Aún llevaba puesta la ropa que Harry me había prestado, por lo que me dirigí al baño y tomé mi ropa, la cual había dejado secándose sobre el radiador. Era lo único que tenía ya que aún no había vuelto a mi apartamento para buscar mis cosas. Esa era una de las cosas que más me preocupaba, aunque enfrentar a Dylan encabezaba la lista. Luego, buscar un nuevo lugar donde vivir.
Me cambié rápidamente y lavé mi cara con agua fría. Tomé un poco de pasta dental sobre mi dedo y la froté sobre mis dientes, ya que también carecía de un cepillo. Me enjuagué la boca y luego intenté peinar un poco mi pelo, usando mis dedos para desenredarlo. Al terminar, me dirigí nuevamente a la cocina. Harry se encontraba parado junto a la encimera, ya cambiado y más despabilado.
-¿Vamos?- sonrió. Asentí y comencé a caminar hacia la puerta.-Iremos caminando, está demasiado cerca para ir en auto. ¿Ronda de preguntas? –propuso.
-¿Es que hay algo más sobre mí que crees que te pueda interesar?- reí.
-Claro que sí! Aún no se nada de tu infancia..Ni de tu hermano, me pregunto si es parecido a ti…
-Somos mellizos- admití- Lo siento, eso no te lo había dicho. –me miró asombrado y luego rió.
-Eso sí que no me lo esperaba, ahora entiendo por qué son tan unidos
-Sí- sonreí, pensativa- Debo llamarlo en cuanto terminemos, se preocupará al notar que mi móvil está fuera de servicio…Ya que yo respondí primero, ahora me toca preguntar. ¿Qué hay de tus amigos? ¿Cómo es que vives solo? Siendo soltero, lo más racional es que por lo menos tengas compañero de cuarto- pregunté riendo. Me paré en seco al ver su rostro; estaba serio…inexpresivo, y definitivamente mi pregunta no le había causado gracia- Lo siento, quizá no debí haber…
-No, está bien, no es nada- me miró por unos segundos y su expresión se ablandó.- Te contaré, solo sigue caminando.-pasó su brazo por mi cintura, empujándome un poco para que retomara camino. Ese gesto me sorprendió; al ver su rostro, por un momento había temido que me enviara al diablo, diera media vuelta y se fuera.
-¿Recuerdas a Tanya? –preguntó luego de unos segundos.
-¿La perra con la que solías salir? Sí, la recuerdo- rió ante mi comentario
-Supongo que es más fácil hablar de esto si lo pones de esa manera.
-Un placer ser de ayuda- dije sarcásticamente.
-En fin, salíamos desde la secundaria, los dos últimos años, para ser más preciso. Luego, cuando terminamos, ambos nos inscribimos en la misma universidad, al igual que gran parte de nuestros compañeros, entre los cuales se encontraba mi grupo de mejores amigos- me limité a asentir para que él continuara- Tanya me engañó, Joanna, varias veces- admitió.
-Eso no me lo contaste ayer-
-Creí que habías entendido. Supongo que no eres buena con las indirectas –hice una mueca- No importa…La descubrí durante mi primer año en la universidad, luego me enteré que había sido más de una vez.
-Rompiste con ella, ¿verdad?- pregunté
-Sí, lo hice de inmediato…Pero no es lo que el resto decidido creer.
-¿A qué te refieres?
-Bueno, tratar de arruinar su reputación quizá no fue la idea más brillante que se me pudo haber ocurrido. Era una chica, y aún más ‘poderosa’ –si es que se le puede decir así- que yo en nuestro grupo de amigos; todos decidieron creerle a ella. Según Tanya, yo la engañé y rompió conmigo. Pero necesitaba asegurarse de que ya nadie me hablaría, por su propio bien supongo, así que también creó un rumor, del cual se enteró prácticamente el campus completo.
-¿Cuál fue el rumor?
-Para serte sincero, aún no tengo idea que cuál fue el rumor original, pero sí me enteré de algunos que se fueron esparciendo con el tiempo. Que la había engañado con un tipo o que me había acostado con una profesora para aprobar una materia, eran los más populares.
Después de eso, todos me dieron la espalda y ya nadie me habló jamás. Misión cumplida. Los únicos que jamás dudaron de mí fueron Liam y Zayn, nos conocemos desde pequeño, son mis mejores amigos, y también los únicos que me quedan diría yo. Liam vive con su novia y Zayn tiene un cuarto en el campus, ¿eso responde a tu pregunta inicial?
En ese momento llegamos a Starbucks. Estaba terriblemente atestado de gente, y el ruido de tazas, cucharas y charlas distantes llenaban el lugar. Elegimos una mesa cerca de la ventana y nos sentamos enfrentados. Me quedé pensando unos minutos, procesando todo lo que me acababa de contar, sin saber exactamente qué decir. Él solo se limitó a observarme pacientemente con sus penetrantes ojos verdes.
-Lo lamento, yo…-fue lo primero que logré decir.
-No lo hagas- me cortó- Yo no lo lamento. Fue solo un error, un gran error…Una experiencia más de la cual aprender, ¿no crees?...¿Cómo esperas aprender a andar en bicicleta si jamás te permites caer o que la rueda se atasque en un pozo?
Asentí, aún pensativa, considerando alguna manera de cambiar de tema y distraerlo.
-Sólo por curiosidad…¿qué enseñaba exactamente la maestra con la que te acostaste?
Rió y luego se me quedó mirando unos minutos. –Gracias, en serio.
Me encogí de hombros, sonriendo. –No hay de qué._____________________________________________________________
Hola, otra vez :)
Bueno, se que el capitulo es muy corto.. Voy a tratar de subir otro lo antes posible.
Gracias por sus votos y comentarios, son geniales.. ¡Graciaaaas!Recuerden que si tienen dudas o algo, pueden preguntarme y si quieren que les dedique un capitulo tambien, no duden en hacermelo saber.
Gracias por leer, tengan un buen día. xx