• Capítulo 27 •

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Tres meses después

Se preguntarán que habrá pasado en estos tres meses, ¿Verdad? Y si no es así, pues lo cuento igual.

Jos y Sol estan de maravilla con su relación  y nerviosos por su ya casi casamiento oficial. Dentro de unas tres semanas se casan y ambos, estan super neviosos. Si, han tenido alguna que otra peleita, pero solo por el nerviosismo que los consume cada vez que revisan de que nos le falte nada para su casamiento. Quieren que este todo perfecto.

Elías y su nueva novia, Clara, estan muy bien. Hace poco nos dijo que andaba saliendo con una chica y en una cena él, lo comentó. Todos lo sabiamos, eran muy obvios, pero todos fingimos asombro para no hacerlos pasar vergüenza, aunque ahora, se los molesta cada dos por tres.

Abraham.....buenoooo, digamos que él....esta intentando volver a la relación que teníamos antes. Hace el esfuerzo, y lo aprecio mucho, pero todavía no estoy lista para volver con él.  Despues de esa noche, de volver a entregarnos mutuamente luego de unos largos ochos o más meses, no volvió a pasar nada. Todo quedó en esa noche y hasta hoy, quedará ahí, al menos por mi parte.

Los demás, siguen igual. Todo bien. Todo tranquilo. Siguen igual de idiotas, pero así, se los quiere. Mucho tiempo no han estado con nostros, pero para los momentos más importantes ellos hacen de todo por ayudarnos y estar ahí.

¿Y yo? Bueno, acá estoy. Dando pequeños saltitos sobre mis pies por los nervios que me invaden por completo.
Dentro de unos escasos segundos la carrera final empezará y estoy super nerviosa. Han quedado los mejores cuarenta ocho  corredores de todos y ya los he visto practicar, y ¡joder! son excelentes.

Tengo miedo.

Miedo a cagarla.

Miedo a que algo malo pase en la carrera.

Miedo a que no pueda ganar o demostrar todo lo que hago es por pasión y con ganas.

Suelto un enorme suspiro al escuchar la voz del Ricardo por los altavoces gigantes que cubren algunas partes de la pista. Los gritos de nuestros nombres inundan nuestros timpanos.
Antes de subir a nuestros respectivos autos, nos saludamos uno a uno con un choquelo cinco y un puño al final.

— Suerte —comentamos con una sonrisa al anuncio y asentimos con la cabeza para luego agarrar nuestros cascos, y colocarnoslo, para así, ya subirnos e ir a la nuestas posiciones.

Yo junto a un francés, estamos adelante de todo, pues, en la carrera anterior para pasar a las finales, —que es en la que estamos ahora— fuimos los primeros en pasar la línea de meta. Así nos acomodaron.

(****)

Agarro fuerte el volante y obervo atenta, demasiado atenta la bandera.

Da uno, dos y tres giros al aire, y al bajar de golpe, arranco. Suelto una pequeña sonrisa al escuchar como las ruedas rechinaron contra el piso.

Paso el cambio a quinta y hacelero a fuerte. Con el francés, Richard, estamos iguales y eso me pone nerviosa.

(****)

— Rápido, rápido —apuro por el diminuto micrófono que tengo para hablar con mi personal. Obervo atenta a Richard y a Javier. Suspiro rápidamente al ver como comienzan a salir de los pits.

— ¡Ya! —arranco bruscamente—. Hey calmada, más de cuarenta de velocidad no se puede en los pits.

— Lo sé. Estoy nerviosa.

— ¡Concentrate! —gruño y al salir de los pits, paso el cambio a quinta y salgo lo más rápido que puedo, dejando a Javier atrás, pero a Richard no.

Será difícil.

(****)

— ¡Choque! ¡Choque en la curva tres! —siento como mi corazón, golpea de manera fuerte mis costillas— ¡Cuidado! Esta atenta, hay mucho humo. Por favor cuidate, que no pase lo que pasó con Abraham.

Me tenso y sigo, pero con cuidado.

(****)

— ¿¡¡Pero qué!!? —miro mi retrovisor y bufo al sentir nuevamente el choque en la parte trasera del auto.

Dirijo el volante hacía la derecha, pero me sigue, sigue pegado a mi trasero. Gruño.

— No estaras pensando eso, ¿Verdad? —escucho por el pequeño auricular.

— No me queda de otra, es eso o me manda a la pared y pierdo ventaja o es lo que quiero hacer. —llevo mi mano derecha a la palanca de cambio, decidida a pasar a quinta nuevamente.

— No, ni se te ocurra. No en esta parte —logro notar su enojo y nerviosismo—. Viene una curva complicada y más, porque esta resbaladizo esa parte de la pista. No lo hagas.

— No tengo opción —lo hago sin pensarlo.

(****)

Narra Abraham

— ¿Qué? —murmuro y me estiro para ver mejor. Lograba ver como el auto de Mily venia mal. Tenia al jodido francés pegado al auto de ella. Obervo atenta los movimientos del auto y abro mis ojos de golpe.

— No, no, DIOS MÍO —me paro de golpe llevando mis manos mi boca— ¡NO CARAJO!

Todo pasa en cámara lenta.




Lamento la tardanzaaaaaaa, en serio perdón :c
Prometo subir mañana dos capítulos más, lo prometo.







𝙰𝚖𝚘𝚛 𝚎𝚗𝚝𝚛𝚎 𝚌𝚘𝚛𝚛𝚎𝚍𝚘𝚛𝚎𝚜 [A.M] {EDITANDO}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora