Capítulo III

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Narra Luna


— Luna, despierta...— Escuché débilmente. 

Hice caso omiso y me di la vuelta, ignorando y dando la espalda a la persona que me estaba hablando y zarandeando.

— ¡Qué te despiertes, idiota!— Gritó perdiendo los estribos. 

Acto seguido y antes de darme la vuelta por el berrido que había pegado, sentí el impacto de algo blando en mi cara; Me había tirado un cojín al ver que no me despertaba. 

Murmuré algún insulto y antes de levantarme, agarré bien el cojín y se lo tiré de vuelta.

— ¡Ay!— Se quejó. Al fin, me incorporé de la cama y bostecé, mirándolo.

— Vendetta— Sonreí. Me miró con mala cara y me encogí de hombros— . No haberme tirado la almohada a la cara...

Él me señaló con el dedo.

— Sabes que no soy muy paciente, y encima me has ignorado cuando te he llamado.

— ¡Tenía mucho sueño!— Me defendí, quitándome la sábana de encima. Me puse tiras de mi corto cabello detrás de mis orejas y me levanté—  No me juzgues.

Bostecé y él rodó los ojos, pero después me dedicó una mirada divertida antes de sentarse en la silla de mi escritorio. Me desperecé e hice un pequeño ruido al hacerlo.

¿Qué hora es?— Pregunté, entrando al cuarto de baño para lavarme los dientes. Cogí el cepillo y dejé mi cuerpo caer un poco para asomarme a mi cuarto, esperando la respuesta de mi amigo.

Isaac agarró mi móvil y lo miró.

— Las seis y cuarto de la mañana— Respondió, cansado. El simple hecho de mirar esos números hacía que su mente y cuerpo se agotasen como pilas sin recargar— . Habrá que empezar a prepararse para no llegar tarde.

Puse cara de asco e hice una mueca gruñona; No tenía ganas de ir a la escuela.

Aún con esa mueca malhumorada en mí por el pensamiento de tener que ir, mi amigo se levantó y se acercó a la puerta del baño, observándome con malicia. Me di cuenta y alcé una ceja interrogativa, mientras me cepillaba.

— Me voy a cambiar de ropa, no espíes— Me guiñó un ojo.

Rodando los ojos, le enseñé el dedo medio y él se volvió a ir a mi habitación, echando carcajadas.

Cogí agua y después de escupirla, observé mi rostro en el espejo.

Me acerqué un poco más y me llevé mi mano derecha a los ojos, haciendo una mueca de derrota por mis ojeras.

Suspiré.

Una vez peinada — lo positivo de tener el pelo corto, es que no tardas— , salí del baño e ingresé a mi cuarto. Era momento de hacer el relevo y ahora me tocaba a mí vestirme y a él meterse.

¿Has dormido bien hoy?— Inquirió, mirándome con el ceño fruncido— Tus ojeras siguen como siempre, ¿Estás bien?

Acaricié a Mitty y miré a mi amigo.

— Me acosté al poco tiempo que tú, sólo me puse música para relajarme— Admití, sosegada y con algo de sueño. Me encogí de hombros— . Si es por lo de ayer...No te preocupes, estoy bien— Le sonreí para tranquilizarlo— . ¿Tú?

Agnoticism |Creepypastas|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora