— Abraham, mi amor — saco sus piernas de arriba de las mías y las dejo sobre el sillón. Él, queda acostado por completo. Aprovecho y me subo sobre el —. No me pasará nada.
— Lo mismo dije yo y, sin embargo, acá estoy con un pie mal y el brazo adolorido todavía — suspira. Junto su frente con la mía —. No quiero que te pase lo mismo o algo peor. Sólo intento de cuídarte, bebé.
Sonrío mordiendome el labio. Lo beso suave, llevando mis manos a su nuca atrayendolo a mi, profundizando el beso.
Su lengua se cola en mi boca jugando con la mía.
— Auh — me separo al sentir como muerde mi labio. Llevo mis dedos a mis labios.
Él sonríe y se sienta conmigo encima. Sus brazos rodean mi espalda y me apega a él abrazándome fuerte. Rodeo con mis manos su cuello, juntando nuestros rostros. Comienzo a dejar besos por toda su cara mientras él ríe.
— Vamos a dormir, ¿Si? — me paro y extiendo mi mano hacia él — Hoy te hice levantarte temprano, demasiado.
Sonríe — Vamos — agarra mi mano y nos dirigimos a nuestra habitación.
— ¿Te doy mi buzo negro? — pregunta yendo a su armario.
— Dale, gracias — beso su mejilla y me coloco la prenda. Esta me queda por la mitad de mi muslo.
Abraham se tira boca arriba en el medio de la cama. Me mira y palmea a su lado.
Con gusto me acerco a él y me acuesto a su lado, abrazandolo escondiendo mi cabeza en su cuello.
— Te amo — besa mi frente.
— También te amo.
(*****)
— Tú me tienes como loco enamorado — abro mis ojos de apoco, frunciendo el ceño —, baby la verdad que tú me gustas demasiado.
Una sonrisa aparece en mi rostro. Desde el accidente no lo escuchaba cantar.
Me levanto de la cama y me acerco al baño. Con cuidado abro la puerta y me meto en el, sin hacer ruido.
— Sabes que soy yo quien te da calor — su sombra se nota atraves del vidrio empañado de la ducha — Yo sé que conmigo tú la pasarás mejor.
Cruzo mis brazos y me apoyo en la pared observandolo atenta — Apa, no sabía que tenía un novio cantante.
Su cabeza se asoma. Una risa se me escapa al ver sus mejillas sonrojadas.
— ¿Me acompañas? — Niego con una sonrisa.
— Una gran oferta, pero no puedo. — hago puchero
Voy hacia al lavamanos.
— Que linda vista. — me volteó hacia con él cepillo de dientes en la boca.
— Te callas — río y termino de lavarme los dientes.
— ¿Mi beso? — alza una ceja.
Pongo los ojos en blanco divertida. Camino hacia la ducha y acerco mi rostro al suyo.
— Buenos días, amor — agarro su mentón y beso sus labios suavemente.
— Buenos días — sonríe. Mi celular suena, dandome a entender que estoy recibiendo una llamada.
Salgo rápido del baño antes de que corten.
Llamada entrante del “Señor Aguilar”
— ¿Qué querrá ahora? — susurro
Acepto la llamada.
— Buenos días, señor Aguilar — contesto con educación —. ¿Qué se le ofrece a estas horas la mañana?
— Buenos días señorita Quintero — habla un poco apurado — Le quería informar que la carrera empezarán a principios del siguientes mes.
— ¿Qué? — abro los ojos cuál semáforo — pero eso es en dos semanas.
— Hubo un cambio de planes como podrá ver — golpeo mi frente —. Bueno, era eso solamente. Que tenga buen día y sobre si aceptará o no, pienselo más rápido.
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𝙰𝚖𝚘𝚛 𝚎𝚗𝚝𝚛𝚎 𝚌𝚘𝚛𝚛𝚎𝚍𝚘𝚛𝚎𝚜 [A.M] {EDITANDO}
ФанфикA ella le apasiona correr, ama lo que hace pero él, tiene miedo. Miedo a que a ella le pase exactamente lo mismo que le sucedió a él Novela 100% mía. No adaptar, ni copiar sin mi permiso. #1 en Abraham Mateo (Miércoles 18/3/2020) #12 en Abrahamers (...