Agnoticism |Creepypastas|

Capítulo VI

Narra Luna

Si digo que no temblé toda la noche, mentiría. 

Había pasado el resto de horas abrazada junto a mi perro, ambos metidos entre las sábanas hasta que pude apreciar la luz del sol asomándose por mi ventana. 

Pero antes, no se me habría ocurrido salir en todo ese momento. Estaba con los nervios a flor de piel, sobretodo porque no paraba de sentirme mal. 

Mal de observada. De que había alguien conmigo en la habitación. 

Me masajeé la sien, poniéndome el abrigo para sacar a Mitty. Así me despejaría y daría una vuelta, que es lo que necesito ahora mismo.

Total, no hay clases. 

Bufé nada más salir por la puerta. 

Era pronto; No había dormido, pues salía a pasearlo temprano. 

Me senté en un banco teniéndolo en la mira, sabiendo siempre dónde estaba y lo que hacía. 

— Si le cuento esto a Is...Seguramente se ponga como un histérico. 

Pero se lo tengo que contar. Aunque será cuando yo esté también más calmada de lo sucedido.

Esos caramelos, las cajitas de música y después la canción sonando...Fue demasiado para mí. 

Es más que obvio que quien se me viene a la cabeza es Laughing Jack, no obstante...

No. Simplemente no. 

— Tiene que haber una explicación científica a todo esto, es imposible— Rumié. Vi a Mitty corretear con un perro más pequeño que él, todo juguetón—. No puede ser nada relacionado con eso...

Me llevé las manos a la cabeza en un gesto cansado y exasperado. 

Pero también escuché a alguien decir mi nombre en el centro comercial. Ese caminito de chucherías parecía querer que lo siguiera.

Solté un bufido. 

Joder, si esto sigue así no sé si podré mantener mi cabeza cuerda... 

Pasó una hora donde también me puse con mi mascota a jugar. Llegados el momento caminamos con tranquilidad hasta casa, aunque no podía evitar girarme de vez en cuando hacia atrás. 

Acaricié a mi peludo amigo y dejé que corriera por el salón nada más llegamos. 

Coloqué las llaves al lado mientras que con la otra mano ya me iba sacando la chaqueta. Di un pequeño sobresalto cuando me di cuenta de que la puerta seguía abierta, por lo que la cerré de inmediato. 

Le puse pestillo y todo lo necesario; Más valía ser precavidos. 

— Quizá pueda convencer a mamá de instalar uno de esos aparatos modernos anti robo...— Susurré con voz abstraída a medida que subía a mi cuarto— Es una buena idea. 

Con los brazos estirados me tiré de golpe en el colchón. Estaba abatida.

Cierto es que estoy algo acostumbrada a no dormir por las noches por las veces que me quedo leyendo o estudiando—mayoritariamente lo primero—, empero por alguna razón, me sentía mental y físicamente agotada. 

Por lo que no tardé mucho en dejar de batallar para que mis párpados no se cerraran, y así dejarme llevar por el sueño que me oprimía. 

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Hice un leve mohín al notar el suelo frío. Húmedo como nunca lo había sentido.