No tengo otra opción

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CAP 8: No tengo otra opción.

POV GALE

A las pocas horas de que aceptara el encargo de Kay todo el campamento de soldados, es decir, hasta el hombre menos importante que allí hubiese, se ha enterado.

Cuando entré en mi habitación encontré a Tay Holly sentado en el borde de la cama.

Tay Holly tenía el pelo entre un extraño pelirrojo y castaño, los ojos eran verdes, parecidos a las esmeraldas. Alto y espigado, pero aún así fuerte como una roca.

Se podía decir que de todos los hombres que había en esa base, era en él en el que más confiaba, era lo más cercano a un amigo que podía tener en estas circunstancias.

-¿Qué haces aquí?

-Me he enterado.

-Ya… la pregunta es ¿quién no se ha enterado?

-¿Estás seguro de que realmente lo quieres hacer?

-Tay… yo no lo quiero hacer, pero debo. Es la única forma de salvarla en un futuro.

-Tú mismo lo has dicho: en un futuro.

-Debo hacerlo.

-Eres tan cabezota… Si necesitas que te cubra o algo por el estilo llámame, ¿vale?

-Vale, gracias tío.

-De nada, colega.

Cuando me quedé solo me di cuenta de la realidad. No podía tener compasión si quería un futuro juntos, ella y yo.

Esa tarde dormí intranquilo, aunque sabía que necesitaba descansar, no podía. El rostro de Katniss se me aparecía una y otra, y otra vez en la mente. Dibujaba su cara, de forma ovalada, sus labios carnosos, sus ojos perfectos, mi mente trazaba su pelo, con su típica trenza, sus suaves mejillas…

-Gale, tío, despierta.

Tay me llamaba, o era la hora o nos atacaba. Cualquiera de las dos posibilidades me llenaba de desolación y temor el corazón.

-Es la hora, ¡vamos! vístete y espabila. Royalkpspi te espera dentro de cinco minutos.

Me desperté inmediatamente. ¡Cinco minutos!

Cuando salí me encontré con que todo el campamento estaba lleno de soldados, al parecer nadie se había querido perder mi regreso al mundo de la guerra.

-Soldado Hawthorne, confiamos en usted para esta misión.

 -No fallaré capitán.

-Buena suerte soldado.

La puerta se abrió unos segundos después de que llamase insistentemente a la puerta.

Al verme, me hizo entrar, para no “hablar” en la calle.

Esperé a que echara de nuevo el cerrojo y pusiese la cadena.

-Dime, Gale, ¿qué haces tú aquí?

Al girarse vio que tenía una pistola en la mano y apuntaba  a su cabeza.

-No te muevas.

-¿Qué…qué haces? anda, baja la pistola, es una broma de muy mal gusto.

-No es una broma Tigris. He venido a matarte- expliqué empezando a sentir el escozor de las lágrimas en mis ojos.

-¿Por qué?

-Necesitan pruebas para saber que estoy de su lado y, a los muy malditos no se les ha ocurrido otra cosa que pensar que tenía que matarte.

-Sabes que no es necesario que lo hagas- estaba nerviosa, pero intentaba aparentar que estaba calmada.- Sabes que puedes huir ahora mismo, ¿no? Lo sabes, ¿verdad?

-Sí, lo se. Pero si huyo no puedo protegerla.

-Entonces no hay más que hablar… dispara.

-No, no hay más que hablar.

Intenté que mi mano dejase de temblar y apunté firmemente.

-No tengo otra opción- dije con las lágrimas surcando mis mejillas antes de disparar.

Peeta & Katniss, SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora