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CAP 3: Noticias

POV PEETA

-¡Menudo carácter tiene el chico!- gruñó Tigris por lo bajo.-Ya puedes salir Mellark.

Dejé debajo del escritorio a Katniss pues parecía que estaba cómoda (aunque inconsciente aún, no se que producto llevaría la bala). Cuando mis labios rozaron los suyos noté que estaban ardiendo y empecé a preocuparme y entrar en la histeria por no ser capaz de poder protegerla de la fiebre.

-¡Tigris, Katniss tiene fiebre! Se va a morir y todo por mi culpa…- empecé a desvariar un poco y a decir bastantes tonterías pero un parpadeo de Katniss me hizo reaccionar de repente-¿podrías darme una toalla mojada en agua fría, por favor?

Mientras Tigris lo hacía me puse a pensar en las palabras que dijo ese idiota de Gale. Se supone que me matará, ja, no se lo cree ni él. Por Katniss  me convertiré en el hombre más fuerte de todo Panem y derrotaré a ese cretino. ¿Qué quiere ser el dueño del Sinsajo? Entonces Katniss no significa nada para él, enserio… ¿el dueño del Sinsajo?, por favor…

Estuve toda la noche despierto cuidando de la chica en llamas que no parecía querer despertar del profundo sueño en el que se encontraba por mucho que yo rogase y suplicase que despertara. A la mañana siguiente mientras refrescaba la cara de Katniss Tigris entró en la habitación y me informó de la situación:

-El Capitolio está alterado y dividido de nuevo en dos bandos. El bando de los partidarios de Coin dice que el líder de la revolución, Katniss ha desaparecido después de matar a la futura presidenta y no a Snow. Otro hecho importante es que dicen que tú la obligaste ha hacerlo y luego la secuestraste. Y el bando de Katniss dice que ella sabía lo que hacía y que sólo quiere el bien del Capitolio y de los Distritos, que si mató a Coin fue porque no la consideraba más apta para el cargo de presidenta de todo Panem que Snow. En cuanto a lo de que tú la secuestraste este bando difiere, se dice que ya lo habías preparado todo y os habéis ido a vivir felices al bosque, que los trágicos amantes del Distrito 12 necesitan ser felices todo lo que puedan pues ya han hecho mucho por Panem. ¿Qué te parece?

-La verdad es que ni yo se porque mató a Coin. ¿Dicen que la he secuestrado? Lo único que hice fue salvarle la vida porque de veras que la amo. Y lo de huir al bosque para ser felices… eso no estaría mal, porque llevan razón hemos intentado parar la guerra y lo hemos conseguido pero han vuelto empezar otra. No tienen remedio.- La verdad es que sí quería vivir junto a ella sin más problemas, pero antes me había propuesto hacer una cosa que sabía que le dolería mucho a Katniss, tendría que deshacerme de Gale sin que ella se esnterase, primero le intentaría convencer de que ella me eligió a mí y no a él (aunque si algún día cambia de opinión la dejaré ir con tal de verla feliz porque la amo más que a mi propio oxígeno), y si ni con esas funcionaba le mataría.

-He conseguido a un piloto de aerodeslizador invisible y dice que os llevará a dónde quieras para que se recupere- dijo señalando con la cabeza a Katniss- no podéis quedaros aquí eternamente, porque vendrán a preguntarme, además piensa que es el primer sitio al que vinisteis a refugiaros la vez anterior y no conocéis otros. Tienes que estar a las 23:00 de la noche en la pista de despegue que hay doblando la esquina del final de la calle, situado al lado de la ventana de la primera casa de la calle de la izquierda.

-Vale, allí estaré- acepté.

El resto del día me lo pasé acariciando la frente y el pelo de Katniss que de vez en cuando sufría pequeños espasmos, sin comer ni beber nada por la preocupación.

Tigris estaba fuera aliando gente a nuestra causa de para todas las estúpidas guerra y vivir tranquilamente.

A las 22:30 ya estaba allí jadeando por el esfuerzo que había tenido que hacer para que Katniss no se hiciese daño mientras la llevaba en brazos y la acunaba como si fuese un bebé, MI bebé.

El ruido de unas botas al andar rápido me despertó de la duermevela en la que estaba y estreché entre mis brazos aún más a Katniss.

-¿Quién va?- dije con mucho valor en la voz pero poco en el corazón.

El dueño de las botas se detuvo y apoyé a Katniss contra la pared y saqué la pistola que guardaba en el cinturón, había esperado no tener que llegar a esto.

En la semioscuridad que me proporcionaba una farola no muy lejos de allí vi como de repente nos hallábamos rodeados de media docena de pistolas, escopetas… Pensé en el fin y en mi amor por Katniss.

Peeta & Katniss, SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora