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CAP 2: Una promesa de venganza

POV PEETA

A pesar de que sabía que era arriesgado llamar a la puerta de Tigris con Katniss en brazos no podía soportar la idea de dejarle allí, indefensa, aunque fuese solamente por unos minutos.

Me la volví a cargar a la espalda y con mucha precaución salí de nuestro escondite. Fundiéndome con las sombras llegué sin percances a la puerta de la tienda de Tigris y llamé.

Se abrió la puerta y salió a la luz la cara con rayas de Tigris que puso una expresión de preocupación, miedo, asombro y alegría a la vez que de haber estado en otra situación habría resultado hasta cómica.

-¿Qué hacéis aquí? ¡Pasad, rápido!

-Gracias.- me adentré rápidamente a la oscuridad de la tienda y deposité a Katniss en el suelo recostándola sobre unas pieles que había en el suelo.

-¿Qué le ocurre al sinsajo? ¿Dónde está el otro chico que no se separaba de ella? ¿Qué hacéis aquí?

-Te lo explico, pero antes podrías traerme por favor una venda para el brazo de Katniss.

-Sí, ahora vuelvo.

Nos quedamos solos en la penumbra de la tienda y aproveché para lo que tantas ganas tenía de hacer, le di un abrazo.

-Katniss, despierta por favor.  Sabes que a mi no se dan bien los rescates. Tú eras el soldado Everdeen, por favor despiértate y mírame con esos preciosos ojos que tienes. Por favor…

Tigris volvió con una venda limpia, algodón y esparadrapo. Mientras se lo colocaba le hice un resumen de lo que había ocurrido.

-Podéis quedaros todo el tiempo que haga falta, no me importa teneros aquí, en serio…

-Muchas gracias Tigris…

Unos golpes en la puerta y los gritos del exterior ahogaron mis agradecimientos.

-¡Tigris! ¡Abre!

-¡Rápido meteos debajo del escritorio y cubríos con unas pieles!

Hice lo que nos pidió tan rápidamente como pude sin hacerle el menor daño a Katniss y una vez más se oyeron los golpes.

Tigris abrió la puerta y se encontró cara a acara con Gale.

Me puse en una posición de combate protegiendo a Katniss pero aún agazapado.

-¡¿Dónde están?! Katniss se desmayó y Mellark se la llevó huyendo.

-¿Qué ha ocurrido? No tenía ni idea…

Estaba tan tenso que mis músculos podían saltar en cualquier momento y oí como Gale contaba lo ocurrido a Tigris a su manera, casi no podía aguantar las ganas de saltarle encima y hacerle cerrar esa boca de mentiroso.

-¡Tengo que encontrarla porque la quiero! ¡Ese maldito Peeta Mellark me la ha robado con sus asquerosas mentiras y cuando le encuentre le mataré y yo seré el dueño del Sinsajo!

Tras estas palabras salió de la tienda dando un portazo que hizo que los cristales se movieran furiosamente.

Peeta & Katniss, SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora