𝙰𝚖𝚘𝚛 𝚎𝚗𝚝𝚛𝚎 𝚌𝚘𝚛𝚛𝚎𝚍𝚘𝚛𝚎𝚜 [A.M] {EDITANDO}

• Capítulo 25 • (Maratón 3/4)

Muerdo su muslo interior y subo nuevamente a ella.

— ¿Estas bien? —bromeo mordiendome mi labio inferior. Me mira seria, pero aún así asiente.  Su pecho sube y baja muy rápidamente.

— M-más —murmura y tira de mi, juntando nuestros labios. Abro un poco más sus piernas y aún besandola, llevo mi dedo índice y mayor a su entrada. Abrimos la boca todo lo que podemos, dejando que nuestras lenguas se toquen, se saboreen. Deborandonos mutuamente. Sin previo aviso meto mis dos dedos en su entrada. Abre su boca alejandose de mi, llevo mis labios a su cuello y arquea su espalda.

— Uhm.....—paso mi lengua por arriba del material suave de su brasier—. Quie...... —me besa y me empuja subiéndose encima de mi regazo. Suelto un suspiro al sentir todo su centro mojado, por el primer orgasmo de la noche, sobre mi miembro bien erecto.

Suelta mis labios, dirigiéndose al cuello, dejando rastro de baba por donde besa. ¡Mierda! Es demasiado sexy.

Succiona la piel de mi cuello, haciéndome jadear. Muevo mi cabeza hacía la izquiera dandole más espacio a su deliciosa y hermosa boca. Pasa su lengua desde el centro de mi pecho, para luego pasarla por mis tetillas. Llevo una de mis manos hacia la cabecera de la cama y la otra a uno de sus pechos, apretandolo.

Sonríe mordiendose el labio y se enderesa. Me siento de forma brusca con ella encima y enriedo mis manos por su cintura, pasando desde ahí hacía su espalda, tocando. Bajo mi boca de su cuello a cada uno de sus pechos, deciéndome de su brasier con ayuda de ella. Tiro este aún lado de la habitación y me llevo uno de sus perfectos pechos a mi boca.

Jadea y tira de mi cabello, llevando mis labios a los suyos.

Besar sus labios es la mejor adición que tenía, tengo y tendré. No quiero besar otra boca que no sea la suya, es una promesa y no quiero que ella bese otra boca que no sea la mía. Con mis manos caricio sus hombros, pasandolas por su espalda apretando un poco mis dedos seguramente dejando una línea roja en su hermosa espalda. Llego a su trasero y lo apreto juntando nuestras partes.

Suelto un gemido y muerdo su hombro.

Quiero sentirla, quiero estar dentro de ella.

¡No aguanto más!

Envuelvo mi brazo en su cintura y la doy vuelta, dejandola debajo mío. Con mis rodillas separo sus piernas y me acomodo mejor en medio de sus piernas. Agarro sus manos, entrelazando nuestros dedos. Llevo sus manos sobre su cabeza y beso sus labios

— No aguanto más —susurro en sus labios.

— Hazme el amor —jadeo al sentir como eleva sus caderas y hace tocar nuestras partes—. Hazme el amor otra vez.....

— Con mucho justo lo hago. —beso su cuello y luego me centro en sus labios. Sus pies de apoco y con algo de dificultad baja mi boxer sintiendome liberado. Al instante mi pene sale y choca con su muslo. Siento mis mejillas arder y una pequeña risa sale de sus labios—. Oye, no te burles. —se suelta de mi agarra de manos y agarra mis nalgas. Muerdo mi labio inferior con una sonrisa.

Beso sus labios otra vez y con movimientos raros de parte de mi piernas, me saco por completo el boxer. Se rie en mis labios. La empujo hacía atras, dejando su cabeza sobre las almohadas.

— ¿Con con....—pasa su lengua por mis labios interrumpiendome.

— Sin...—murmura. Llevo mi mano derecho en medio de nostros, agarrando mi miembro. Para torturarla, rozo mi miembro en su centro y meto la punta, pero lo saco, y así sucesivamente—. Abraham....ya, para —entierra sus uñas en mis brazos. Sonrío y hago lo mismo—. Ya, no me hagas sufrir, amor.

