CAP 9: Si le defiendes, no vuelvas

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CAP 9: Si le defiendes, no vuelvas.

POV KATNISS

Observé como Peeta despertaba lentamente a mi lado. Mis labios formaron una tenue sonrisa y decidí darle una pequeña sorpresa.

-¡Peeta, cariño, despierta!- susurré zarandeándole el hombro suavemente.

POV PEETA

Me incorporé lentamente mientras abría los ojos al sentir que me llamaban.

La vi ahí, medio sentada con su rostro cerca del mío. Cuando la miré a sus profundos ojos, Katniss formó una dulce sonrisa en sus labios.

No podía creerlo, había despertado.

Entré en shock.

-¡Has despertado, has despertado!-sentí como unas lágrimas me surcaban la cara, pero no me importó, ahora solo estaba ella en mi cabeza, ella estaba despierta.

POV KATNISS

No paraba de repetir lo mismo. No sabía que hacer. Por lo poco que se de primeros auxilios, puede reconocer que estaba en estado de shock. Sus sollozos me estremecían el alma. En un intento a la desesperada para que se calmara le besé.

Le besé con ternura, amor y pasión.

Sentí como dejaban de caer lágrimas por sus mejillas y como, lentamente, volvía a ser el chico que yo amaba.

El beso pasó de ser tierno a contener toda la pasión y el deseo que se había despertado en nuestros cuerpos de repente. Me recosté en la cama arrastrando a Peeta, que no dejaba de besarme, conmigo.

Cuando iba a quitarle la camiseta, noté que su cuerpo se separaba del mío.

Abrí los ojos y le vi, intentando recuperar el ritmo normal de la respiración, un poco lejos de lo que habría querido. Le miré con ojos interrogantes.

-¿Qué ocurre?

-No podemos hacer esto ahora. Acabas de despertar después de tres días en coma, tienes que guardar reposo.

-Al diablo con el reposo. Tengo ganas de ti.

Me incorporé para unir de nuevo sus labios con los míos.

Un dedo se interpuso en mi camino.

-No Katniss. Créeme, yo también quiero hacerlo, pero ahora no, tienes que descansar.

-Está bieeeeen… Cariño, ¿podrías alcanzarme el mando de la tele?

-Toma cielo, ¿te preparo algo de comer?

-No tengo hambre.

-Tienes que comer algo mi vida. Te prepararé unos huevos con beicon.

-Con mucho beicon.

-Claro amor, todo lo que tú quieras.

-Eres un sol.

-Por eso me quieres…

Entre risas Peeta se fue hacia la cocina dándome antes un beso en la frente.

Me gustaban esos pequeños gestos que me dedicaba, éstos hacían que le quisiera aún más si es posible.

Puse la tele para entretenerme y saber que pasaba en el Capitolio.

Notaba como me estaba quedando amodorrada, pues aunque el Presidente Snow había sido sustituido las noticias que echaban y la programación de éstas no había cambiado en absoluto.

No creía que el estilo de gobierno hubiese cambiado, a pesar de que había luchado por ello.

Al oír un nombre me desperté de la duermevela en la que me encontraba. Habían nombrado a Gale Hemsworth, lo que reclamó toda mi atención.

-¡Peeta! ¡Ven!

-¿¡Qué?! ¿Te ocurre algo?

-No, tranquilo. Solo escucha esto.

Subí casi al máximo el volumen del televisor.

“Esta mañana el cuerpo de Judith Lemmons Winfred, más conocida como Tigris ha sido hallada sin vida en el interior de su tienda.

En la tienda de la increíble diseñadora de moda no hay rastros de violencia. Se podría pensar que ha sido un suicidio si no hubiese una bala incrustada en el cráneo y ni rastro del arma que provocó dicha herida.”

Las lágrimas se deslizaban por mis mejillas sin que pudiese evitarlo. Con esfuerzo, conseguí girar la cabeza en dirección a Peeta.

Su reacción me la esperaba; tenía los puños apretados y los labios formando una fina línea. Su cara era una máscara de varios sentimientos mezclados: tristeza, ira, dolor, e incluso pude entrever en el fondo de sus ojos culpabilidad.

Lo que no me esperaba fue lo que dijo a continuación:

-¡Maldito sea el muy hijo de su madre!

No me costó entender a quién se refería, pero estaba confusa, ¿podría haber matado mi mejor amigo, el chico que decía que me quería desde nuestra infancia a una persona que en el pasado nos había protegido? Tenía que hablar con Gale sin tardanza.

Su voz me llamó la atención de una forma inesperada:

“La conocida Tigris se había vuelto un tanto molesta para el gobierno actual del Capitolio, puedo decir en nombre de todos los ciudadanos de Panem que echaremos de menos sus fabulosas confecciones, pero se podrá vivir sin ello…”

A ese punto dejé de prestar atención, lo que había oído significaba que él había… , no podía ni pensarlo de lo horrible que me parecía.

-No puede ser cierto-dije con un hilo de voz-Él no ha podido hacerlo…

-Katniss, abre los ojos, Gale Hawthorne ha asesinado a Tigris, solo porque estaba en nuestro bando. La ha asesinado.

-¡No! É l no ha podido hacer eso, yo le conozco, no ha sido él…

-Katniss, ha sido él, cuando huimos del Capitolio y tú estabas inconsciente, él fue a la tienda de Tigris y, en ese momento nosotros, tú inconsciente, estábamos debajo del escritorio, oí con mis propios oídos como decía que quería ser tu dueño. Mató a Tigris porque luego se dio cuenta de que podría divulgarlo por ahí. Él la ha matado.

-¡NO! ÉL NO HA MATADO A TIGRIS, ÉL ES INCAPAZ DE HACER DAÑO A ALGUIEN A QUIEN YO APRECIE, ÉL ES MI MEJOR AMIGO…

-¿Si, no? Y por eso dejó caer que me mataría, claro… que cuidado, él es incapaz de hacer daño a nadie, ¿verdad?

-Estás echándole la culpa solo porque dices que oíste que Gale te mataría, tengo que hablar con él.

-No te vayas. ¿No ves que él solo te quiere para ser tu dueño? EL DUEÑO DEL SINSAJO, ÉL NO TE QUIERE…

-Tengo que hablar con él…

Me dirigí hacia la puerta sin dudar, la abrí, pero al hacerlo noté que una mano fuerte me agarraba el hombre, me volví y vi a Peeta mirándome con unos ojos que no reconocía.

-No te vayas…

-Tengo que hablar con él, no puedes retenerme.

Me solté con un movimiento brusco de su agarre y salí al exterior.

-¡MUY BIEN, PUES VETE! ¿QUIÉN TE NECESITA? PERO SI DEFIENDES A ESE INDESEABLE NO VUELVAS POR AQUÍ…

Con esas duras palabras a mi espalda corrí hacia el bosque. Me caí con una raíz levantada, pues no veía de las lágrimas que anegaban mis ojos. Me senté en lo alto de un árbol y no pude evitar mirar hacia donde estaba “nuestra” casa. Decidí no pensar más en él, no volvería a verle, no volvería a pensar en él, si no entendía mi postura es que no me comprendía y, si no me comprendía es que no me conocía realmente bien. Iba a ir en busca de Gale y me quedaría a su lado.

Peeta & Katniss, SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora