The lost twins (South park y tu)

Capítulo 33

______ Pov

Leí el mensaje nuevamente, esto estaba mal, aunque me había preparado para esto no creí que el momento llegaría tan rápido. Pero estaba lista, estaba lista para proteger a los que amo.

- ¿Que sucede, ______? - preguntó Stan, acercándose a mi para leer el mensaje - Mierda... - murmuró

- Así es... - le susurré - Esto se pondrá feo-

- " ______, soy Damien. Hay un par de demonios que invadieron el castillo de mi padre (El cual solo ocupaba para divertirse con sus novios, pero ese no es el punto) llegaré allí lo antes posible" - leyó Stan en voz alta.

- ¿Soy el único que no entiende todo lo que está pasando? - exclamó Cartman - ¡¿Por qué?! ¿Por que siempre que está cerca esta chica pasan cosas raras? -

Estaba claro que necesitaba decirles, sin embargo, debido a la situación debía esperar un poco más, sería más fácil explicarles estando Damien cerca mío. Aunque claro, me estaría arriesgando a ponerlos en peligro.

- Escuchen, les aseguro que sabrán la verdad, solo necesito que me ayuden a salvar a Shi. Es lo único que me queda y me niego a perderle - hablé al borde de las lágrimas.

Los chicos se miraron, Cartman suspiró; sus miradas se volvieron firmes y se notaba un pequeño brillo que delataba el coraje y valentía que habían tomado en cuestión de segundos. Tomé todo el aire que podía, todos bajamos de la azotea y decidimos que cada uno iría a su casa a traer lo que necesitaran, corrí a mi casa.

Abrí la puerta, encontrándome a mis padres hablando con los policías, estaban realmente asustados. Pero no podía decirles la verdad pues estaba segura que se afligirían más. Fui a mi cuarto, saqué el libro de hechizos que nos encontramos hace años, le puse el nombre de "El libro inútil" pues, después de haber aprendido latín con Damien, me digné a traducir dicho y ninguno de los hechizos que contenía eran útiles. Pero Damien me había dicho que ese libro sería de gran utilidad en momentos como este, dudaba un poco sobre ello pero debía confiar en el chico pues él era el único entre todos que en verdad sabía que hacía.

Corrí al bosque que se encuentra a unas cuadras de la iglesia, pues allí es donde Damien nos había dicho que debíamos ir. Era la primera así que esperé a los demás, suspiré pensando un poco la situación, una gran ansiedad invadió mi ser, una fuerte sensación de incompetencia reinaba en mi corazón, y miles de pensamientos y recuerdos vinieron a mi mente, cada una de ellas era protagonizada por mis hermanos, causando que mi mente recreara el momento en el que perdí a Luke, mis mejillas se humedecieron al instante, sollozaba con libertad.

Continuaba sufriendo hasta que una mano se posó en mi hombro, miré a su dueño encontrándome con Damien, él con mucha torpeza me brindó una cálida sonrisa, estaba claro que no sonreía a menudo y que no era experto en el tema, pero con una simple acción logró tranquilizarme un poco, lo abracé para intentar que su calidez llegara hasta mi corazón, calmándolo totalmente. Pero una voz provocó que nos separáramos.

- ¿Interrumpimos algo? - preguntó Cartman de mala manera, ya todos estaban listos, incluso lograron convencer al niño nuevo de unirse al equipo. Estábamos con sus trajes de Coon y amigos, causando una pequeña carcajada por parte de Damien.

Damien se alejó un poco de nosotros, caminamos hasta el lago que se encontraba en este bosque, se acercó al lago y vio unos segundos su reflejo.

Suspiró, se dio la vuelta y exclamó -Es tiempo de rendirse o es tiempo de luchar. Y la respuesta es clara de ver - estiró su mano hacia el frente, unas llamas salieron de sus manos materializando una espada - y les juro por esta arma que preparado estoy. Pero es mi turno de preguntar ¿Están listos? - volvió a hablar.

El primero en responder fue el niño nuevo, todos gritaron siguiéndole el juego, desvié la mirada, intentando encontrar la respuesta en mi mente. Me separé un poco del grupo, abrí el libro y me encontré con una foto de toda mi familia, la miré con pena y unas fuertes ganas de llorar volvieron a mí. Pero nuevamente alguien me sacó de mis pensamientos.

Era Kevin, quien me vio muy preocupado - ¿Estas segura de que quieres hacer esto? - preguntó.

Agarré todo el aire que podía, le sonreí y con una mirada firme dije -Estoy segura que lo lograremos - me dirigí hacia Damien, quien también me sonrió, abrió un portal justo frente a nosotros, todos comenzaron a entrar.

Fui la última, miré una vez más la foto y en voz baja juré que nunca permitiría que alguien lastimara a mis seres queridos, no mientras esté con vida. Recuperaría a mi familia, recuperaría mi hogar, recuperaría la vida "normal" de este pueblo cueste lo que me cueste. Entre en el portal, encontrándome del otro lado el famoso infierno, nuevamente estaba en este horrible lugar.

A algunos metros de nosotros estaba un siniestro y aterrador castillo, miré a las personas que estaban junto a mí, algunos se les notaba la preocupación y estaba claro que se estaban preguntando si esta era una buena idea, y otras comenzaban a ser controladas por la adrenalina, provocando que esta se manifestara por una pequeña luz en sus ojos.

- ¡Vamos a matarlos! - gritó Clyde, mientras corría hacia dicho castillo.

- Wow, tranquilo McQueen - le dije, sosteniendo su camisa del cuello cuando pasó a mi lado antes de que cometiera una locura.

- Si, no podemos atacar sin un plan - dijo Damien.

- ¡¿No tenemos un plan?! - exclamaron los demás al unísono.

- Bueno, yo creí que el plan sería corres mientras gritábamos como perras hasta que nos clavaran una espada en el cuello y cada uno de nosotros muriera de una forma extremadamente lenta y dolorosa - habló Cartman.

- Si no hacemos un plan y nos quedamos con el de Cartman, podemos verle el lado positivo. Ya estamos en el infierno, así que... - dijo Stan, intentando aliviar la situación.

- Bueno, debemos idear un plan de inmediato, estoy seguro que detectaran nuestra presencia en cualquier momento y nos atacaran con toda la fuerza que tienen - habló Damien. Agarré su mano y le miré a los ojos, por mi expresión entendió al instante lo que quería.

Suspiró y tomó aun mas fuerte mi mano - pero primero, la princesita y yo debemos decirles, o más bien, explicarles todo para resolver sus dudas -

Mientras Damien comenzaba a explicar miré sobre mi hombro, detrás de mí estaba mi hermanito esperando rescate, y también detrás mío estaba mi destino, el momento de enfrentar mi verdadero yo había llegado

Si alguien entendió la referencia de este capítulo se merece que le dedica el siguiente capítulo.

Y ya nunca volveré a decir cuando voy a subir porque sé que no cumplo con la fecha, perdón por eso.