La he perdido

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Este capítulo va dedicado a todos y cada uno de los lectores y lectoras que estaban esperando mi regreso. Gracias por vuestra paciencia, y no os entretengo más porque querreís saber lo que pasa... ¡Disfrutad!

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CAP 11: La he perdido

POV PEETA

Frío, soledad, angustia, cobardía, arrepentimiento…

10 meses…

… 310 días…

… 7 440 horas…

… 446 400 minutos…

… 26 784 000 segundos…

… SIN ELLA.

Sin verla, sin tocarla, sin abrazarla, sin besarla…

Aquel día en el que me desperté rodeado de botellas vacías y con una enorme resaca me di cuenta de que la ira me controló en ese momento e hizo que perdiese un gran tesoro. El tesoro de mi vida.

Desde ese día mi mente no piensa en otra cosa que no sea lo horrible que me porté con ella y la miseria de persona que estoy hecha. Únicamente como algo cuando el hambre me aguijonea el estómago, ahogo todas las penas en alcohol.

La mayor parte del tiempo estoy tan borracho que me quedo dormido, pero cuando concedo un respiro a mi estómago de tanto alcohol me siento en una silla mirando a la ventana y pienso en ella.

En su risa, su figura, sus ojos, sus expresiones, su pelo, su determinación, sus abrazos, el calor de su cuerpo, sus besos, sus réplicas…

Es en ese momento cuando me vienen a la mente las últimas palabras que crucé con ella: “-Tengo que hablar con él, no puedes retenerme. -¡MUY BIEN, PUES VETE! ¿QUIÉN TE NECESITA? PERO SI DEFIENDES A ESE INDESEABLE NO VUELVAS POR AQUÍ…”  ¿Qué clase de hombre soy si le digo a la mujer a la que amo esas duras palabras? Sé la respuesta: soy un hombre que se merece vivir una vida llena de sufrimiento y arrepentimiento para pagar el daño que hice.

Al instante en el que las dije y vi sus ojos anegados en lágrimas comprendí que había cometido un terrible error.

Sueño que vuelve, que está a mi lado, que nunca se ha ido. Sueño que compartimos una vida.

Despierto gritando porque en el momento en el que abro los ojos y no la veo enloquezco un poco más.

Grito a las paredes su nombre, sollozo mis sentimientos y suplico su perdón, pero nada de esto la hace regresar junto a mí.

Mi cabeza no para de pensar cada segundo que la he perdido, la perdí en el  momento en que cruzó el umbral de lo que iba a ser nuestra casa.

La realidad me invade: la he perdido…

Peeta & Katniss, SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora