Narra Joanna
Creo que hubiera dormido un buen rato más, si no hubiera sido por las sábanas y frazadas que me cubrían, y parecían no servir de nada contra el frío que comenzaba a filtrarse al interior del apartamento.
Tomé mi móvil de la mesita de noche junto a mí y revisé la hora; las 9.20am. Me desperecé con total lentitud y me senté en la cama, observando a mi alrededor. En el momento en que quité el cobertor de encima mío, sentí como si me hubieran clavado mil agujas en mis piernas y torso; hacía demasiado frío. Me volví a tapar inmediatamente, considerando que un rato más de fiaca no me haría mal.
Sentía que estaba pasando algo por alto, como cuando sientes que deberías estar feliz por algo pero no logras recordarlo. Sentí como una sonrisa se extendía por mi rostro casi inconscientemente, recordando la salida de la noche anterior con Zayn. Y luego recordé a Harry, devolviendo a mi rostro la seriedad inicial.
FLASHBACK
Me encontraba frente al espejo del baño, aplicando una fina línea de delineador sobre el contorno de mi párpado inferior, preparándome para salir con Zayn. Al terminar, me dirigí al living en busca de mis zapatos.
Harry se encontraba sentado en el sofá, su mirada fija en la pantalla de la tv, mirando... ¿Un programa de cocina? Suspiré. Estaba segura de que había estado mirando el mismo canal toda la tarde, ya que eso era por lo que llevaba ignorándome por completo: TODA la tarde.
Me acerqué hacia donde estaba y me paré frente a la TV, bloqueándole la vista.
-Muévete- dijo bruscamente.
Puse los ojos en blanco. –Saldré hoy, Harry.
-Gracias, Watson, pero me temo que ya resolví ese caso por mi cuenta- . Suspiré exasperada.
-¿Podrías prestarme atención por un segundo?
Bufó, tomó el control remoto y apagó la TV. -¿Qué quieres?- preguntó, fijando la mirada en sus manos. Me acerqué lentamente y me senté junto a él en el sofá; actuó como si yo no estuviera allí.
-Agradecería si mostraras una pizca de respeto y por lo menos me miraras cuando te hablo- comenté sarcásticamente. Me miró de mala gana, claramente irritado. Sus ojos ya no lucían verdes y alegres, sino grises y apagados. –Mira, no estoy molesta contigo. Entiendo que no quieras nada serio conmigo, no te juzgo. Pero estás comenzando a comportarte como un idiota y sé que no hice nada para merecerlo.- noté que su expresión comenzaba a ablandarse. –Sólo..hagamos de cuenta que aquí jamás sucedió nada, ¿bien?
Se lo pensó unos segundos y asintió una vez. –Bien.- Sonó el timbre del portero y Harry se puso de pie automáticamente. –Yo iré..
Me dirigí rápidamente a mi dormitorio, tomé mi bolso de mano y me encaminé al hall de entrada; Harry aún estaba allí, recargado de espaldas contra la puerta, brazos cruzados al pecho. Me volteé hacia el espejo de pared por un segundo, y al darme la vuelta, Harry estaba frente a mí. Se inclinó hacia mí, sus brazos a ambos lados de mi cabeza, acorralándome, y su rostro a milímetros del mío; mi corazón pegaba violentamente contra mi pecho y temí que él también fuera capaz de escucharlo.
-¿Sientes algo por Zayn?- inquirió, sus ojos posándose en los míos, y luego en mis labios.. Jadeé incrédula.
-Eso no te incumbe- me limité a responder.
-Me incumbe y me interesa- replicó firmemente. Me paré derecha, acercándome más a él y mirándolo intensamente.
-Tú quisiste esto. Tú eres el que dijo que no quería ningún tipo de relación. Pues bien, pero eso implica que me dejes vivir mi propia vida.- me deslicé por debajo de su brazo, tomé mis llaves y dejé el apartamento.