CAP 16: Es la hora

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CAP 16: Es la hora

POV GALE

Estaba sorprendido por la comprensión de Katniss, hacía tiempo ya que me había dado cuenta de que estaba confundiendo la amistad con el amor, me dí cuenta de mi error cuando me descubrí pensando que hacía lo que hacía únicamente para volver ha hacer todas aquellas cosas que hacíamos de pequeños.

Tuvimos una gran charla sobre lo que realmente nos había pasado estos tres últimos años. Fui completamente sincero con ella respecto a mis sentimientos.

Al final la cosa se desvió hacia momentos de nuestra infancia como cuando experimenté una vez con esas trampas en las que si pisas sobre ellas quedas colgado boca abajo, Katniss se descuidó y pisó una de ellas. Creo que ese fue el día que más me reí y pongo la mano al fuego asegurando que ese fue el día más bochornoso para Catnip. Estuvimos hablando y hablando sin parar hasta bien entrada la madrugada, momento en el que ambos nos dormimos, sin darnos cuenta, arrebujados en el mismo sillón.

A la mañana siguiente, cuando desperté, olí a café y el estómago me rugió de hambre así que me levanté y fui hacia la cocina. Antes de llegar a ella me topé con Katniss.

-buenos días dormilón-me saludó burlona.

-Hola-dije aún un poco dormido- ¿has hecho café?

-No, ha venido Effie y se ha ocupado del desayuno.

-Pues no me he enterado de cuando ha llegado.

-Querido, tienes un sueño muy profundo- dijo Effie apareciendo por la puerta de la cocina con una cuchara en la mano- y roncas-añadió.

Me sonrojé brutalmente al oír la carcajada de Katniss.

Desayunamos tranquilamente los tres hablando de todo y de nada a la vez, tras esto Effie se marchó diciendo que tenía que comprar más pelucas "glamorosas" pero que no nos desharíamos de ella tan fácilmente.

Tras aquella noche comencé a ser ligeramente diferente, ocurrió sin proponérmelo. El mundo podía poner a Catnip como una persona horrible y manipuladora o como una heroína; pero yo solo veía una chica con un buen corazón.

POV KATNISS

-Gale, en serio...eres...¡¡MUY TONTO!! -Sin poder evitarlo comencé a reirme a carcajada limpia.

-¡Oye! No es justo. Solo trato de ser buena persona...

Vi como se "enfurruñaba" y se cruzaba de brazos; aquella visión solo me hizo reír aún más.

-¡Venga vaaaale...! Ya paro

-Más te vale...

-Ahora en serio, en mi opinión debes ir a ver a Peeta y aclararlo todo. Nos conocemos desde pequeñas y sé que lo amas.

-No se... es cierto que lo amo, pero la última vez que le vi me echó de su lado. Y dolió Gale, dolió muchísimo.

-Lo se Catnip. Pero está destrozado, créeme. Le visité hace un par de meses para saber cómo estaba pero él no me vio. Dale una oportunidad, me lo agradecerás en un futuro y sabes que solo quiero lo mejor para ti.

Me quedé callada y medité sobre lo que me había dicho.

-Te dejo sola un rato, ¿vale?- me dijo Gale pasándome la mano por el pelo.

Amaba a Peeta.

Lo sabía.

¿Qué me retenía entonces?

¿La manera en la que me miró o la dureza de sus palabras?

No tardé demasiado en tomar una decisión, no me guié por el instinto, como solía hacer, ni mucho menos por la razón, me guié por el corazón.

Salí corriendo de la casa a buscar a Gale.

-Quiero ir a verlo.

-Sabía que entrarías en razón, ¿cuándo?

-¿Ahora podemos?

Gale dio un silbido agudo y enseguida apareció Karon, su caballo. Con una agilidad asombrosa Gale se subió a él y me dio la mano para ayudarme.

-¿Dónde has aprendido a montar así?

-Siempre me han gustado los caballos, nos llevamos muy bien; solo que nunca he tenido la oportunidad de tener uno y disfrutarlo. Agárrate fuerte que te voy a demostrar lo que es un caballo veloz.

Apenas me dio tiempo para agarrarme a la cintura de Gale cuando empezamos a cabalgar.

Karon era veloz, de eso no había duda. El viento agitaba mi habitual trenza y hacía que entrecerrase los ojos, sentí libertad y una sonrisa se extendió por mi rostro. Cerré los ojos disfrutando del "paseo".

Cuando llegamos a la entrada de la Aldea de los Vencedores aminoramos drásticamente la velocidad de forma que abrió los ojos de golpe. A paso lento Gale guió a Karon hasta que estuvimos a solo unos metros de la casa.

Gale se bajó y me ayudó ha hacerlo también. Por un minuto sentí que quizás debería dejarlo estar así. Tenía miedo a que me rechazase.

Gale me cogió de la barbilla y me dijo:

-Hey, escucha, cuando dos personas se aman no importa lo que haya pasado entre ellas, siempre se reconcilian tarde o temprano, ¿no crees que ya es hora? Pasas las noches añorándolo, no creas que no me doy cuenta. Pero, si te rechaza u corriese algo similar ese chico se las verá conmigo.

Asentí con la cabeza y me encaminé hacia la puerta.

Ya era la hora del perdón.

Levanté la mano para llamar a esta y di tres golpecitos.

Peeta & Katniss, SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora