Es el mejor libro con el que te pudiste haber encontrado. ¡Aquí encontrarás una variedad de historias! Te invito a que te pases por la introducción para que veas cómo va a basarse.
❥ frimixn, 2017
❥ algunos pueden considerarse como 'oneshots'
❥ sola...
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2:04 am
La llegada del tren dejó a Aera igual de neutralizada que antes. Observó cómo las personas se arremolinaban frente a las puertas de los vagones con desinterés, mientras iba mascándose la misma goma hacía ya media hora. Mascaba amargo, pero no sabía exactamente por qué seguía haciéndolo. Al igual como tampoco sabía exactamente por qué seguía esperándolo. La estación parecía un lugar fantasma. A lo mejor por la hora. Y hablando de horas, había pasado más de una sentada en el mismo banquillo sin revisar su buzón de mensajería. Tal vez sólo esperando. Porque cuando llegó el tren ni si quiera se cuestionó si en realidad estaba ahí para tomarlo o no.
No obstante, soltó un leve suspiro exasperado y después de mirar por encima de su hombro puso la mirada en blanco. Sacó un cigarro de su bolsillo y se lo llevó a los labios mientras iba sacándose el encendedor.
— Llegas tarde. — murmuró con el cigarro entre los dientes a la vez que se lo encendía y descargaba el humo inhalado. Jungkook se lo quitó de la boca y se lo llevó a la de él. Aera lo fulminó con la mirada.
— Llegué perfectamente a tiempo. — soltó el humo al igual que el cigarro y lo pisó para apagarlo. Se escondió las manos en las bolsas de su abrigo de capa y se encaminó cabizbaja hacia las puertas del tren.
Aera lo observó irse y chasqueó la lengua. Sabía que iba a terminar apareciéndose pero no esperaba que supiera dónde exactamente encontrarla. Ambos tenían muchos escaparates. Conocían la cuidad mejor que las palmas de sus manos y a éstas horas era cuando mejor podían escabullirse. Fuera de lo real y dentro de lo imaginario. Aera se puso de pie a su ritmo y agarró su mochila. Su vista se encontró con un letrero que aguardaba a su espalda, indicando que los cigarros estaban prohibidos. Ladeó una irónica sonrisa y pisó el cigarro aplastado encaminándose a las puertas.
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2:17 am
Aera estaba recostada de su asiento mientras observaba a Jungkook frente a sus narices con la cabeza echada hacia atrás y la capa del abrigo tapándole media cara. Esperaba que no estuviera dormido pero supuso que era exactamente lo que estaba; en sueños. Le movió la pierna empujándosela con su rodilla pero él no reaccionó. Sus manos estaban guardadas en jarras pero el tirón de Aera lo había invitado a sacárselas y entrelazárselas entre sus piernas separadas, donde Aera posaba las suyas. Siempre que abordaban el tren juntos se sentaban en el mismo par de sillas pegadas al ventanal, quedando cara a cara y sin demasiado espacio personal. Aera frunció su ceño cuando le vio los nudillos a Jungkook pero no se sorprendió ni un poco. Era algo que ya se había acostumbrado a ver, sin embargo, siempre se le quedaba la duda de cómo había conseguido rompérselos de nuevo.
