002 | Yuppie

185 7 0
                                    



Bangtan Sonyeondan
Imagine
II

— ¿Min Yoongi? — Jung Hoseok terminó acercándose en su dirección a zancadas — ¿Qué estás haciendo aquí?

— ¿Qué pasa? — se burló — ¿No te alegras de verme la cara?

— No precisamente... — Hoseok intentaba pasar desapercibido. No quería que nadie a su alrededor notara su comportamiento, pero tampoco podía lucir del todo calmado. — ¿Qué demonios? ¿Cómo te dejaron pasar? No estoy entendiendo nada.

— Verás... Resulta que tengo mis contactos. Hoy vengo equipado. — Yoongi se abrió el saco para que Hoseok le echara un vistazo al interior — ¿Creíste que eras el único al que le vendía?

— ¡Escóndete eso! — se sobresaltó mirando hacia todos lados. Min Yoongi soltó una sonrisa. — ¡Mierda!

— Tranquilo... Solo estoy esperando a que vengan por lo suyo.

Jung Hoseok divagó por un segundo.

— ¿Crees que te sobre?

Yoongi enarcó una ceja. El niñato venía a comprarle dos y tres veces en semana como si no tuviera sentido común y se gastara una porción por minuto. El instituto de todos estos mocosos estaba repleto de la mercancía de los chicos. A decir verdad no era que estuvieran teniendo problemas económicos, sino más bien una cosa que iba más allá de lo personal.

— Depende de cuánto tengas para ofrecer.

Hoseok le echó una última mirada a su alrededor.

— No puede ser aquí.

Min Yoongi ladeó una sonrisa antes de echarse el último trago de su copa y dejarla en la primera esquina que vió. En cuestión de un par de curvas y un puto elevador ya se encontraba en la segunda planta. Yoongi lo persiguió en silencio por un par de curvas más. El lugar era un puto laberinto tipo Maze Runner y no pudo evitar maldecir a cada uno de los bebés de papá que vivían así.

— ¿Cuántas cámaras viste, Yoongi? — Namjoon preguntó.

Yoongi chasqueó la lengua.

— Trece

— ¿Viste el cuarto?

— No

— ¿Dijiste algo? — Hoseok lo miró por su hombro.

— ¿Ya llegamos?

— Casi



— Jimin, ¿cuánto te falta?

— Está listo — Jimin respondió — Pueden empezar.

Volvió a apuntar a la chica, quien apretó los ojos y se estremeció. Solo quería asustarla para hacer que respondiera más rápido.

— ¿Cómo te llamas?

— ¿Quién cojones te crees que eres? — Se atrevió a mirarlo temblando como toda un crío. Sus lágrimas corrían por sus mejillas, pero ella no parecía inmutarse en lo absoluto. Tenía las piernas pegadas al pecho sentada en la base del retrete mientras el vestido la arropaba colgando a centímetros de encontrarse con el suelo. — ¿Quién fue el imbécil que te dejó pasar? ¡Eres un asesino!

— ¿A ti no te parece suficiente que te esté apuntando a la cara con una pistola? — Jimin ladeó la cabeza y la chica apretó su mandíbula — Dime tu puñetero nombre.

— ¿Vas a matarme si no te lo digo?

Jimin tiró del martillo de su pistola con su pulgar y volvió a apuntarla. La chica se sostuvo de las paredes queriendo retroceder cuando Jimin se adentró un poco más en el cubículo. Comenzó a faltarle la respiración y el pecho se le contrajo como cuando cierras el puño.

Stories » bangtan sonyeondan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora