Peeta & Katniss, Siempre

CAP 1: un final y un principio

POV KATNISS

Todo el Capitolio estaba reunido allí, frente a Coin, Snow y yo. Esperaban a que el Sinsajo disparara la flecha que mataría a Snow y acabaría con la guerra. Preparé el arco, la flecha y a mi misma. Solté la flecha, pero no iba hacia Snow, de repente la presidenta Coin cayó.

-Buenas noches. –mi arco se estremeció y se fue ha dormir.

Yo también tenía ganas de dormir, mi mente no parecía funcionar, unas voces ahogadas captaron mi atención y me giré.

-¡Katniss!, ¡Katniss!, ¡Corre!, ¡Vete!

Peeta venía corriendo hacia mí y detrás de él había unos soldados con las pistolas en rifle, pensé en gritarle que se fuera, que le iban a disparar. Por la necesidad de protegerle mi mente se despertó, las palabras iban a salir de mi boca cuando  sonó un disparo que me rozó y comprendí que el objetivo de las balas no era Peeta, sino yo. La realidad de lo que había echo me engulló y caí hacia el fondo de una densa bruma.

POV PEETA

Cuando la presidenta Coin cayó hacia atrás con una flecha en su corazón todo fue demasiado rápido. Corrí hacia Katniss para protegerla de lo que sabía que venía, mientras lo hacía le grité que se fuera y se dio la vuelta hacia mi, despacio, como muerta. Luego reaccionó. Sonó un disparo que le pasó rozando y estaba a dos pasos de ella cuando se desmayó.

Llegué justo a tiempo de cogerla, cargármela en la espalda y empezar a correr de nuevo, correr por salvar nuestras vidas, su vida.

Iba todo lo rápido que podía, no giraba la cabeza, pero oía los gritos de los soldados. Doblé una esquina y otra más. Conseguí trepar a un tejado bastante bajo pero que tenía una chimenea para escondernos.

Me agazapé todo lo que pude cubriendo el cuerpo de Katniss con el mío hasta oír como se alejaban los soldados y comprobar que el callejón estuviese vacío.

Me incorporé para tratar de despertarla pero la vi pálida y con la sangre escurriéndosele por el brazo, finalmente, pensé, la bala no sólo le había rozado.

Arranqué mi manga de la camisa y le hice con ella un torniquete, pues me parecía un delito rasgar ropa diseñada por Cinna. Recordé que estábamos cerca de la tienda de Tigris y que ella estaba de parte del Sinsajo, podría ayudarnos.