Me entierro por completo.

Un fuerte gemido sale de nuestras bocas.

Unidos otra vez, siendo unos solos. Otra vez haciendo el amor luego de mas de siete meses. Volver a sentirla de esta manera, estan....tan único, tan exquisito.

Suspiro al sentir como su interior aprieta mi miembro. Es tan estrecha.

Agarro sus manos y las entrelazo con las mias. Dejo nuestras manos al lado de su cabeza y beso sus labios, descendiendo hasta su cuello y hombro.

— Mu-mue-muevete —me retiro de ella y vuelvo a entrar de manera lenta y pausada—. M-más rápi-do. —obedesco y comienzo a mover mis caderas de manera rápida, pero aun así, sin perder el toque tierno.

Lo único que se escucha en la habitación son nuestros gemidos, suspiros, jadeos y nuestras carnes chocando entre si.

(*****)

— Más rápido, amor —chupo su labio inferior, ayudándola a moverse más rápido encima de mi. Comienza hacer circulos sobre Wilson. Dejo caer mi espalda sobre todas las amohadas y arqueo mi cuello, sus labios besan un instante. Agarro su cadera ayudandola a moverse más rápido.

— Ya llego —murmura—, ya llego.

— Igual yo, muevete más —arqueo mi espalda. Llevo mis manos a sus piernas y apreto, seguramente dejando unas notables marcas. Esconde su cabeza en mi cuello cansada. Gimo fuerte. Envuelvo mis brazos a su cintura y comienzo a moverme aún debajo de ella.

Ya casi.

Unas cuentas embestidas más y llegamos al tal preciado orgasmo. Gimo su nombre en su oído y ella en el mío, moridiendone el lóbulo de la oreja.

Se tira sobre mi, escondiendo su cabeza en mi cuello, soltando jadeos. Aún sigo moviendome dentro de ella, pero de manera lenta. Acaricio su cabello, mientras que con mi otra mano agarro fuerte las sábanas.

Me quedo quieto y ella saca su cabeza de mi cuello. Suelta un gran suspiro y acomoda su cabello, dejandolo sobre su espalda.

— Que sexy eres, dios mío —murmuro y agarro su cintura, mientras me siento. Dejo mi espalda apoyada sobre la cabecera de la cama y suspiro. Ella dobla un poco su cuerpo y agarra las sabanas y las sube hasta dar con su cuerpo cubriendo mis piernas y un poco su trasero.

Ladeo mi cabeza y muerdo mi labio inferior.

— Gracias y tampoco te quedas atrás —acerca sus labios a los míos. Deja sus manos al lado de mis orejas, atrayendome a ella. Con una de mis manos agarro su nuca, atrayendola a mi  y con mi otra mano, toco uno de sus pechos. Siento como sus pezones se ponen erectos al sentir mi piel contra la suya—. Mm...—gime. Suelta mis labios y dirige mi rostro a sus pechos.

Lamo mis labios y me llevo su pezón izquierdo a mi boca. Llevo mis manos a su trasero y aprieto.

— Uhm....si —gime de manera sensual— muer....—y antes de que termine de hablar, muerdo su pezón—. ¡Oh....si!

Suelto su pecho y elevo mi mentón besando sus labios.

— Dame una oportunidad —acaricio su espalda—, por favor. —beso cortamente sus labios.

Nos acomodamos de manera que yo tengo mi cara en su pecho y ella sus brazos en mi cuello. Su pierna se encuentra sobre mi cadera. Agarro su pierna y la acerco más a mi, juntando nuestras partes.

Puedo escuchar escuchar su respiración aún agitada.

— No lo sé....—la dejo debajo mío nuevamente.

— Por favor —acomodo un poco mejor las sabanas sobre mi espalda baja—. No la desaprovecharé, te lo prometo.

Llevo mi mano a nuestras partes nuevamente.

— Mm....—murmura mirando a su izquierda—. Esta bien.

La penetro.

Arquea su espalda a mi y beso uno de sus pechos antes de que su cuerpo vuelva al colchón. Entrelazo su mano derecha con mi mano izquierda y la llevo al lado de su cabeza, mientras que con la otra agarro su cadera.

— Te a-mo ta-tan-to —continuo penetrandola, besando su cuello