otro detalle importante y que no le pasó desapercibido era que hablaba en plural, una información que se clavó en su mente con horror. Hasta dijo que al fin la veía cara a cara. ¿De qué se trataba? 

Era cien por cien seguro que algo o alguien la acechaba. 

O según él y sus experiencias, no sólo se trataba de un mero individuo. Si no de más. 

— ¿Pero quién era ese chico? Luna, necesitas pensar. 

Se paró de golpe en medio de su habitación, petrificada en el sitio; Ya lo recordaba. 

Ticci Toby. 

Se llevó su pulgar a la boca con un claro escepticismo y nerviosismo. ¿No podía ser, verdad? Era imposible que se tratase de él. Debía de ser una persona que se pareciera de forma alarmante. 

Dio vueltas por su cuarto pintado de color carne, procurando encajar sus ideas en su mente. Era una locura ese mero pensamiento, pero no encontraba otra explicación. Tampoco tenía enemigos como para que le jugasen semejante mala pasada día y noche. 

Fue atando poco a poco los cabos y se dio cuenta, de que si fuera cierto esa barbaridad, no sólo había podido encontrarse con él. 

— Cuando fui al centro comercial con Is... Recuerdo a aquella persona que nos intentó dar caramelos. Luego en el parking escuché a alguien hablar, reírse...— Musitó. Colocó en un golpe sus manos en su escritorio, mirando el ordenador—. Hasta sonó la melodía de Laughing Jack, y obviamente quien me vino a la cabeza fue él. 

¿En serio estaba pensando en eso? 

Luego, fue hacia la ventana. Corrió la cortina con algo de temor, mas no vio absolutamente a nadie allí a pesar de que ya había anochecido. 

— También a esa persona que me miraba, llevaba una máscara con unas cuencas negras y vacías...

Le había recordado demasiado, esa vez, a Eyeless. 

Y ahora, Ticci Toby. 

Todo su cuerpo comenzó a temblar. Sus pulmones a hiperventilar, y miró de un lado a otro sin saber dónde esconderse o si lo próximo que debía de comprar era un puñetero bazooka. ¿Cómo no lo había podido ver antes? 

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⏰ Última actualización: Sep 14, 2018 ⏰

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